Luis Crespo es el máximo representante de la industria termosolar española y, así mismo, presidente de la European Solar Thermal Electricity Association, la patronal euromediterránea del sector, la más importante del mundo. Doctor Ingeniero Aeronáutico y Sociólogo, Crespo se pasa la vida volando de aquí para allá para representar al sector ora en la India, ora en Bruselas o el norte de África. Hace veinte días, le preguntamos qué opinaba sobre el resultado que había arrojado la subasta del 17 de mayo, esa que el ministro había presentado como "tecnológicamente neutra", pero que acabó convertida en una subasta casi exclusivamente eólica.
El que hace la norma...
En realidad, ya lo habían anunciado todos los expertos cuando leyeron las reglas de Nadal, las reglas que el ministro ideó para regular esa convocatoria. Sí, todos los expertos presagiaron lo mismo: si las reglas que proponía el Ministerio a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia quedaban como estaban, la eólica se llevaría el gato al agua (todos los gatos) por muy "tecnológicamente neutra" que se dijese la subasta. Y así ha sido: la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia revisó las reglas; las criticó muy duramente -su informe apuntaba deficiencias en materia de transparencia y de libre competencia-, pero el Ejecutivo hizo caso omiso.
La subasta se celebró y el resultado es de todos conocido, por muy mucho que Nadal y compañía se afanaran en insistir en su presunta neutralidad tecnológica, neutralidad que iba a permitir -decían desde el Ministerio- "competir en igualdad de condiciones a las distintas tecnologías renovables". ¿Resultado? 2979 a 1. Justo después de esa subasta, en fin, entrevistamos a Crespo. En ese momento, el Gobierno ya había anunciado que convocaría otra subasta. Ayer lo hizo. A falta de ultimar detalles, las normas de la nueva subasta parecen calcadas de la anterior.
Pues bien, lo que reproducimos a continuación es lo que nos contaba hace unos días el presidente de Protermosolar sobre la subasta de mayo y sobre la futurible, la que ayer anunció el Gobierno (la nueva subasta tendrá lugar el próximo 18 de julio). Energías Renovables planteaba entonces a Crespo apenas tres preguntas. Muy concretas. Estas son sus respuestas.
1. Valoración de los resultados de la subasta de los 3.000 MW.
«Creemos que el resultado de las adjudicaciones no es lo más conveniente para el sistema eléctrico español. Además de los impactos en la reducción de la remuneración de los parques eólicos existentes y de otras tecnologías, no aporta la necesaria sostenibilidad hacia la transición a un sistema con una participación cada vez mayor de energías renovables. Nuestro sistema eléctrico necesita centrales gestionables, con almacenamiento, ante los escenarios de cierre cercano de centrales de carbón en España y Portugal y, a medio plazo, de los ciclos combinados y de las nucleares».
2. Expectativas respecto de la nueva subasta.
«Aunque en la anterior subasta se mantenía la ficción de una neutralidad tecnológica (que en modo alguno era una imposición de Bruselas) poniéndose a competir en la misma convocatoria productos distintos, con un valor operativo y de capacidad tan diferenciados como los de las centrales termosolares frente a energías fluyentes y que no daba ninguna opción a la tecnología termosolar, esta nueva subasta está exclusivamente dirigida a Fotovoltaica y Eólica, con lo cual, otras tecnologías esenciales para el sistema han sido directamente excluidas».
3.¿Tiene Protermosolar un modelo de subasta? ¿Cuál?
«Quevedo y Machado ya decían que “solo el necio confunde valor y precio”. Yo creo que tenemos que pedir a los responsables energéticos mayor rigor en el análisis de lo que necesita nuestro sistema eléctrico a medio y largo plazo, para que se planifique el parque generador racionalmente, especialmente ante el escenario de las retiradas de capacidad que tendrán lugar en los próximos años y la seguridad de que no se instalará en España ninguna nueva central de carbón, nuclear ni de ciclo combinado.
El criterio del mínimo coste para alcanzar los objetivos renovables en 2020 es sencillamente miope, además, lo que parece barato a corto plazo puede resultar caro a la larga. Por ello, dado que el mix para 2025 - 2030 tenemos que empezar a planificarlo y construirlo ahora, es indispensable que se abra una oportunidad específica para las centrales termosolares que, además de su aportación a la gestionabilidad del sistema y a la estabilidad de la red, tendría un impacto relevante en nuestra economía y en el mantenimiento de la posición de liderazgo de nuestras empresas en el creciente mercado termosolar mundial. Las subastas por tecnologías, como ocurre en la mayor parte de los países de la UE sería lo más adecuado para gestionar óptimamente este critico momento de cambio de modelo de generación.
Las centrales termosolares son hoy en día la solución más barata para la generación gestionable y con almacenamiento de varias horas. En concursos internacionales ya se están produciendo ofertas por debajo de los 10 c€/kWh lo que las sitúa como una alternativa competitiva y conveniente en téminos de valor para el sistema».
Anexo
Ah, y un apunte sobre lo sucedido en la CNMC y el modus operandi del Ministerio de Nadal
El Ministerio de Energía elabora borradores de Orden, o borradores de Real Decreto, o borradores de Resolución de Convocatorias de Subastas, borradores previos a los textos que finalmente aprobará. Una vez elaborados, los envía a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para que esta los evalúe. La Comisión los evalúa efectivamente (es su obligación), y plantea propuestas de mejora si ha lugar. Y, por fin, el Ministerio acepta las recomendaciones de la Comisión, o no las acepta (los informes de la CNMC son preceptivos, pero no son vinculantes).
Pues bien, en este caso (en el caso de la subasta) el Ministerio no ha guardado siquiera las formas (modus operandi) y... oh, sorpresa: aunque pidió los informes a la CNMC, al final publicó antes de recibirlos, tanto la Orden (que detalla el procedimiento y las reglas de la subasta), como la Resolución (que concreta la fecha y otros asuntos relacionados con la convocatoria de esta). La Orden la publicó en el Boletín Oficial del Estado el 6 de abril. La resolución la publicó el día 10. Los informes fueron publicados después de ambos BOEs. Toda la historia la contamos aquí.
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