«Estamos viviendo una emergencia climática que cada día vemos como una realidad más dura. Y nuestro sector es claramente un aliado para luchar contra estas circunstancias.
Y lo hacemos con energía limpia y competitiva, lo cual, al final, ayuda a la generación de la riqueza.
Los datos lo van demostrando, el año pasado fueron más de 4,7 los gigavatios instalados en nuestro país, junto con 2,5 GW en energía en autoconsumo. 200.000 empleos directos, indirectos e inducidos a lo largo de todo el territorio español. Muy importante esto el mencionarlo, muy distribuidos, por tanto, generando también riqueza muy distribuida.
Se ha incrementado el almacenamiento. Durante el año pasado, una de cada tres instalaciones domésticas se hizo con almacenamiento. Y todo eso significa también por supuesto un incremento importante en la aportación de la energía solar fotovoltaica al mix energético, que alcanzó el 10% en 2022 y va camino de alcanzar el 20% en 2023.
Todo esto también lo aporta nuestra industria. Hemos incrementado un 80% nuestras exportaciones, hasta alcanzar los cerca de 5.000 millones de euros.
El resultado es un trabajo de todos, intenso, puesto al servicio de acelerar esta transición energética. Y lo hacemos además escuchando a la sociedad, procurando que el despliegue de la fotovoltaica se realice siguiendo los más altos estándares de sostenibilidad social y ambiental, para que de esta manera se beneficien el entorno y la ciudadanía.
Trabajamos para tener un mejor país y que nuestros ciudadanos vivan mejor. En esta línea, es un orgullo poder decir que ya hay más de 30 proyectos de energía solar que tienen el Sello de Excelencia en Sostenibilidad UNEF, un sello pionero. Yo diría que... desde luego en Europa no conocemos ningún equivalente. Por todo ello, y con todo esto, España es un ejemplo a seguir por Europa en la producción de energía solar, lo que nos permite tener precios más competitivos en el mercado eléctrico, que nos permite combatir la emergencia climática y transformar nuestra sociedad hacia un modelo más justo y sostenible.
Y esto lo hemos hecho entre todos: la administración, con la que hemos trabajado eficazmente en los últimos años; las empresas; y todas las instituciones que hay alrededor de nuestro sector.
Pero bueno, yo creo que es importante también mirar al futuro a partir de la perspectiva del pasado y tenemos que abordarlo para seguir minimizando los riesgos y maximizando las oportunidades. Oportunidades que nos permitan acelerar la transición energética de forma que se realiza en el menor tiempo posible.
En el año 2023 un número importante de proyectos fotovoltaicos recibieron una respuesta favorable en relación a su declaración de impacto ambiental. Proyectos que se desarrollaron de forma intensa por el Ministerio para la Transición Ecológica y por las autoridades autónomas.
Agradecemos este esfuerzo porque fueron muchos proyectos y muchas experiencias.
También se ha revisado el alza en la propuesta del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima hasta 76 gigavatios en 2030 de potencia solar. Es una apuesta ambiciosa, pero que respaldamos, que compartimos, y además agradecemos que se haya apostado por la energía fotovoltaica de esa forma. Para conseguirlo contamos con un sector maduro y preparado.
Entendemos la responsabilidad que supone alcanzar esta meta y además hacerlo bien.
Pero, por supuesto, todavía nos quedan una serie de riesgos e incertidumbres. Quizá una de las principales es el plazo que tenemos para construir los proyectos que han sido autorizados o que están en camino de ser autorizados a lo largo de estos meses que nos quedan del año.
Agradecemos la extensión que se hizo a lo largo del mes de julio para conseguir la autorización administrativa de construcción, que era necesaria para poder hacer las modificaciones que tenían que llevar a cabo esos proyectos. Pero si de verdad queremos aprovechar este esfuerzo y que una gran parte de esta potencia se conecte a la red, es importante prorrogar la fecha tope de puesta en marcha.
Nosotros consideramos que esa prórroga debería ser de al menos dos años para garantizar una entrada ordenada de esta potencia, que además beneficia a la industria nacional, que permita una generación de empleo sostenible, que permita la financiación de estos proyectos, en conjunto que permita que todo esto se lleve a cabo en beneficio también de nuestro desarrollo económico. Y además pensamos que esta prórroga no debe tener ninguna barrera ni sobrecoste adicional. Se ha hecho mucho esfuerzo por parte de la Administración, como he mencionado antes, y es importante que no desperdiciemos ese esfuerzo.
También pensamos que hay que seguir trabajando en las subastas, hay que trabajar en cómo mejorarlas. Es importante conocer la convocatoria de las mismas e, idealmente, la potencia que va a dar cada convocatoria y que se cumplan las condiciones para maximizar la participación de las empresas.
