El «Informe Anual 2018» llega cargado de números sobre la actualidad del sector solar fotovoltaico nacional, que empieza a ver la luz tras la larga travesía del desierto. Efectivamente, UNEF presentó ayer muchos números en su Informe, por una parte, pero además quiso aprovechar esa presentación para desgranar toda una batería de peticiones para el nuevo gobierno.
Para empezar, las matemáticas. El autoconsumo, pese al terrorismo regulatorio -que en 2017 siguió haciéndole daño al sector (eran otros tiempos y era otro gobierno)- ha empezado a eclosionar por fin en España. UNEF ya había adelantado algunos datos, pero ahora los confirma. Ni el impuesto al Sol -ese al que el Parlamento Europeo le ha dicho no en su nueva Directiva de Energías Renovables-, ni las alambicadas tramitaciones administrativas que ideó el Ejecutivo Rajoy han podido contener la ola del autoconsumo. El año pasado, según UNEF, de los 135 megas instalados, prácticamente todo fue autoconsumo, tanto conectado como aislado. Un tercio de la instalaciones, rurales.
Empleo
Y ese negocio -negocio doméstico- ha sido uno de los sostenedores del empleo en el sector (el otro sería la internacionalización). UNEF recoge en su informe más de 6.100 empleos directos en 2017 (frente a los 5.900 de 2016) y alrededor de 13.000 indirectos e inducidos, es decir, en total, cerca de 20.000 puestos de trabajo. Según el director general de la Unión Española Fotovoltaica, José Donoso, si la nueva administración mantiene su discurso -simplificación administrativa y derogación del impuesto al Sol (la ministra Ribera se ha comprometido a ello antes de final de año)- el sector solar fotovoltaico nacional está en condiciones de instalar entre doscientos (200) y trescientos megavatios (300 MW) de autoconsumo al año, lo cual puede suponer la creación de muchos más puestos de trabajo. Empleo, además, "de calidad y estable", según el informe que ha preparado para UNEF el Grupo GEAR (Global Energy and Environmental Economics Analysis Research Group) de la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM). Suyo es este gráfico.
GEAR ha hecho un "Análisis del sector fotovoltaico en los ejercicios 2016 y 2017 en la triple dimensión de la sostenibilidad". A saber: a través del cálculo de (1) la huella económica, (2) la huella social, y (3) la huella ambiental, análisis del que bebe este informe anual de UNEF y que ayer presentó su coordinador, el profesor de la UCLM Jorge Zafrillas. Pues bien, según ese análisis, los principales datos macroeconómicos del sector FV en 2017 muestran "un crecimiento sustancial respecto al año 2016". A saber: la contribución total del sector fotovoltaico al PIB se sitúa en torno al 0,3% (3.935 millones de euros en 2017 y 3.781 millones de euros en 2016); las exportaciones del sector FV alcanzan la cifra de 938 millones de euros (919 millones de euros en 2016) y se estima que más de 70 empresas asociadas a UNEF tienen actividad en 72 países; la huella total de empleo arroja la cifra de más de 19.000 puestos de trabajo en 2017 (18.377 trabajadores en 2016); el gasto de las empresas españolas del sector en I+D+i fue de 60 millones de euros en 2016 y en 2017 un 2,5% más, lo que supone un 1,6% de su facturación, el doble de la media española situado en torno al 0,89%; y su actividad supone una reducción de emisiones estimadas en 3.631.000 toneladas de Co2.
La lectura que UNEF hace de estos datos es positiva
"Las principales cifras de evolución del sector fotovoltaico del pasado año 2017 en España ponen de manifiesto el punto de inflexión y cambio de rumbo del sector", ha dicho Donoso. El cambio de tendencia ha venido determinado por varios motivos, según UNEF: (1) la adjudicación de 3.900 megavatios de nueva potencia en la subasta celebrada en julio del año pasado (primera -y única- subasta específicamente fotovoltaica convocada durante los seis años de Gobierno Rajoy). Dos: la competitividad tecnológica del sector "y el progresivo abaratamiento de los costes de producción. Tres: los objetivos de penetración de las energías renovables en el mix energético definidos en el marco legal de la Unión Europea, hoy materializados en la nueva Directiva europea de Energía Renovable. Y cuatro: "la creciente concienciación respecto al desarrollo del autoconsumo como medida eficaz e indiscutible para el ahorro energético". Todos esos factores han hecho posible -según UNEF- la reactivación del sector, que ha pasado de los 55 megavatios de nueva potencia instalados en 2016 a los 135 de 2017 y que está preparado para abordar la ejecución de entre 200 y 300 megas de autoconsumo al año (solo autoconsumo).
