La mesa que abría la jornada de clausura del I Foro Solar Español había suscitado una gran expectación. ¿Motivo? El tema objeto de escrutinio era el autoconsumo. ¿Protagonistas? Torres (UNEF), Bañón (Unesa), el mediático Jorge Morales de Labra (director de la empresa Geoatlanter), David Miguel Ortega (OCU) y el presidente de la Fundación Desarrollo Sostenible. El primero en hablar ha sido Torres (UNEF), que ha pronunciado un discurso muy explícito desde el minuto cero: "el autoconsumo es económicamente viable; ahora bien, sin regulación... es virtualmente imposible".
Y ahí estamos... sin regulación. Porque el Partido Popular -que hoy cumple tres años desde que arrollara en las urnas el 20N- no ha sido aún capaz de alumbrar un Real Decreto que lo regule. Es más, el borrador de RD que el Ejecutivo publicara en julio de 2013 -el que incluye el famoso peaje de respaldo (el conocido como "impuesto al sol")- sigue siendo no más que eso: un borrador. Eso sí, la amenaza que entraña -el futurible impuesto- ha funcionado, disuasoria, y los autoconsumidores potenciales no acaban de atreverse a apostar por esta vía de ahorro -el autoconsumo es esencialmente eso-, y no acaban de hacerlo porque hay miedo de que, si mañana el Ejecutivo aprueba ese impuesto, instalaciones ahora amortizables en unos pocos años acabarán no siéndolo hasta pasadas tres décadas.
Balance neto
Torres, además, ha apostado decididamente por el autoconsumo con balance neto (esta fórmula se refiere a lo siguiente: la instalación solar fotovoltaica (FV) genera electricidad que el usuario autoconsume instantáneamente cuando está en casa, y genera también kilovatios cuando el autoconsumidor está fuera del hogar; en este caso, la electricidad solar es vertida a la red; y, al final de un período acordado, se hace un balance y se le asigna un valor a los kilovatios que generó esa instalación y que fueron vertidos a la red porque no fueron autoconsumidos instantáneamente). "Tenemos que defender -ha dicho Torres explícitamente- una legislación de autoconsumo con balance neto, como la que tienen ya muchos países. O sea, que no hace falta hacer ningún experimento regulatorio. No hace falta inventar nada. Porque esa regulación ya es una realidad -ha insistido Torres- en cuarenta estados de los Estados Unidos, en Italia, en Reino Unido..." (y en Alemania, Australia, Japón...). "Nos tienen que valorar sí o sí el 100% de lo que generemos. Habrá que ver, habrá que estudiar cómo se valora, pero tienen que valorarlo. Eso es lo que pedimos -ha concluido el director de Regulación de UNEF-, una legislación justa que valore el 100% de la producción". (Ahora mismo, los autoconsumidores que están vertiendo a red sus excedentes no reciben por esos kilovatios retribución alguna, o sea, que están regalando esa electricidad al sistema).
Incertidumbre y miedo
El problema con el que se encuentra el autoconsumo presenta, pues, una doble dimensión. Por una parte, sigue sin saber a qué atenerse, sigue sin estar regulado (y la incertidumbre nunca ha sido buena señal para el inversor), y, por otra, está además amenazado por un RD que incluye el denominado "peaje de respaldo", que no es sino un impuesto que quiere imputar el Ejecutivo Rajoy a todos los kilovatios que genere el autoconsumidor: a los que vierta a la red... y a los que consuma instantáneamente. Torres ha dicho que la tecnología FV es "disruptiva", que ha reducido muchísimo sus costes en los últimos cinco años, y que, por eso -por su cada vez mayor competitividad-, estaría siendo atacada por el establishment, que estaría viendo en ella una competidora cada vez más peligrosa. "Las utilities -ha dicho- quieren ganar tiempo para rediseñar sus estrategias", en lo que ha sido entendido como una acusación directa a Unesa, que estaría detrás del peaje de respaldo que ha propuesto el Ejecutivo en su borrador de RD, un peaje (impuesto) que está teniendo un gran efecto disuasorio, pues neutraliza buena parte del ahorro que produce cualquier instalación de autoconsumo: "si genero equis kilovatios, pues equis kilovatios que no tengo que comprar; ahora bien, si me gravan esos kilovatios... pues entonces...".
