El VIII Foro Solar de UNEF (Unión Española Fotovoltaica) ha acogido la presentación del estudio "Biodiversidad de aves y otras especies de fauna en tres instalaciones solares fotovoltaicas" por parte de Santiago Martín Barajas, director EMAT (Estudios Medioambientales y Territoriales). Encargado por UNEF, este trabajo se basa en cómo afectan las instalaciones fotovoltaicas a la biodiversidad estudiando tres plantas en funcionamiento. Martín Barajas ha resumido las conclusiones de una manera sencilla defendiendo que "las grandes instalaciones de fotovoltaica pueden ser una oportunidad para la biodiversidad, si las cosas se hacen bien".
El estudio ha estudiado la fauna que habita dentro de cada una de las tres plantas y también en el entorno que las rodean, siempre que compartieran características similares. Los resultados finales han establecido resultados diferentes en las tres plantas: en una de ellas existe la misma biodiversidad dentro y fuera de la planta; en otra hay una riqueza de fauna mayor dentro de la planta que fuera de ella; y la tercera es más pobre la propia planta que su entorno.
Una de las conclusiones destacadas por Martín Barajas es que, por ejemplo, "en instalaciones fotovoltaicas grandes -decenas o cientos de hectáreas- encontramos que pueden ser el hábitat de algunas especies animales". Otra de las conclusiones tiene que ver con el impacto sobre la biodiversidad de actividades como la agricultura, que "cada vez está más intensificada y es una actividad muy impactante”, o como la caza, en la que "no hace falta que explique el porqué". Finalmente, y a modo de conclusión general, ha defendido que a través de este estudio "hemos advertido que estas instalaciones, dependiendo del entorno, son sitios donde verdaderamente hay fauna".
Además de presentar las características del estudio, Santiago Martín también ha querido resaltar cuáles son algunas de las soluciones respecto a la relación entre fotovoltaica y biodiversidad. Para ello ha defendido que "es esencial elegir el emplazamiento y no elegir aquellos que tengan un valor intrínseco ambiental, además de hacer una gestión de la fauna adecuada y sostenible en las plantas solares". A modo de conclusión de su intervención en el foro solar ha señalado que las plantas fotovoltaicas pueden llegar a convertirse en "santuarios porque se garantizará su conservación y la fauna podrá estar tranquila, es decir, en unos años se puede conseguir que algunas instalaciones fotovoltaicas puedan ser auténticos refugios para la biodiversidad”.