Unos días después de clausurar el X Foro Solar, merece la pena levantar la vista para entender cómo éramos y cómo somos. En estos diez años hemos pasado de reunirnos apenas 150 personas en el sótano del Hotel Raphael de Atocha a llenar el Auditorio Príncipe Felipe del hotel Madrid Marriott con más de 1.250 personas. Si cogemos el programa de la primera edición del Foro Solar, que celebramos en noviembre de 2014, nos damos cuenta de cómo ha cambiado el mundo solar en tan sólo una década. Es curioso ver cuáles eran los temas que tratábamos entonces y compararlos con lo que hemos hablado en los últimos días. Los títulos de las mesas de 2014 hablan por sí solos: ¿Qué futuro hay para las empresas fotovoltaicas españolas?; ¿Es posible restaurar la seguridad jurídica en España?; Autoconsumo, ¿utopía o realidad?
Aquel primer Foro Solar abordaba su nacimiento remando con el viento político en contra. La única presencia oficial fue la del director general de Energía de… la República de Ghana. Diez años después, no solo hemos contado con la presencia de Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, de consejeros de varias comunidades autónomas y de directores generales del Ministerio, sino que hemos sido testigos de cómo la vicepresidenta tercera del Gobierno de España reafirmaba su compromiso con todo un sector, manifestando su intención de convertirlo en señero de Europa.
En un contexto en el que Red Eléctrica acaba de anunciar que la fotovoltaica ha alcanzado los 23 gigavatios de potencia instalada acumulada en España solo en proyectos en suelo, y más de 5,2 gigas de autoconsumo, ya no hablamos de utopías, sino de realidades, y podemos afirmar claramente que somos la tecnología líder de generación renovable no sólo en nuestro país sino también a nivel mundial.
Porque somos un sector que hace las cosas para que las cosas cambien, que está en permanente proceso de adaptación a las nuevas condiciones que marca este mundo en movimiento. Así lo hemos demostrado en una década en la que hemos sufrido una pandemia mundial, una guerra a las puertas de Europa y una emergencia climática con efectos devastadores.
Nuevo paradigma, nuevos desafíos
Por ello, y ante este nuevo paradigma, debemos hacer frente a una serie de desafíos para seguir aportando el valor añadido que todo un país espera de nosotros. Ha llegado el momento de hablar de almacenamiento, hidrógeno renovable, de cuellos de botella administrativos y de un empleo inclusivo que genere oportunidades para toda la ciudadanía. La vicepresidenta Ribera afirmó durante la inauguración del X Foro Solar que las tramitaciones administrativas no son el principal obstáculo para nuestra tecnología.
Y en la Unión Española Fotovoltaica estamos plenamente de acuerdo con ella. En UNEF creemos que el gran reto es generar una receptividad social positiva, que solo podremos conseguir haciendo nuestro trabajo con la excelencia suficiente como para lograr la mayor integración posible de la fotovoltaica con el entorno social y natural.
En el corto plazo, el sector tiene una importante preocupación con la necesidad de prorrogar el hito de la Autorización Administrativa de Explotación. Ante la situación de incertidumbre, desde UNEF consideramos imprescindible una ampliación de veinticuatro meses para este hito, sin que ello tenga que suponer ningún tipo de carga para los proyectos. Todo debe ser lo más simple y sencillo posible para completar en el menor tiempo y con las máximas garantías la transición energética.
Frente a la incertidumbre, subastas
En este X Foro Solar también hemos visto el gran apetito que sigue habiendo por los mecanismos de mercado, a pesar de la incertidumbre existente en las previsiones de evolución de los precios eléctricos. Para resolver esa incertidumbre, las subastas se plantean como una solución. Y desde UNEF, esperamos y confiamos en que se convoquen a la mayor brevedad posible.
No podemos olvidarnos tampoco de lo imprescindible que resultan los concursos de capacidad en un contexto de una importante capacidad aprobada y ante la ambiciosa revisión que han sufrido los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.
Como consideramos que todavía nos queda mucho por aportar a esta sociedad, sumar cuantos más apoyos políticos e institucionales sea posible se plantea como una tarea imprescindible para lograrlo. Alcanzar una transición energética justa y sostenible es un trabajo en equipo en el que todos –instituciones, empresas, medios de comunicación– desempeñamos un rol fundamental.
No se trata solo de ganar esta carrera, sino de asegurarnos nuestro futuro y el de las próximas generaciones. En esta línea, nuestra mejor herramienta para conseguirlo es el Sello de Excelencia en Sostenibilidad UNEF que ya cuenta 36 proyectos certificados, además de otros 20 en proceso de lograrlo.
Tampoco debemos bajar la guardia respecto al contenido local de los proyectos, fundamental para impulsar las inversiones industriales en nuestro país.
Solar Marca España
Conseguir que en España se fabriquen paneles fotovoltaicos debe ser entendido como una reserva estratégica tecnológica para que, ante una nueva distopía como las que nos hemos encontrado en esta última década, podamos continuar nuestro proceso de transición energética, además de una fórmula de ganar consensos sociales a partir de la generación de riqueza y empleo.
Si hablamos de autoconsumo, es importante entender el momento actual que vive el sector sin alarmarse demasiado: nos encontramos ante una fase de consolidación. En este contexto, debemos entender 2022 como un año atípico, un año pico, en el que registramos un crecimiento espectacular causado por motivos coyunturales como los altos precios de la energía o las subvenciones comprendidas dentro de los Fondos Next Generation. Este año vamos a ver cómo el sector industrial va a seguir apostando por el autoconsumo, aunque ya podamos afirmar que veremos un fuerte descenso en el residencial.
Este cambio de tendencia implica para las empresas un nuevo desafío: es el momento de apostar por la calidad en las instalaciones y de generar soluciones más creativas que aporten un valor añadido a la ciudadanía. También, el compromiso político con el autoconsumo va a ser clave. Si queremos llegar a la consecución de los objetivos que marca el Plan Integrado de Energía y Clima respecto a autoconsumo (19.000 megavatios), hay que encontrar nuevas fórmulas que incentiven de una manera más ágil a la sociedad española a seguir apostando por él, como pueden ser las desgravaciones fiscales.
Y aunque el autoconsumo ya no tiene nada que ver con la utopía que planteábamos hace diez años, todavía nos encontramos ante barreras que resolver: los sistemas antivertido de excedentes, ese derroche para el país de una energía limpia y barata que perdemos cada día, las barreras que todavía existen al autoconsumo colectivo, la correcta diferenciación entre baterías virtuales y baterías reales o el impulso de las comunidades energéticas son algunas de ellas.
Para enfrentarnos al nuevo paradigma en el que nos encontramos, no podemos renunciar al almacenamiento y es que ya no se entiende un sector fotovoltaico sin baterías. Para ello, desde UNEF creemos necesario establecer un marco regulatorio, pagos por capacidad y ofertas integradas en las subastas para comenzar a impulsar el almacenamiento a gran escala. Para abordar la próxima década del Foro Solar vamos a seguir trabajando para que, cuando se tomen decisiones, se conviertan en acciones, que generen consecuencias y que esas consecuencias se transformen en verdaderas oportunidades para España.