La FV, más barata cada día, ergo más competitiva
En lo que a los costes se refiere, el director de Desarrollo de Mercado y Regulación de UNEF ha repasado los informes que varias consultoras internacionales han publicado en las últimas semanas. Lazard, por ejemplo, publicó en septiembre un estudio sobre el Levelized Cost Of Energy (LCOE) de la generación fotovoltaica (LCOE es una magnitud que viene a recoger la inversión en activos, el coste del capital, el coste del combustible, los costes de operación y la vida útil de la instalación generadora). Pues bien, ahora mismo -señala Lazard-, en muchos lugares del mundo el LCOE de la FV estaría por debajo del LCOE de la nuclear, por ejemplo. La consultora dice -ha explicado Torres- que el megavatio hora de FV oscilaría entre los 72 y los 86 dólares, mientras que el de la nuclear nueva estaría entre los 124 y los 132; el ciclo combinado de gas, entre los 61 y los 87. Torres también ha aludido a un reciente informe de la Unión Europea -Subsidies and costs of EU energy-, según el cual el coste hoy de la nuclear no nueva estaría en los cien euros (sin incluir el coste de residuos); el del gas, en torno a los cien; y el del carbón rondaría los 75; mientras que la fotovoltaica ya presentaría una horquilla de entre 100 y 115 euros, es decir, que estaría a un paso de ganar la carrera.
El discurso Unesa/PP
A continuación, ha intervenido el director de Regulación de Unesa, Alberto Bañón, quien, tras desatar toda una catarata de números tan discutibles como discutidos, ha empuñado en el Foro Solar la pieza clave del discurso de Unesa/PP, ese que se resume en un par de frases-brochazo: 1, el autoconsumidor que no quiere pagar peaje de respaldo está cargando sobre las espaldas de los que no son autoconsumidores su ahorro (los kilovatios que no consume por lo visto son perjudiciales para los demás consumidores, pues, al no consumirlos -y no pagar por ellos los peajes que entrañarían- los demás tendrían que hacerse cargo de esos costes); y 2, el peaje de respaldo no es, así, sino una medida de justicia para con todos los consumidores que no pueden autoconsumir. Jorge Morales de Labra ha recordado acto seguido lo que dijo el ministro de Industria, José Manuel Soria, hace apenas unos días en el Senado (véase Diario de Sesiones de 28 de octubre, página 12172): "si un autoconsumidor desea estar conectado al sistema mediante una infraestructura que estamos pagando todos los demás -decía Soria-, ¿qué me está diciendo usted, que se la paguemos el resto? (...) Es una figura que existe en teoría económica que se llama free rider, que es consumir sin pagar, pagándoselo el resto".
Lo que valen los "no kilovatios"
O sea, que Industria y Unesa se calcan. En todo caso, y volviendo al comienzo de la crónica, Bañón ha dicho -uno diría que casi se le ha escapado, al final de su intervención y en respuesta a preguntas del público-, que, "en este momento, el autoconsumo sale a cuenta". Eso sí, le saldría a cuenta al autoconsumidor, según el representante de Unesa, por el motivo señalado. A saber: todos los demás consumidores -ha venido a decir- le estarían pagando el ahorro a los autoconsumidores, pues se estarían haciendo cargo de los costes de los kilovatios que no compraría el autoconsumidor... (¿de los costes de los "no kilovatios"?). En realidad, si un autoconsumidor tiene contratada una potencia equis, paga todo lo que hay que pagar por ella, y, si consume equis kilovatios, paga todo lo que hay que pagar por todos y cada uno de ellos, o sea, que no estaría cargando esos costes más que a su propio bolsillo; además, y, por otro lado, también cabría otra lectura: los kilovatios que genera en su instalación de autoconsumo, los kilovatios que conduce por el cableado de su casa y autoconsume (por ejemplo, en su aparato de aire acondicionado), podría decirse que no son sino kilovatios que se ahorra el sistema, kilovatios que no tiene que generar, no tiene que transportar y no tiene que distribuir.
