Sin embargo, aunque España cuenta con casi 8.000 kilómetros de costa sus aguas son bastante profundas, por eso los métodos utilizados hasta ahora en los parques eólicos marinos no son viables. Algunas organizaciones creen que se podrían instalar unos 25.000 MW de potencia durante los próximos 15 años en enclaves como las Islas Canarias, el Estrecho de Gibraltar, el delta del Ebro, la costa de Galicia o el Cabo de Creus, considerados como los más idóneos para este tipo de parques, pero con soluciones adaptadas. Asimismo, la Asociación Eólica Europea (EWEA) destaca el potencial de la costa española para acoger dichos parques, pero es necesario el apoyo político y económico de la Unión Europea y del Gobierno central para el desarrollo de esta tecnología.
Hasta hace poco, los aerogeneradores marinos comercializados estaban limitados a una profundidad máxima de 50 metros. Los desarrollos tecnológicos han posibilitado la ubicación de estas estructuras en zonas más hondas que permiten aprovechar el potencial del Atlántico y el Báltico, pero sobre todo del Mediterráneo, con la instalación de sistemas de fijación flotante. Esta innovación logra operar en cualquier sitio sin importar la profundidad del agua, lo que la convierte en una solución idónea para España.
WindFloat
Hay diversas empresas que han puesto en marcha su I+D para ofrecer respuestas. WindFloat es una de ellas. Se trata de una plataforma flotante semisumergible y anclada al fondo marino. Su gran estabilidad la consigue gracias a un sistema de placas situadas en la parte inferior de las columnas que lleva la plataforma y que “capturan” agua en cada una de las bases, todo ello asociado a un sistema de lastres estáticos y dinámicos.
Las placas "arrastran" el agua dando como resultado un gran componente de masa añadida y los bordes afilados de las placas aumentan el amortiguamiento debido al desprendimiento de vértice. Además, el sistema distribuye el lastre de agua entre los tres pilares para compensar el empuje variable de la turbina debido a los cambios de baja frecuencia en la velocidad y dirección del viento. El método es de circuito cerrado (no hay movimiento de agua dentro o fuera del sistema), y a prueba de fallos.
La turbina es montada en tierra completamente y se lleva una vez terminada hasta el emplazamiento elegido. Esto hace que disminuya el coste de construcción y puesta en marcha. Además, en caso de avería se traslada remolcada y luego, una vez arreglada, se devuelve a su lugar. Tras el primer proyecto con un aerogenerador de 2 MW, que se puso en funcionamiento en 2011 y que ha finalizado con éxito en julio de 2016, se incrementó el tamaño y la potencia de las turbinas, siendo capaces de generar hasta 8 MW. El diámetro del rotor de una turbina Windfloat está entre 120 y 190 metros y la altura de eje de turbina entre 80 y 110 metros. Por último, el sistema de amarre con tres o cuatro líneas es muy parecido al de las plataformas de petróleo o gas, y sólo se incluyen componentes que son relativamente asequibles y fáciles de conseguir e instalar, como cadenas y líneas de poliéster. Gracias a los anclajes utilizados, la instalación puede realizarse en diferentes condiciones del suelo incluyendo lodo, arcilla, arena y suelos estratificados. Además, no se requieren estudios geotécnicos completos del fondo marino antes del diseño.
Nautilus
Por otra parte, y en la misma línea, la corporación tecnológica Tecnalia está inmersa en un proyecto junto con varias empresas (algunas españolas) para ofrecer soluciones tecnológicas en aguas profundas. El Nautilus es un nuevo concepto de plataforma flotante semisumergible para eólica offshore. Esta plataforma cuenta con cuatro columnas y su diseño ha sido el resultado de un análisis detallado de diferentes tipos de estructuras y factores técnicos. Se han realizado restricciones en los materiales para hacer la estructura económicamente viable, reduciendo la logística y los medios necesarios para la fabricación, montaje, instalación y desmantelamiento.
Al igual que la anterior, la estructura puede montarse en astilleros convencionales y se remolca una vez acabada hasta el emplazamiento también de forma convencional. El Nautilus actual permite albergar aerogeneradores de 5 MW pero el objetivo es llegar hasta 10 MW. En este momento y gracias a las ayudas y financiación obtenidas, el proyecto titulado “New Floating Platform for Offshore Wind in Deep Waters (FLOW)” se encuentra en fase de desarrollo del primer prototipo a escala 1:1.
Asimismo, se investigan y realizan avances no sólo en lo que a las plataformas se refiere, sino también con las turbinas. En este sentido, uno de los proyectos puestos en marcha ha sido el de La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), que ha patentado un aerogenerador para zonas offshore con notables mejoras con respecto a modelos anteriores. Los expertos han sustituido el acero por hormigón, más resistente al entorno marino. Además han creado un aerogenerador que no tiene juntas, es decir, de una sola pieza, en contra de lo que se fabricaba hasta ahora que era una estructura formada por varias partes.
De esta forma se eliminan puntos débiles en la estructura, evidentes antes las duras condiciones del entorno. A esto hay que añadir que los aparatos pueden llevarse completamente montados para su instalación desde tierra, reduciendo en alta mar el proceso. La tecnología permite anclar estos aerogeneradores a una plataforma flotante. Esta solución facilita la creación de estos parques en zonas mucho más alejadas de la costa.
Bimep
Por último, en la costa Cantábrica se ha puesto en marcha el proyecto Bimep. La infraestructura marina situada en Lemoiz-Armintza, pretende convertirse en un referente en la investigación en mar abierto de dispositivos marinos. Este emplazamiento está al servicio de toda empresa desarrolladora de tecnología e infraestructuras marinas flotantes de cualquier parte del mundo que requieran testar y probar sus innovaciones en un campo de pruebas en condiciones marinas reales.
La eólica marina es más potente que la terrestre, ya que el viento es mucho más constante y circula a velocidad mucho más elevada, no encuentra obstáculos que estorban su paso y permite producir una mayor cantidad energética en menos tiempo.