Un panel de la OMC que estudió el caso recomendó que las autoridades estadounidenses adapten medidas en conformidad con sus obligaciones en virtud del Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias (Acuerdo SMC), firmado en 1994.
El antecedente de esta cuestión refiere la imposición de aranceles a las importaciones de módulos solares chinos en 2012, medida que recientemente agregó nuevas tarifas preliminares para eliminar una laguna en relación con el uso de paneles fotovoltaicos no chinos.
A su vez las autoridades chinas llevaron a cabo una investigación antidumping contra importaciones de polisilicio para el sector de la energía solar procedentes de Estados Unidos.
Con el telón de fondo de esta disputa comercial, debe recordarse que otro conflicto se desató en mayo pasado entre las industrias fotovoltaica estadounidense y china, cuando el Departamento de Justicia anunció acusaciones criminales contra cinco militares de alta graduación del Ejército Popular de Liberación chino bajo cargos de ciberespionaje de información industrial y robo de secretos comerciales a varias empresas estadounidense, entre ellas, la firma dedicada a la fabricación de paneles fotovoltaicos SolarWorld.
Al respecto de la sentencia citada en primer lugar de la OMC, el ministerio de Comercio chino dijo en un comunicado que está satisfecho con la decisión y que “insta a Estados Unidos a respetar las resoluciones de la OMC y corregir sus errores en la utilización abusiva de medidas comerciales correctivas, y para garantizar un entorno de competencia leal para las empresas chinas”.
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