España ha cerrado el año 2023 con cerca de medio millón de tejados solares, algo inimaginable hace apenas cinco años, cuando aún cernía su negra sombra sobre el sector el tristemente famoso impuesto al Sol. La Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) estima que solo en los doce meses de 2023 las empresas instaladoras españolas han puesto en marcha en el país más de 125.000 nuevos autoconsumos (entre domésticos, comerciales e industriales). En total, 1.943 megavatios de capacidad, o la potencia equivalente a dos reactores nucleares.
Los datos están por debajo de los registrados en el año 2022, que fue el año del boom del autoconsumo en nuestro país, o el año en el que el sector instaló alrededor de 2.500 megavatios de potencia en autoconsumos, pero ponen de manifiesto la consolidación del sector como pilar clave de la transición energética española. Porque es que no es solo el autoconsumo. El sector FV nacional ha sido capaz de conectar a la red además 5.174 megavatios en grandes parques solares fotovoltaicos. Así las cosas, la FV se ha convertido en 2023 en España en la tecnología Top 1 por potencia instalada (con alrededor de 32.000 megavatios), apeando de ese lugar a la eólica, que hasta ahora ocupaba lo más alto del podio, con alrededor de 30.000.
Pues bien, en este contexto, y habida cuenta de todo ello, las empresas Samara y Fundeen han querido identificar las tendencias 2024. Son estas, según su visión.
● Auge de las instalaciones comunitarias
Según datos de Samara, casi un 94% de las instalaciones domésticas fueron realizadas en viviendas unifamiliares el año pasado, pero hasta el 65% de la población española, el segundo porcentaje más alto de la UE, vive en bloques de viviendas. “Hasta hace poco -señala en ese sentido Manel Pujol, cofundador de la marca-, la regulación no estaba adaptada a las necesidades de las comunidades energéticas, lo que suponía un reto para su despegue. Sin embargo, tras los cambios de los últimos meses, hemos notado un aumento exponencial del interés por instalar en comunidades”.
● Democratización de la inversión en proyectos renovables
La inversión en proyectos de energía renovable se ha convertido en una acción segura y rentable, según Nacho Bautista, director ejecutivo y cofundador de la compañía: “desde Fundeen -explica- buscamos vehicular el cambio hacia un futuro más sostenible, democratizando las microinversiones en proyectos de inversión local y generando un impacto positivo en las comunidades locales”.
● Reducción de costes primarios
El desarrollo tecnológico vivido en los últimos años ha permitido abaratar el coste de instalación de manera importante, y se espera que esta innovación siga abaratando la tecnología fotovoltaica a todos los niveles durante 2024. Esta reducción de precios se traslada al cliente y ello, unido a condiciones de financiación cada vez más benévolas, impulsará el sector en 2024.
● Importancia del almacenamiento
Un 19% de la energía que producen las instalaciones de autoconsumo se está perdiendo debido al retraso en legalizar las instalaciones y la falta de baterías de almacenamiento. Tras una primera fase decisoria de dar el salto a la energía solar, cabe esperar que muchos agentes apuesten por completar sus instalaciones con baterías que permitan optimizarlas, especialmente a nivel residencial.
● Combinación de posibilidades del sector
Ambas compañías coinciden en señalar que los españoles son cada vez más conscientes de la rentabilidad y futuro del sector, y destacan que crecerá el número de españoles que opte por complementar vías para sacar partido al sector. “Una instalación residencial media permite un ahorro del 70% respecto a la factura tradicional, lo que supone 851 euros al año”, señala Manel Pujol.