Del encaje del autoconsumo
Más allá del peaje de respaldo sensu stricto, Bañón ha presentado algunas de las ideas que maneja Unesa sobre el futuro encaje del autoconsumo y otras, más genéricas. El director de Regulación de la gran patronal eléctrica ha propuesto así, por ejemplo, eliminar de la tarifa los costes que no son necesarios para el suministro: "tenemos una forma de tarificar que genera un problema", ha llegado a decir. Bañón ha reproducido en el Foro Solar el discurso Unesa conocido: ese que se queja de que muchos de los costes que pagamos en la factura eléctrica no son costes del suministro, ese discurso que concluye con aquello de que "el autoconsumo no reduce estos costes añadidos". Lo que no dice Bañón es que el autoconsumo tampoco incrementa esos costes, como no los incrementa un electrodoméstico clase A+++ que ahorra mucho en comparación con un electrodoméstico viejo y que, consecuentemente, también va a ahorrarle unos kilovatios a su propietario (y a nadie en su sano juicio se le ocurre proponer un peaje para los propietarios de frigoríficos A+++ porque están dejando de consumir kilovatios de la red que sí llevan consigo esos peajes). De tarificación también ha hablado Labra, que ha pedido transparencia, "para saber exactamente a qué es destinado cada euro que pagamos en el recibo". Ignacio Pérez Arriaga, el autor del Libro Blanco de la Generación Eléctrica en España, que ha intervenido en otra mesa, ha venido a decir que hay que pagar un precio por el uso de las redes, pero una vez han sido identificados con precisión los factores que determinan el coste de las redes.
Doblar el precio de la potencia
Además, el director de Regulación de Unesa ha propuesto, como una de las posibles recetas para encajar el autoconsumo, "adecuar el término de potencia a los costes fijos reales (habría que duplicarlo -ha señalado-) y adecuar el término de energía al coste real de la misma para todos los consumidores" o hacer exactamente lo mismo -duplicar el precio de la potencia-, pero solo a los autoconsumidores, lo que vendría a ser otro modelo de peaje de respaldo. Con respecto a ese impuesto, pieza clave del discurso Unesa/PP sobre autoconsumo, ha hablado también largo y tendido Morales de Labra, que se ha preguntado "¿por qué los cogeneradores llevan 25 años autoconsumiendo y nadie ha hablado nunca de peaje de respaldo?". Morales de Labra ha puesto además el tradicional ejemplo de los tomates, ese que apunta lo absurdo que sería que a un hortelano que cultiva tomates en su huerta le viniese una gran superficie a cobrar un peaje de respaldo con el pretexto de que la gran superficie siempre va a estar ahí cuando el hortelano no tenga tomates.
Energías Renovables también ha tratado, en clave de lo absurdo, "la dimensión tomate del autoconsumo". Reproducimos a continuación un texto que publicamos hace poco más de un año sobre el particular y que, a la luz de lo escuchado ayer, sigue estando hoy tan vigente como entonces.
De tomates y hortelanos
«El tío Antonio compró una parcelita hace unos años –a punto estaba entonces de jubilarse- en Valdetorres del Jarama, a unos veinte kilómetros de casa. Allí cultiva el abuelo tomates que saben a tomate y calabacines y berenjenas y pepinos y ciruelas (qué buenas también). Un día andaba el hombre allí, hace unas semanas, destripando terrones de buena mañana -con cuidado, porque no anda fino de la espalda- cuando se le acercó trajeado un munícipe con carpeta y le dijo “buenos días, mi nombre es Josema Moneo, y vengo del ayuntamiento, estoy aquí para informarle de que el consejo municipal está preparando una ordenanza según la cual, en el plazo de dos meses, tiene usted que regularizar su explotación, inscribirla en un registro y empezar a pagarle, a las distribuidoras de alimentación, un cierto peaje por tomate producido". ¿Y eso por qué?, preguntó el tío Antonio estupefacto. “Pues porque esas compañías tienen muchos gastos en materia de distribución y transporte –centros logísticos, flotas de vehículos, grandes superficies comerciales- y, claro, todo eso hay que sostenerlo, digo yo. ¿O acaso no se da cuenta usted de que cada tomate que produce, señor, es un tomate que no va a utilizar esos circuitos de distribución, un tomate que no va a adquirir usted a esas compañías, un tomate que perjudica los balances de esas entidades? ¿No le parece que está siendo usted un poco insolidario además con los consumidores que no pueden cultivar tomates?”. Llegado este punto, el tío Antonio dijo “adiós-muy-buenas” al fulano de la carpeta… y siguió a lo suyo.
