El informe muestra que el suelo de la instalación, y en mayor medida el suelo bajo seguidores solares, evoluciona hacia un estado intermedio de transición, tendente hacia un ecotono entre sistemas agrarios y ecosistemas forestales, diferenciándose claramente de los cultivos herbáceos y aproximándose más a sistemas naturales más estables.
En cuanto a la fauna, señala que el abandono del uso agrícola en el suelo de las instalaciones y el mantenimiento de la cubierta vegetal espontánea natural ofrece amplias extensiones de refugio para la entomofauna, lo que genera importantes beneficios para grupos faunísticos insectívoros como quirópteros, reptiles, anfibios o aves (cuya alimentación básica es a base de coleópteros, ortópteros o lepidópteros).
De la misma manera, una reducción drástica en el uso de productos fitosanitarios genera importantes beneficios a las poblaciones animales, recuperando la normal estructura de las cadenas tróficas por medio del desarrollo de los productores.
En suma, el estudio concluye que las instalaciones fotovoltaicas pueden ser utilizadas por la fauna como refugio en diversas situaciones, tanto de forma natural por medio de la vegetación como de forma artificial por medio de la instalación de cajas nido; o usando las mismas infraestructuras de la planta.
Este informe se suma a otro elaborado por la empresa de estudios ambientales EMAT, que llega a las mismas conclusiones. Ambos estudios han sido presentados esta semana en Madrid, en el marco del Foro Solar de UNEF y en el que se abordó la relación entre la fotolvotaica y la biodiversidad en dos mesas redondas.
En la primera, que contó con la participación, entre otros ponentes, de Asunción Ruiz, directora Eejecutiva de SEO/BirdLife, se concluyó que las instalaciones fotovoltaica se están haciendo “cada vez mejor” y que la causa de que se genere confusión e inquietud en parte de la población es que actualmente hay muchos proyectos en tramitación.
Esta es una de las razones por la que todos los participantes convinieron en la necesidad de agilizar los procesos de manera que la administración descarte aquellos que no garantizan buenos criterios ambientales ni sociales y sí puedan avanzar los que sí lo hacen.
La segunda mesa puso el foco en la aportación socioeconómica de la fotovoltaica a la España rural. Dos de los alcaldes que participaron en ella destacaron el impacto positivo que ha resultado para sus municipios la experiencia de contar con plantas fotovoltaicas. Asimismo, se señaló la necesidad de que la España interior siga avanzando en el despliegue solar, siempre que se trate de proyectos garantistas en criterios ambientales y sociales, y el el gran papel que pueden desempeñar la fotovoltaica en la modernización de la agricultura.
Código de Mejores Prácticas
La Unión Española Fotovoltaica ha anunciado que va a difundir de manera inminente un Código de Mejores Prácticas para maximizar el impacto positivo que las instalaciones tienen en los municipios donde se instalan. “Somos la garantía de un futuro mejor. Es fundamental que empresas, instituciones y ciudadanía colaboremos en el éxito de una transición justa y sostenible”, señala José Donoso, director general de la asociación.
Donoso también reivindica los casos de éxito en instalación de fotovoltaica que se llevan a cabo en colaboración con los propios municipios y la Certificación de Excelencia de sostenibilidad y la conservación de la Biodiversidad en las plantas fotovoltaicas que ha lanzado la asociación este año, con el objetivo de promover y reconocer los proyectos realizados bajo los mejores criterios de integración social y ambiental.