En un comunicado, la empresa asiática ha asegurado que “el proyecto se encuentra bajo condiciones ambientales extremas de alta temperatura, radiación ultravioleta y tormentas de arena”, para los que sus productos “son capaces de funcionar bien”, ya que cumplen “un requisito estricto para la alta confiabilidad de los módulos solares desplegados en la región”. Se asegura que los módulos de la firma “han pasado varias pruebas de resistencia y medioambientales, incluidas pruebas de sequía y arena, calor seco y pruebas de calor húmedo”, lo que “proporciona una gran garantía para aumentar la generación de energía”.
El complejo Puerto Libertad está proyectado para recibir más de 1,2 millones de paneles fotovoltaicos de silicio policristalino instalados sobre estructuras de seguimiento horizontal. Su construcción se inició en febrero pasado, y una vez entre en operaciones, previstas para el primer trimestre del próximo año, será uno de los mayores de América Latina.
En julio pasado fue anunciada la firma de un acuerdo de financiación por 264 millones de dólares.
La planta, que está previsto produzca anualmente unos 963 GWh, lo necesario para suplir eléctricamente a más de 580 mil hogares mexicanos, cubrirá con 229 MWp el suministro a la Comisión Federal de Electricidad, mientras 114 MWp atenderán un contrato privado de compraventa de electricidad. En tanto, la producción de los 61 MWp restantes será comercializada en el mercado eléctrico mayorista.
