La vicepresidenta del Gobierno Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, lo dijo alto y claro el jueves pasado, justo antes de inaugurar la III Cumbre nacional de Autoconsumo y Comunidades Energéticas: "sí, por supuesto. [Habrá PNIEC] en las próximas semanas. Estamos acabando de incorporar observaciones, comentarios, que mejoran nuestra propuesta. Y obviamente antes de las elecciones esto lo someteremos a información pública y, como tal borrador sometido a información pública, lo remitiremos a Bruselas". Pues bien, ER le ha preguntado a la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), a la asociación de pequeños productores fotovoltaicos (Anpier) y a la Fundación Renovables qué esperan de esa revisión. Y estas son las respuestas que nos han dejado el presidente de Anpier, Miguel Ángel Martínez-Aroca; el de la Fundación, Fernando Ferrando; y el de la sección Fotovoltaica de APPA, Ramón Penades.
• Miguel Ángel Martínez Aroca, presidente de Anpier
En la situación actual, la ambición debe ponerse en la electrificación de la demanda, que será lo que realmente pueda descarbonizar el planeta. De nada sirve introducir miles de megavatios fotovoltaicos adicionales si el consumo eléctrico no avanza, y la realidad es que retrocede. En una planificación a largo plazo todo cabe, anunciar la introducción de 10.000 megavatios ó 20.000 megavatios más de fotovoltaica puede servir para ofrecer una visión optimista y positiva de la labor que realiza nuestro país; si, además, esa expectativa se incorpora al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, dará la sensación de ser una meta bien ponderada, lo cual estimulará proyectos y será muy buena noticia para quienes suministran los materiales e instalan dicha generación. Pero la realidad es que, a día de hoy, ya vemos precios a cero en las horas solares, el almacenamiento no está maduro, la demanda de electricidad va en retroceso y el hidrógeno verde, aunque ofrece muchas luces, también arroja algunas sombras.
Ya hemos experimentado en el pasado –tanto en el sector eléctrico como en otros ámbitos, como infraestructuras o dotaciones públicas– proyecciones a futuro muy alegres, que sirvieron para realizar anuncios grandilocuentes de buena gestión y prometedoras perspectivas, los cuales motivaron grandes desarrollos; pero que terminaron en desastres o desajustes que hubieron de soportar, en no pocos casos, los ciudadanos de manera directa o a través de sonados rescates. No compartimos la necesidad de elevar la ya abultada perspectiva de penetración de potencia renovable en el PNIEC en un contexto de demanda a la baja. Pensamos que, en el punto en el que estamos, con un volumen ya desmesurado de penetración de grupos de generación renovable, todos los esfuerzos habrían de ir en descarbonizar de forma efectiva, fomentando para ello una electrificación rápida y efectiva de los consumos, armonizando la oferta, que va muy por delante, con la demanda, que experimenta un sorprendente retroceso.
[Bajo estas líneas, objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima que está ahora mismo en revisión].
• Ramón Penades, presidente de APPA Fotovoltaica
El éxito de la tecnología fotovoltaica se ha cimentado en una importante reducción de costes, del orden del 90% en los últimos 12 años, y en una tecnología sencilla y fácil de implementar. Esto ha permitido que, tanto en instalaciones conectadas a red como en proyectos de autoconsumo, la fotovoltaica sea la tecnología más utilizada a nivel mundial. Esto es más acusado en España, con un recurso solar privilegiado. En la primera edición del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, la fotovoltaica ya era la tecnología que mostraba un mayor desarrollo en los objetivos a 2030. Sin embargo, debemos ser conscientes de que no se ha producido una electrificación efectiva de nuestros consumos energéticos y que la demanda eléctrica sigue reduciéndose año tras año.
Del PNIEC esperamos que se mantenga ese protagonismo de la fotovoltaica y que se impulsen las medidas de almacenamiento y gestionabilidad, junto con un plan ambicioso de electrificación de los usos fósiles actuales. Sin esto, no solo encontraremos problemas de integración de la potencia fotovoltaica planeada sino que ésta entrará en conflicto con las instalaciones existentes, aumentando los vertidos y el apuntamiento de todos los proyectos. Para conseguir una correcta integración y un uso eficiente de nuestro potencial solar, el PNIEC debe afrontar los retos del sistema eléctrico renovable de esta década: electrificación, almacenamiento y gestionabilidad.
• Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables
Para nosotros, el PNIEC debe adaptarse no tanto en el porcentaje de aportación de renovables en la generación de electricidad, que ahora esta en el 74%, sino en la apuesta por la electrificación de la demanda que ahora carece de objetivo y que arroja un resultado del 27% en 2030 como fruto de las propuestas incluidas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Para la Fundación, 2030 debería suponer un 80% de la generación de electricidad renovable y un 50% de electrificación de la demanda.
Hablando específicamente sobre fotovoltaica nuestra propuesta no se incrementa de forma sensible con respecto a los objetivos actuales del PNIEC. Nuestros análisis introducen un objetivo de 65.000 megavatios de potencia fotovoltaica instalada en 2030; lo que sí hacemos es una diferenciación en cómo llegamos a esa potencia, cosa que el PNIEC no incluye. En este punto, para la Fundación lo mas importante es la jerarquía de cómo alcanzar el objetivo para lo que establecemos: que el autoconsumo sea un 10% de la demanda de electricidad para 2030, lo que supondría 24.000 MW; que 8.000 MW salgan de la hibridación con otras tecnologías o fuentes; y que 15.000 sean generación distribuida, es decir plantas que vayan a redes de distribución.
Nuestra apuesta por las macroplantas es baja con el fin de mantener la integración rural y su no consideración como un elemento extractivo. Por otro lado, no acabamos de entender la vorágine del hidrógeno, capitaneada por una empresa pública como Enagas a través de su apuesta por el H2Med, que supondría 40.000 megavatios más de potencia renovable. Esperamos que se cumpla lo que Teresa Ribera (ministra para la Transición Ecológica) dijo el pasado 5 de mayo en la sesión de constitución y lanzamiento del Grupo Asesor del hidrógeno renovable, en el que la Fundación va a estar, y no era otra que el mantenimiento de la hoja de ruta del hidrógeno y el objetivo de ir sustituyendo el H2 actualmente consumido que es de origen gris por uno con origen renovable.
• Esta pieza informativa está incluida en el reportaje España, cada vez más enfocada al sol, que incluimos en la edición de junio de la revista (de papel) Energías Renovables, que ahora puedes descargar gratis (en formato PDF). En esta edición (ER222, junio de 2023) incluimos así mismo una entrevista al director general de UNEF, José Donoso.
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