El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2030 tiene sus luces y sombras, según la Fundación, que da su visto bueno a la apuesta que hace por las energías renovables (que deben alcanzar la cuota del 81% de la generación eléctrica en 2030); pero lamenta que fije un porcentaje de reducción de emisiones del 32% para 2030 (muy por debajo del objetivo del 55% establecido por Bruselas); y plantee un objetivo "incomprensible" para el hidrógeno (12.000 megavatios de electrolizadores para obtener hidrógeno renovable), desoyendo las advertencias de los expertos.
"El propio Tribunal de Cuentas de la Unión Europea señaló el pasado mes de julio -recuerdan desde la Fundación- que las inversiones previstas para esta tecnología no se estaban basando en un análisis sólido ni realista".
La Fundación lleva tiempo denunciando el riesgo que supone sobrefinanciar la producción de hidrógeno: "consideramos que esta fuente de energía debe utilizarse únicamente allí dónde la electrificación no puede llegar, es decir, producción industrial y transporte pesado; es incomprensible que el plan contemple grandes inversiones en esta fuente de energía y que Enagás, gestor técnico del sistema de gas de España, esté más cerca de la especulación que de la realidad tecnológica del mercado". El riesgo que vislumbra la Fundación, y muchos otros actores del sector, es el de varamiento de los activos.
Objetivos sobredimensionados
Según refleja la Fundación Renovables en su informe, España está "sobredimensionando sus objetivos para la producción de hidrógeno a nivel nacional y regional". El Miteco -según el análisis- proyecta a través del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) instalar 12 GW de electrolizadores a finales de década, "sin tener prevista la demanda real ni los sectores concretos a los que se dirige". Además, desde la FR señalan que el documento actualizado el año pasado por el Gobierno "no liga los objetivos de la molécula verde con los de potencia renovable, ya que en ningún apartado indica qué porcentaje del parque renovable se destinará a producir este vector energético".
Según sus estimaciones, para cumplir el objetivo de 12 GW de electrolizadores "se debería destinar 51.000 hectáreas de territorio a instalaciones renovables para producir hidrógeno" y, además, "haría falta usar 13 hectómetros cúbicos de agua al año", un dato que equivale al consumo diario de agua urbana en toda España, aseguran.
Enagás, objetivos disparatados
Si las proyecciones del Miteco resultan optimistas, los datos de Enagás están "alejados de toda realidad", completamente "desajustados" del Pniec y "sobredimensionados". La empresa –que es la gestora pública de todo lo relativo al hidrógeno en España– pronostica un potencial máximo de 74,3 GW de electrolizadores en España para 2030. Para llegar a cumplir este objetivo, España debería destinar más del 100% de la potencia renovable instalada en la actualidad únicamente a producir hidrógeno.
Con estos datos, y según la Fundación renovables, "habría que ocupar entre 396.000 hectáreas y 552.000 hectáreas con instalaciones renovables destinadas a producir hidrógeno". Esto supera el tamaño geográfico de toda la Comunidad Autónoma de La Rioja y equivale a ocupar "hasta un 2,3% del territorio español para producir hidrógeno". Por lo que se refiere al uso de agua, se emplearían anualmente 176 hectómetros cúbicos, "el equivalente al consumo anual de agua de todo el País Vasco".
Por otro lado, cabe destacar que las proyecciones del Miteco (12 GW de electrolizadores) contrastan con las de sus vecinos, Francia y Portugal, que planean una capacidad de 6,5 GW y 5,5 GW respectivamente. Ambos países suman juntos la misma capacidad instalada de electrolizadores para 2030 que la prevista por España en el PNIEC.
El tamaño importa
Los objetivos planteados por el Miteco y Enagás "están alejados de la demanda real que se puede esperar de aquí a cinco años", subrayan los autores del informe. El hidrógeno verde es una tecnología emergente que "aunque es necesaria, y muy útil para la transición energética" este informe demuestra "que el tamaño de los proyectos también importa, sobre todo por su impacto a nivel local".
El ejemplo claro es la comparativa entre dos parques hidrogeneros planteados en la Comunidad Autónoma de Aragón: Pillar y Catalina.
El primero de ellos plantea una capacidad de hasta 60 MW, que requerirían emplear el 4% de la generación renovable actual de Zaragoza. Frente al proyecto zaragozano aparece Catalina, que pretende convertirse en un hub de hidrógeno, para consumo lejano y exportación internacional, con una capacidad de 2.000 MW que -según la Fundación Renovables- "conllevaría duplicar la generación renovable de todo Teruel y destinar el 10% del consumo de agua anual de Aragón".
La Fundación Renovables alerta con su informe sobre el riesgo que supone hinchar y sobredimensionar las proyecciones de una tecnología esencial para descarbonizar sectores clave, como la industria. El hidrógeno no puede estar sujeto a lógicas especulativas y debe plantearse un escenario realista y ajustado a la realidad de la demanda, ubicando los proyectos junto fábricas que puedan usarlo, evitando así construir una red de transporte por toda la geografía española.
En resumen
El Pniec, entendiéndolo como una actualización de los datos de la Hoja de Ruta del Hidrógeno es, para la FR, más consecuente en cuanto al cumplimiento de los objetivos, ya que los resultados obtenidos son coherentes con la electricidad demandada y la capacidad de renovables a 2030. No obstante, el ritmo anual de instalación de electrolizadores hasta 2030 sería de 1.800 MW para alcanzar la cifra de 11 GW, lo que obligaría a aumentar y acelerar la instalación de capacidad renovable. Por ello, sostienen que existe cierta duda de que en 2030 hayamos alcanzado esa cifra, sobre todo porque el hidrógeno verde actualmente "no puede competir con el gris, salvo con elevadas subvenciones a la producción", como en el caso de las subastas europeas a proyectos puntuales.
Sobre la Call for interest de Enagás, con los resultados extraídos en los diferentes análisis, se ha demostrado que los objetivos de previsión de capacidad de electrólisis en cada uno de los escenarios "son inviables", aseguran, además de "distópicos, por diferentes razones". Incluso en el escenario base, FR señala que cubrir la alta demanda eléctrica requerida por los electrolizadores haría que se tuviera que ocupar una gran parte del territorio a nivel local para desplegar las renovables necesarias para la generación. Por tanto, el sobredimensionamiento en la producción de hidrógeno verde de Enagás, "es una clara señal de que la nueva red troncal de hidrógeno propuesta será en un futuro un activo varado y sin rentabilidad", sin apenas "cubrir la capacidad necesaria de transporte ante la muy improbable consecución de los objetivos".