Greenpeace, en relación a su propuesta de abono único, conocido como T-Lleva, que permita a los usuarios acceder a autobuses, trenes, tranvías, metros y otros medios de transporte público en cualquier punto del territorio español con una tarifa plana mensual, trimestral o anual, ha publicado los resultados de una encuesta que revela un fuerte respaldo social a la creación de este abono único con el 74,9% de la ciudadanía a favor, que lo considera "muy útil" en su día a día, destacando su potencial para mejorar la movilidad, reducir emisiones contaminantes y disminuir la dependencia del vehículo privado. Este abono, también llamado billete climático, ya ha sido implementado con éxito en otros países europeos, como Austria y Alemania, donde se ha demostrado su eficacia para promover el uso del transporte público y contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según los datos de la encuesta, ha habido una tendencia generalizada a usar con mayor frecuencia el transporte público con un aumentado significativo del 28 % al 57,1 %. Además, hay que señalar que de los nuevos viajeros que antes no utilizaban el transporte público, el 44,75 % provienen del transporte privado. Por su parte, si se terminasen los descuentos, el 36,5 % indica que viajaría menos, el 35,7 % optaría por usar más el transporte privado y el 27,8 % no modificaría su uso del transporte público. Asimismo, el 92,4 % de los encuestados cree que un abono único contribuiría a proteger el medioambiente. Además, el 87,7 % expresa su interés en utilizar este abono para acceder a medios de transporte más sostenibles, con el fin de reducir su huella de carbono.
El precio
Otro dato destacado en este estudio es la importancia del factor precio a la hora de optar por el uso del transporte público. Esto es lo que los encuestados están dispuestos a pagar por el abono único: un precio entre de 30 y 49 euros es visto como asequible, particularmente para usuarios frecuentes del transporte público. Este precio parece ser un punto de equilibrio aceptable para la mayoría de las personas encuestadas, especialmente aquellas que buscan un abono accesible y útil para desplazamientos cotidianos. Esto sugiere que la mayoría de los usuarios y usuarias priorizan la movilidad urbana, metropolitana y regional. El 85 % de las personas encuestadas apoya la transición de los descuentos actuales a un sistema de abono único.
¿Cómo nos movemos?
Los datos muestran que la mayor parte de los desplazamientos urbanos (60,7 %) se realizan en modos sostenibles -caminando, en bici o en transporte público-, destacando el uso del autobús con un 21,2 %. Según la encuesta, dentro de las ciudades un 36,7 % de los desplazamientos se hacen en coche. Las áreas más densamente pobladas, las distancias menores y el mejor acceso al transporte público favorecen el caminar o el uso del transporte público. Por el contrario, el uso del automóvil aumenta en trayectos más largos, de carácter metropolitano o regional, subiendo de protagonismo conforme se realizan desplazamientos más lejanos. Al aumentar la distancia en áreas metropolitanas, se incrementa notablemente el uso del coche (53,1 %). La dependencia del vehículo privado crece debido a la menor oferta de transporte público. El autobús sigue siendo una opción (22 %) y el tren comienza a jugar un rol más relevante (9,6 %). Sin embargo, cabe destacar que cuando esos desplazamientos pasan a ser regionales y estatales la cuota modal del tren aumenta hasta el 15,5 % y 18 % respectivamente, demostrando la eficiencia del transporte público en trayectos largos.
Para Greenpeace este abono único sería la mejor alternativa a los descuentos actuales que previsiblemente acabarán a finales de este año, por lo que pide al Ministerio de Transportes, que ya está estudiando esta propuesta de Greenpeace, que comience a trabajar sin demora en su implantación. "Los actuales descuentos han sido una buena experiencia piloto que ha funcionado, estamos viendo cómo el número de personas que utilizan el transporte público y los viajeros habituales no paran de crecer", ha declarado Cristina Arjona, coordinadora del área de movilidad de Greenpeace, "ahora, es necesario que se dé un paso más y tomar medidas para que el transporte público sea asequible de forma permanente y se eliminen las barreras tarifarias y administrativas entre regiones y comunidades".