De regreso a casa, poco antes de mediodía, el tío Antonio paró en la gasolinera a repostar. Y allí sucedió –menuda mañanita- lo que viene a continuación. “Buenos días”, le espetó otro sujeto con carpeta al ver que el coche de Antonio no era un vehículo particularmente convencional. “Mi nombre es Alberto Comocho, ¿con quién tengo el gusto?”. Y, hechas las presentaciones, el abuelo volvió a escuchar la cantinela: “verá usted, me veo en la obligación de informarle de que el gobierno está ultimando una ley según la cual, en el plazo de dos meses, tendrá usted que regularizar su vehículo, inscribirlo en un registro y empezar a pagarle, a las distribuidoras de combustible, un cierto peaje por litro de gasolina ahorrado”. ¿Y eso por qué?, preguntó de nuevo Antonio. “Pues porque esas compañías han hecho enormes inversiones en oleoductos, refinerías y gasolineras y, claro, todo eso hay que sostenerlo, digo yo. ¿O acaso no se da cuenta usted de que cada litro de combustible que ahorra su vehículo híbrido, señor, es un litro que no adquiere a esas compañías? ¿No le parece además que está siendo usted un poco insolidario con los conductores de vehículos convencionales?”. Llegado ese punto, el tío Antonio dijo “adiós-muy-buenas” y retomó el camino.
Una vez en casa, y dejada la cesta con los tomates en la terraza, al lado de los calabacines y las ciruelas claudias (¡qué buenas también!), el abuelo Antonio echó mano del frigorífico para trasegarse a modo de aperitivo un botellín bien merecido, que, aunque ya estamos en septiembre, en Valdetorres de Jarama sigue apretando Lorenzo por las mañanas. El caso es que, al abrir la puerta de la nevera, Antonio va y se encuentra allí a un señor hecho un ovillo –con una carpeta entre las manos- que le da los buenos días y le dice: “disculpe el sobresalto, pero me veo en la obligación de informarle de que el gobierno está ultimando una ley según la cual, en el plazo de dos meses, tendrá usted que regularizar su frigorífico, inscribirlo en un registro y empezar a pagarle, a las distribuidoras de electricidad, un cierto peaje por kilovatio hora ahorrado”. ¿Y eso por qué?, pregunta Antonio con los ojos como platos. “Pues porque esas compañías han hecho enormes inversiones en redes de distribución de electricidad y, claro, todo eso hay que sostenerlo, digo yo. ¿O acaso no se da cuenta usted de que cada kilovatio hora que ahorra su frigorífico clase A+++, señor, es un kWh que no adquiere a esas compañías, un no-kilovatio que perjudica los balances de esas entidades? ¿No le parece además que está siendo usted un poco insolidario con los vecinos que aún conservan sus frigoríficos de toda la vida?”.
Llegado ese punto, el tío Antonio va y dice “vayaseustéalamierda”, cierra de un portazo el frigorífico clase A+++ y se queda pensando en el membrete que ha visto en las carpetas de aquellos tres sujetos. Dice así: Ministerio de Industria, Energía y Circo. Gobierno de España».
Nota
La propuesta de RD de autoconsumo establece un plazo de dos meses para que se registren las instalaciones de autoconsumo que ya estén en marcha en el momento de la entrada en vigor del RD. Además, el RD amenaza a quienes no atiendan los requerimientos de la administración con fuertes sanciones que van desde la supresión del suministro eléctrico hasta multas de 30 millones de euros.