La generación distribuida a partir de fotovoltaica cubre sistemas de microgeneración (hasta 75 kW) y minigeneración (por encima de 75 kW y hasta 5 MW), implantadas en residencias, comercios, propiedades rurales y predios públicos.
En total, se trata de 171 mil sistemas fotovoltaicos conectados a la red, que, desde que se autorizó su instalación, en 2012, ha significado más de 2,3 mil millones de dólares en inversiones acumuladas.
La mayoría de los sistemas pertenecen a consumidores residenciales, que representan el 72,60 % del total; le siguen las empresas de los sectores de comercio y servicios (17,99 %); los consumidores rurales (6,25 %); industrias (2,68 %); dependencias públicas (0,43 %); otros servicios (0,04 %) y alumbrado público (0,01 %).
Respecto de la polémica planteada a partir de conocerse, en octubre pasado, que la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) tenía en estudio la implementación de un impuesto a la energía solar generada en sistemas fotovoltaicos no comerciales, y de la posición en contrario del presidente Jair Bolsonaro, el presidente de ABSOLAR, Rodrigo Sauaia, declaró que la generación distribuida necesita un marco regulatorio para proporcionar una mayor seguridad a los inversores y "para deshacer la incertidumbre legal que se cierne sobre el mercado".