Apostamos siempre por que haya unas condiciones especiales para la energía distribuida. Muchas veces los proyectos pequeños no pueden competir en igualdad de condiciones los grandes proyectos y al final se genera una cierta discriminación negativa, por lo tanto hay que darle cierta prioridad a la concesión de puntos de conexión y tener unas subastas específicas para los mismos.
También me gustaría mencionar los mecanismos de capacidad. Es importante correr esa rueda en marcha e inscribir un calendario para que las empresas que están haciendo esfuerzos en el desarrollo sepan dónde enfocarlos para que seamos todos más eficientes en el uso de nuestros recursos.
Tenemos que abordar de manera ambiciosa el reto que se supone una mayor implementación de los sistemas de almacenamiento e hidrógeno verde en los proyectos de energía solar (...). Es importante el incremento de la demanda eléctrica de industrias que también generan valor, como es el hidrógeno verde, u otras industrias, electrointensivas, que podemos atraer a nuestro país con la electricidad solar barata que generamos.
El almacenamiento asociado a la energía solar nos permite descarbonizar el mix en horas que no hay sol. Estamos seguros que en los próximos años la batería y otros sistemas de almacenamiento van a ser imprescindibles, como hoy lo son los propios paneles solares. Tanto en instalaciones grandes, como en instalaciones de autoconsumo. De ahí también tenemos que avanzar en la regulación de nuestras baterías en las instalaciones domésticas.
Es fundamental que se eliminen barreras que ralentizan el despliegue rápido, eficiente y económico de los sistemas de almacenamiento. Tenemos que permitir ir más rápido con la regulación del almacenamiento, flexibilizar los criterios de acceso y conexion, facilitar las instalaciones de almacenamiento y su tramitación dentro de las instalaciones de generación que ya existen y, por supuesto, generar un régimen retributivo que permita la sostenibilidad y dé señales de precios adecuadas para que los inversores puedan tomar estas decisiones de inversión.
El autoconsumo sigue siendo clave y hemos vivido un crecimiento muy importante a lo largo del año 2022. Pero no podemos pensar que estos volúmenes, este pico que se alcanza en 2022 es la realidad de nuestro mercado anual. Se han dado unas circunstancias a lo largo del año pasado, una subida importante del precio de la energía, y además con mucha repercusión mediática, y por otro lado el desarrollo de las ayudas Next Generation.
En el año 23 estamos viviendo, en algunos casos, una estabilización del consumo, incluso un decrecimiento del ritmo de instalaciones, sobre todo en residencial. Creo que todos tenemos que trabajar y hacer reflexión para ver cómo podemos seguir impulsando el autoconsumo para poder conseguir cumplir los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima también de la hoja de ruta del autoconsumo. Eso tenemos que trabajar entre todos.
Sería deseable, hemos visto algunos anuncios, ampliar el paquete de subvenciones Next Generation, también considerar que los incentivos fiscales ayudan y serían necesarios sobre todo en el segmento residencial. También solucionamos vertidos cuando colocamos máquinas para no evacuar la energía excedentaria del autoconsumo.
La solución que hemos propuesto es que no haya que pasar por el procedimiento de acceso y conexión dentro de la potencia contratada.
El autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas son dos herramientas importantes. Tenemos que seguir trabajando en ellas. Todavía no estamos consiguiendo el nivel de implementación que desearíamos. Hay que seguir trabajando en la concienciación de las comunidades latinas, de las poblaciones, pero también en ciertas barreras que están ralentizando su desarrollo.
Sin duda todo esto, como decía antes, es una oportunidad económica y tenemos una oportunidad industrial. El desarrollo de la energía fotovoltaica es una oportunidad para nuestro país. Tenemos que trabajar en esta reindustrialización.
Tenemos ya una parte importante del coste de una planta solar, que lo producimos en España, alrededor del 65%, pero queremos llegar a subir este porcentaje, llegar a que prácticamente la totalidad de los equipos se produzcan en nuestro país. Y quizás este es el principal reto en el que hoy nos encontramos.
Queremos conseguir la industria nacional junta pueda desarrollar esa tecnología y esa capacidad de fabricación para producir principalmente los paneles que además nos blinden de vaivenes de inestabilidad internacional y que no pongamos en riesgo nuestro transición energética por no tener el suministro de paneles.
Estamos muy esperanzados con el programa Next Generation para desarrollar la industria nacional.
Pero además queremos atraer industria electrointensiva a nuestro país, que venga buscando energía limpia y barata. Y además... que nos ayuden a estabilizar la demanda eléctrica en las horas de producción de energía solar para dar también estabilidad a los precios.
Nuestro trabajo no acaba aquí. Han sido 10 años, los primeros de otros muchos en los que vamos a seguir dialogando entre todos (...). Gracias a todos los más de 500 expertos que han participado a lo largo de estos 10 años en el Foro; y gracias también a todos los medios de comunicación que nos han acompañado, en las mesas, en el diálogo y dando cobertura a la actividad que hemos ido desarrollando»
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