Top 1 de Europa y Top 6 del mundo. Esos lugares ha ocupado, en el concierto internacional, el sector fotovoltaico español en 2019. Sí, el año pasado instalamos aquí más potencia fotovoltaica (FV) que la todopoderosa Alemania. Así que en 2019 hemos escalado hasta lo más alto del podio continental. En el concierto global, España solo ha quedado por detrás de naciones gigantescas, como China (30.000 megavatios conectados en los doce meses del 19), Estados Unidos (13.000) o la India (más de 7.000), y de las sorprendentes Japón (más de 6.000 megavatios) y Vietnam (aproximadamente 5.600, datos todos de la Agencia Internacional de las Energías Renovables). Top 1 de Europa y 6 del mundo... y eso que la competencia ha sido dura, porque en todas partes (o en casi todas) la solar FV ha crecido como la espuma. En 2019 la fotovoltaica representó el 40% de la nueva capacidad mundial, fue la fuente de energía más instalada, tanto entre las renovables, como entre las no renovables. El año pasado el mundo añadió a su parque global de generación solar 115.000 megavatios (MW), lo que supone un incremento del 12% frente a 2018. Ahora mismo hay en el mundo 627 gigavatios FV de potencia acumulada (627.000 MW).
En la Unión Europea (UE) la solar fotovoltaica ha registrado en 2019 un crecimiento también muy significativo, con un incremento de 16,7 gigavatios nuevos instalados, lo que supone un aumento del 104% con respecto a lo registrado en 2018 y el crecimiento más fuerte desde el año 2010. Además de España, los principales mercados fueron Alemania (4.000 megavatios), Países Bajos (2.500 megas), Francia (1.000) y Polonia (800 MW).
Puertas adentro
España ha vuelto a liderar la revolución solar en el Viejo Continente. Ya lo hizo en 2008, cuando se convirtió en la nación que más potencia sumó a su parque de generación FV. Aquel fogonazo (2.733 megavatios) fue sofocado con crudeza por los mil reales decretos que los ministros Sebastián y Soria idearon durante el quinquenio 2009-2013, normas innumerables que modificaron hasta el paroxismo el marco regulatorio del sector, que acabaron ahuyentando a los inversores y que sumergieron al sector en una larga travesía que concluyó el año pasado con dos guarismos récord: 4.201 MW de nueva capacidad sobre suelo; 459 en autoconsumos.
Pero, más allá de los números clave (potencia instalada en grandes plantas; potencia instalada en autoconsumos), el dinamismo que ha experimentado el sector en 2019 mira a cuatro puntos cardinales:
1• en 2019 la contribución directa del sector fotovoltaico al PIB español fue de 3.220 millones de euros (0,26%), continuando la tendencia alcista que se observó los años anteriores (0,22% en 2018 y 0,20% en 2017)
2• el sector FV se ha confirmado como exportador neto: el impacto económico de las exportaciones fue de 3.540 millones de euros en 2019, un 54% más que en 2018;
3• en términos de empleo, se ha producido un incremento en la generación de puestos de trabajo, alcanzando la cifra de 58.699 empleos de los que 17.194 fueron directos, 21.292 indirectos y 20.213 inducidos, respectivamente.
4• respecto a la I+D+i, la intensidad en innovación del sector fotovoltaico en su conjunto (2,15%) destaca sobre la media de empresas españolas (1,02%) y también se encuentra por encima de la media de la industria nacional (1,43%).
Reivindicaciones
UNEF ha aprovechado la presentación de su gran informe anual para repasar su tabla de reivindicaciones, que grosso modo pasan por materializar definitivamente (en negro sobre blanco) lo que el regulador ya tiene escrito y en vías de aprobación. Así, la Asociación pide a los grupos parlamentarios "consenso político para aprobar con agilidad el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que debería permitir trasponer al ordenamiento jurídico español los aspectos pendientes de la Directiva Europea de Energías Renovables en ámbito de seguridad jurídica y autoconsumo".
El consenso está medio en vías. Ayer precisamente, el Congreso de los Diputados debatió la enmienda a la totalidad que había presentado el Grupo Parlamentario Vox al Proyecto de Ley de cambio climático y transición energética, enmienda en la que solicitaba la devolución de ese proyecto de ley al Gobierno, pero que finalmente fue rechazada por 53 votos a favor y 296 en contra. De esa forma, el Proyecto de Ley ha superado su primer examen parlamentario y pasa ahora a Comisión, donde se debatirán las enmiendas al articulado. "Agilidad", es lo que pide sobre el particular UNEF.
UNEF, sobre la Ley de Cambio Climático y Transición Energética
«Es fundamental que, en el corto plazo, se consiga alcanzar el necesario consenso entre todos los grupos parlamentarios para que se apruebe con agilidad el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Se trata de un elemento fundamental para dotar al sector de estabilidad y seguridad y para atraer las inversiones necesarias para instalar toda la capacidad fotovoltaica prevista para los próximos años, lo que puede impulsar la recuperación económica del país. El sector fotovoltaico, que aplaude el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, considera que éste debería permitir además la trasposición de los aspectos pendientes de la Directiva Europea de Energías Renovables al ordenamiento jurídico español, especialmente en lo que se refiere a la seguridad jurídica y el autoconsumo»
En el repaso que ha hecho hoy de la política energética, UNEF destaca por otro lado lo que califica de tres hitos: (1) la publicación del borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que aumenta hasta 39 GW la cifra de potencia fotovoltaica instalada objetivo en 2030; (2) la fijación de la tasa de rentabilidad razonable de las energías renovables para el periodo regulatorio 2020-25 a través del RD-Ley 17/2019; y (3) la aprobación del RD 244/2019 de Autoconsumo, que abre la puerta -considera UNEF- a un desarrollo similar "al de los países de nuestro entorno, gracias a elementos como la remuneración de excedentes, las instalaciones colectivas y el autoconsumo a través de la red".
