Según la organización ecologista, "ha perdido el interés particular de la gran empresa Iberdrola de que los costes económicos del derribo de la presa recaigan injustamente en las arcas públicas del estado y la ciudadanía". En concreto, la demolición de la vieja presa de Los Toranes sintoniza con leyes europeas como la Directiva Marco de Agua y la Ley de Restauración de la Naturaleza.
Existe un consenso científico europeo e internacional sobre que la eliminación de barreras físicas innecesarias en los ríos mejora "significativamente" la calidad de sus aguas, los metabolismos fluviales y sedimentarios, la flora y fauna de los ríos, al tiempo que beneficia a las especies y biodiversidad de sus riberas y entornos ambientales, explican los conservacionistas.
Por ello, Ecologistas en Acción se felicita porque "se ha impuesto el interés público frente a los intereses privados de Iberdrola. La sentencia del Tribunal Supremo hace cumplir la legalidad estatal y europea en materia de aguas, ríos y presas". Una sentencia que según la organización conservacionista pone por delante "la defensa del interés público y colectivo en favor de la biodiversidad y la salud del Alto Mijares, que es la fuente de bienestar, de la economía, la ecología y la belleza del valle de Olba".
Motivos que avalan la demolición
La eliminación de centenares de presas obsoletas en EE.UU. y en otros países ha supuesto grandes beneficios para la recuperación ecológica y vitalidad de los ríos, lo que, a su vez, repercute en los ecosistemas de los territorios y en las poblaciones locales. En concreto, los hechos relativos a la presa turolense, a sus daños y perjuicios ecológicos y socioeconómicos son "contundentes", subraya Ecologistas en Acción.
1) La función fundamental de esta gran presa y su central eléctrica situada en la cabecera del valle de Olba ha sido la producción eléctrica. Este corto tramo del río Mijares padece una sobreregulación causada por la saturación de infraestructuras de producción eléctrica (tres centrales eléctricas, una gran canal y canalizaciones que sustraen la mayoría de las aguas naturales del río para turbinarlas).
2) La presa de Los Toranes corta la continuidad del río, daña e impide los metabolismos materiales sedimentarios y malogra la biodiversidad de su fauna fluvial. En cambio, con la demolición de la presa, junto con la protección y recuperación de la vida del río, su belleza natural y la economía local mejorarán sustancialmente.
3) La presa y la central eléctrica apenas han producido electricidad en sus últimos 10 años de explotación a causa de la antigüedad de las instalaciones. El valor de su producción eléctrica es ínfimo. Tampoco puede considerarse "energía limpia" a causa de las huellas de destrucción ecológica sobre la vida y biodiversidad del río Mijares.
4) Ninguna concesión legal de toma de agua para el regadío ha tenido importancia para los pueblos del alrededor. Las concesiones de agua para las acequias del municipio de Olba nunca han tenido nada que ver con las instalaciones hidroeléctricas de Iberdrola de la Presa de Los Toranes.
5) El embalse de la presa de Los Toranes nunca ha sido un recurso importante o de utilidad para el abastecimiento de agua en la lucha contra los incendios, puesto que hay un embalse mucho más grande (el embalse de Arenoso) a unos 15 kilómetros río abajo.
6) Iberdrola ha declarado en los procedimientos judiciales que no tenía interés en renovar la concesión de explotación eléctrica de la presa. Además, ninguna empresa privada o pública ha manifestado tener interés ni ha presentado un proyecto de inversión y explotación para las instalaciones hidroeléctricas de la presa y la central eléctrica de Los Toranes.
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