Laura Ramos (en el centro) y Vanessa Álvarez (al fondo), miembros de ecooo, han presentado esta mañana en el Parlamento Europeo la iniciativa «Enciende Refugio». Impulsada por esta "empresa de no lucro" (junto a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR), esta iniciativa pretende poner el foco en el “alarmante crecimiento” de los refugiados climáticos, millones de seres humanos que, cada año, se ven obligados a abandonar sus territorios de origen por culpa del actual modelo energético, de explotación salvaje de los recursos naturales y la mano de obra y de generación de multiples impactos ambientales. Según ha explicado Ramos en el Europarlamento, "el actual modelo ecosocial y económico conduce al ecocidio y a que, desde 2008, cada año 21’5 millones de personas tengan que abandonar sus hogares, dentro de su país o al extranjero, por causas relacionadas con el clima".
Frente a un modelo energético, basado en la explotación minera de los combustibles fósiles (causantes primeros del cambio climático), ecooo propone el aprovechamiento de fuentes renovables de energía, como el Sol. De ahí surge la iniciativa «Enciende Refugio», que consiste en animar a la ciudadanía a realizar una inversión “tan rentable como responsable” (participaciones a partir de cien euros), que será destinada a financiar una instalación fotovoltaica comunitaria. Así, las personas participantes se convierten en productoras de energía renovable. "Su inversión -explican desde ecooo- les reportará ingresos durante 23 años con un 4,5% de rentabilidad, al tiempo que un 9% de los beneficios que se obtengan con la venta de electricidad servirán para apoyar la labor de CEAR en la acogida de personas refugiadas que son víctimas directas del actual modelo energético".
La planta fotovoltaica que será socializada a través de las participaciones obtenidas con «Enciende Refugio» está ubicada -informa ecooo- en la localidad madrileña de Loeches y cuenta con una potencia nominal de veinte kilovatios (20 kW). La empresa calcula que la instalación fotovoltaica de Loeches producirá aproximadamente 32.400 kilovatios cada año, "lo que supone una estimación de emisiones evitadas de 26 toneladas de CO2 al año".
Energía no inocua
"La energía que consumimos -ha explicado Vanessa Álvarez en el Parlamento Europeo- no es inocua, está estrechamente relacionada con la forma en la que la producimos, así como estrechamente relacionada también con las lógicas económicas con las que operan las organizaciones que la gestionan o aquellas que extraen recursos o realizan infraestructuras energéticas, lógicas que anteponen los intereses empresariales al derecho de las personas a vivir dignamente en sus territorios". El modelo energético actual -apuntan desde ecooo- es responsable del cambio climático, pero también de (1) conflictos bélicos derivados de la pugna por materias primas energéticas, (2) desplazamientos humanos por la construcción de infraestructuras energéticas por parte de grandes multinacionales (y/o 3) la contaminación ambiental generada (gases contaminantes, residuos nucleares...).
Ramos y Álvarez han puesto sobre la mesa del Europarlamento así mismo el "enfoque de género"
Ambas han destacado en la presentación que son las mujeres las que sufren con mayor virulencia las desigualdades y las discriminaciones, y han hablado de la feminización de la pobreza, muy especialmente en los países del Sur global (según la ONU, el 70% de las personas empobrecidas en el mundo son mujeres). "Las empresas transnacionales -denuncian desde ecooo- actúan con total impunidad en los territorios del Sur global, donde los derechos humanos son sistemáticamente violados". Ramos y Álvarez no se han olvidado sin embargo "del Norte empobrecido, donde las cifras de pobreza energética aumentan año tras año".
En ese sentido, desde ecooo inciden en "la necesidad de participar en el cambio de modelo energético desde todas las esferas, desde lo individual a lo colectivo, a nivel particular, empresarial e institucional: una transición hacia un nuevo modelo energético sustentado por energías renovables, distribuido, descentralizado, justo, equitativo, inclusivo, democrático, representativo, participativo, emancipador y en manos de las personas; un nuevo modelo energético en el que la energía sea considerada un derecho básico, la vida se sitúe en el centro y que minimice los impactos en nuestros cuerpos, en el de todos los seres que cohabitamos el planeta y en los otros territorios".
La empresa de no lucro ecooo apuesta por "apagar la energía que desplaza para utilizar aquella otra basada en recursos autóctonos, energía que no genera grave contaminación ambiental ni grandes infraestructuras, y que libera al mundo, por tanto, de tensiones innecesarias, y protege el derecho de todas las personas a vivir en un entorno seguro y sostenible".