La recuperación post-Covid
La reactivación económica de España ha sido el tercer ámbito sobre el que ha incidido hoy UNEF, que postula "el desarrollo del sector fotovoltaico como palanca de recuperación económica y para la mitigación del efecto de destrucción de empleo y tejido productivo consecuencia de la Covid-19". Desde luego la materia prima la tenemos: "nuestro país -recalcan desde UNEF- es uno de los países de Europa con mayor cantidad de horas de sol, tiene territorio disponible y un sector fotovoltaico nacional que cuenta con una base industrial sólida y competitiva, formada por empresas con tecnología propia que son líderes a nivel mundial, especialmente en el segmento de los inversores y de los seguidores solares".
Y, con esas herramientas, UNEF lo tiene claro: promover la solar FV en España es una apuesta de éxito. Porque es apuntalar una base industrial que ya es "sólida y competitiva" pero que tiene un mercado potencial a explorar de dimensiones colosales (Alemania, por ejemplo, tiene ya 50.000 megavatios de potencia FV acumulados; España no llega a los 10.000, aunque tiene muchas más horas de sol que el gran hermano blanco del norte). Pero es que promover la FV nacional es también positivo -apuntan desde UNEF- para todos los demás sectores industriales. Porque la electricidad que produce la solar fotovoltaica es muy barata -explican desde la Asociación-, y "puede dotar a la industria española de una ventaja con respecto a sus competidores, lo que contribuiría a frenar la deslocalización e incluso impulsar la reindustrialización". Los mimbres de ese cesto ya están aquí: (1) hay recurso (Sol) abundante; (2) el sector fotovoltaico nacional está integrado por empresas muy experimentadas que, gracias a su contrastada profesionalidad, exportan sus soluciones a los cinco continentes (según los datos de UNEF, 128 empresas del sector operan en hasta 76 países de todo el mundo); y (3) los costes de instalación han bajado extraordinariamente en los últimos diez años, convirtiendo el autoconsumo en una solución de ahorro cada vez más popular y haciendo viables parques solares sobre suelo que no solo ya no necesitan de subvención alguna, sino que, en algunos casos, no necesitan siquiera de subastas.
No todo no obstante pinta tan bonito en el sector, que el año pasado enchufó 4,2 gigavatios a la red y este año -estiman con la boca pequeña en UNEF- podría quedarse en el mejor de los casos en 2 (durante el primer semestre del año se han conectado a la red 700 megavatios).
"La estimación hay que cogerla con pinzas", señalaba esta mañana el director general de UNEF, José Donoso, que, tras la insistencia de los periodistas, añadía a continuación que "casi me arrepiento de haber dado una cifra, dada la incertidumbre en la que ahora mismo nos encontramos". Porque el fantasma del Covid lo ha ralentizado todo. Donoso no teme por la viabilidad de ninguno de los proyectos que ya estaba en marcha. Reconoce retrasos en la tramitación y retrasos en la construcción, pero "no tenemos constancia de que ello haya supuesto el abandono de ninguna planta".
El autoconsumo también ha sufrido la embestida brutal del coronavirus. Pero Donoso ha destacado una cierta información: "los primeros meses del Covid han sido muy duros, el impacto ha sido muy fuerte. Pero ya hemos notado cierta recuperación. Diría más: hemos detectado un brote interesante en el sector doméstico, que sitúa los números por encima incluso de antes del Covid. Quizá haya sido porque ha habido gente que ha podido ahorrar durante ese tiempo y ha tenido tiempo además para estudiar esta solución de ahorro, porque el autoconsumo es eso, ahorro".
Y tres reivindicaciones finales
1• para acelerar el desarrollo de las plantas en suelo, "es fundamental impulsar la digitalización del sector, dotando a las empresas de la mejor tecnología 5G disponible, lo que permitiría optimizar los procesos de fabricación y disponer de dispositivos inteligentes en las plantas solares";
2• "es importante acelerar la celebración de concursos en las zonas de Transición Justa para aprovechar los beneficios asociados al despliegue de las energías renovables";
3• "es necesario reformar el diseño de la factura eléctrica reduciendo el peso del término fijo, para que los consumidores puedan ver reflejados en su factura los ahorros que supone el autoconsumo; simplificar, homogeneizar y digitalizar las tramitaciones administrativas a nivel autonómico, eliminando el requisito de la licencia de obras y sustituyéndolo por una comunicación previa, y reformar la Ley de propiedad horizontal para facilitar la realización de instalaciones de autoconsumo colectivo".
[Sobre el peso de la parte fija y lo lejos que está España de Europa, leáse El término fijo de la factura de la luz en España "pesa" un 80% más que en los países de nuestro entorno].
[Y sobre la simplificación administrativa, léase La principal barrera al desarrollo del autoconsumo es la licencia de obras].