Kilovatios hora fotovoltaicos para vender al sistema
Pero la fotovoltaica va mucho más allá del autoconsumo. Ahora mismo están en diferentes fases de ejecución los 3.900 megavatios que fueron adjudicados en 2017. Durante la presentación a la prensa del Informe esta mañana en Madrid, el presidente de UNEF, Jorge Barredo, ha dicho, a preguntas de los periodistas, que espera que se construyan esos megavatios, si bien ha destacado que se están encontrando con un problema: "el de la tramitación ambiental. Hay voluntad en las comunidades autónomas, pero hay problemas de carencia de recursos técnicos y humanos en las administraciones", ha alertado. Más allá de esos 3.900 megavatios, que evidentemente van a ejercer de tractor de empleo, "a 31 de marzo de 2018 -informa UNEF- existen en torno a 30.000 megavatios de potencia solar fotovoltaica en tramitación, de la que se espera que un alto porcentaje se traduzca en potencia instalada en funcionamiento en los próximos años". Estamos hablando de instalaciones para generación de electricidad que se volcaría a la red (no autoconsumo). UNEF reconoce que es más que probable que no toda esa potencia acabe siendo ejecutada, pero sí probablemente una buena parte de ella.
Y, por fin, las demandas al nuevo Ejecutivo
La Unión Española Fotovoltaica ha aprovechado la presentación de su Informe Anual para hacer públicas sus peticiones al nuevo gobierno. Son estas.
• dotar al sector de la estabilidad y regulación necesaria para su desarrollo, en línea con el marco internacional en cuanto a generación e inversión sostenida ("nadie va a invertir en montar una fábrica aquí para un mercado de dos años", ha dicho Donoso. UNEF por eso pide una senda visible de despliegue de potencia renovable a medio-largo plazo, 2030, 2050);
• poner freno a la inseguridad jurídica a través de la estabilidad en la retribución a los proyectos fotovoltaicos antiguos y adjudicados por subasta durante toda su vida útil ("no pedimos que se dé marcha atrás en los recortes -dijo ayer Donoso-, pero queremos que lo que hay [las retribuciones actuales] permanezca");
• aprobar un RDL sobre autoconsumo que suprima las barreras económicas (eliminación de las cargas y peajes sobre la energía autoconsumida, entre otras) y administrativas. UNEF considera que el autoconsumo puede ser una buena herramienta para combatir el encarecimiento de la electricidad (la asociación no pide ayudas ni subvenciones, y tampoco balance neto);
• simplificación, certidumbre administrativa y regulación de autoconsumo colectivo;
• actualización y simplificación de acceso y conexión a la red;
• convocatoria de nuevas subastas (con reserva para agentes pequeños) y subastas específicas en Canarias e Islas Baleares. "La ministra -dijo ayer Barredo- ha dicho que las subastas están en su agenda y que tienen que ser homologables internacionalmente". Curiosamente, Donoso apuntó ayer que "las primeras instalaciones que se van a construir no están en las subastas", y las salidas de las subastas tienen que estar ejecutadas antes del 1 de enero de 2020, o sea, que el regreso de los megaparques solares es inminente).
La Unión Española Fotovoltaica (UNEF), que representa a más del 85% del sector solicita además "la creación de una Ley de Transición Energética y Cambio Climático en línea con los compromisos en materia de medio ambiente establecidos en el Acuerdo de París".
Esa Ley debe facilitar e impulsar una senda de crecimiento sostenido que permita el desarrollo de todo el potencial que tiene España. Según UNEF, tanto más clara sea esa senda mejor fomentará la inversión en energías renovables. Además, la asociación apuesta por el establecimiento de un nuevo sistema de mercado para las energías renovables; una nueva fiscalidad ambiental; la reestructuración de la tarifa eléctrica; el fomento de la electrificación y el apoyo a la internacionalización del sector, particularmente a las pymes (pequeñas y medianas empresas)".
El sector vuelve a crecer en Europa
Según el Informe UNEF, en el continente europeo, el sector solar fotovoltaico europeo se está preparando para su siguiente fase de crecimiento, tras años de descensos. Así, en 2017 Europa agregó 9.200 megavatios de nueva potencia solar fotovoltaica, un aumento del 30% en comparación con los 7.000 MW instalados en 2016, impulsado fundamentalmente por el crecimiento de Turquía.
Sin embargo -matizan desde la asociación-, a pesar de que 21 de los 28 países de la UE añadieron más potencia en 2017 que en el año anterior, en su conjunto la diferencia con el año anterior fue mínima (5.910 MW en 2017 frente a 5.890 MW en 2016). Según UNEF, "esto se ha debido, fundamentalmente, a los importantes recortes de instalación en el Reino Unido, que añadió la mitad de potencia que en el año previo. A pesar de ello, Reino Unido, Francia y Holanda han sido los únicos países que han añadido más de 500 MW a su parque fotovoltaico.
Atendiendo a la potencia total instalada, el panorama sigue igualmente similar al del año previo, con Alemania e Italia operando más de la mitad de la potencia total de generación de energía solar fotovoltaica de Europa: un 37,7% (42.000 MW) y un 17% (19.700 MW), respectivamente. Reino Unido, por su parte, ocupa el tercer puesto con un 11,1% y 12.700 MW, mientras que Francia mantiene el cuarto lugar (7% y 8.000 MW) y España el quinto (4,9% y alrededor de 5.000 megavatios).