La puesta en marcha de la instalación marina para la investigación de dispositivos captadores de energía de las olas, ubicada frente al puerto de Armintza (Vizcaya), se enmarca "dentro de los objetivos de la Estrategia Energética del Gobierno Vasco y supone un gran avance en la apuesta por la I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) en el sector energético, por el aprovechamiento de nuevos recursos propios y la creación de sectores industriales innovadores capaces de generar a futuro crecimiento y empleo". Y es que, según el ejecutivo vasco, aunque el mar ofrece "grandes oportunidades energéticas e industriales", aún requiere "de una intensa labor investigadora y de desarrollo tecnológico para alcanzar un nivel de aprovechamiento comercial óptimo", labor para la que ha sido ideado el Bimep.
92+8
La sociedad gestora de Bimep está formada en un 92% por el Ente Vasco de la Energía –la agencia energética vasca- y al 8% por el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía, Gobierno de España). El objetivo de Bimep, “centro tecnológico y laboratorio de ensayos marino”, es ofrecer "a las firmas tecnológicas de todo el mundo una solución para utilizar sus instalaciones como laboratorio de pruebas en mar abierto con el fin de experimentar sus dispositivos flotantes de generación eléctrica mediante el aprovechamiento de las energías marinas". Bimep dispone de un área acotada en el mar y libre de navegación de 5,2 kilómetros cuadrados, cuatro cables submarinos de potencia dotados con fibra óptica y conectados a la red eléctrica mediante una subestación en tierra, así como oficinas para acoger a los usuarios.
Cinco años para el lanzamiento
La inauguración del Bimep, que tuvo lugar el pasado 27 de julio, "supone -explica el gobierno vasco- la culminación de un largo y complejo proceso de tramitación de permisos y construcción de cinco años de duración que ha permitido que esta nueva instalación marina -de la que no existen precedentes en todo el Estado- sea hoy una realidad". Adicionalmente -continúa el ejecutivo-, Bimep ha requerido "de sofisticados trabajos en el mar, solo posibles durante un reducido margen de cinco meses al año -de mayo a septiembre- en los que el mar está más calmado, ya que durante el invierno las condiciones marinas hacen imposible cualquier intervención, y dejan en suspenso el trabajo hasta la siguiente primavera". En total, las inversiones realizadas para la puesta en marcha del Bimep ascienden a 22 millones de euros.
El gobierno vasco repasa el calendario del Bimep
2008-2009 Inicio de los trámites ambientales (doce meses).
2011 (Diciembre) Autorización Administrativa.
2011-2013 Compra de infraestructuras eléctricas, cables, subestación, etc.
Febrero de 2013: Concesión de dominio público marítimo-terrestre y permiso de inicio de los trabajos.
Verano de 2013: Instalación de los cables submarinos.
Verano de 2014: Enterramiento del cable mediante buzos.
Abril de 2015: Estudio de certificación mediante robot submarino de la calidad técnica y medioambiental de la instalación submarina.
Junio de 2015: Acta de puesta en marcha.
Julio de 2015. Inauguración.
El Ejecutivo explica el proyecto
Bimep cuenta con una serie de infraestructuras marinas que pretenden ofrecer una solución para todas aquellas empresas que desarrollan tecnologías de aprovechamiento de las energías marinas y que necesitan realizar ensayos en el mar, en condiciones reales, para comprobar la valía de su tecnología. El alto coste en tiempo y recursos que requeriría cada desarrollador para solicitar individualmente los permisos necesarios para ello y tender los cables de conexión eléctricos a tierra harían inviable cualquier prueba. De este modo, Bimep ofrece un espacio con todos los requerimientos y listo para "enchufar" los dispositivos e investigar.
El Puerto de Armintza-Lemoiz
Para ello, el área de ensayos cuenta con todos los permisos y con las instalaciones tecnológicas y terrestres necesarias. La zona en mar abierto situada frente al puerto de Armintza-Lemoiz tiene unas dimensiones de 5,2 kilómetros cuadrados y su punto más cercano a la costa se sitúa a 1.700 metros. Está balizada por siete boyas de marcado que señalan el área restringida al tráfico marítimo, y cuenta con una boya de monitorización constante 24/365 de las condiciones metereológicas y del oleaje. En cuanto a los fondeos, son un total de cuatro puntos de conexión conectados a tierra por cuatro cables submarinos de cinco megavatios (5 MW) y 13 kV cada uno que discurren en una profundidad de entre 50 y 90 metros. Así, la instalación dispone de una potencia instalada total de veinte megavatios (20 MW).
De la fallida central nuclear de Lemóniz a la mar de energías
Estos cables están conectados a tierra, y a través de una nueva subestación, vierten a la red la energía eléctrica generada. No se han construido nuevas líneas de evacuación eléctrica de alta tensión ya que se han aprovechado las ya existentes para la central eléctrica de Lemoiz que nunca fueron utilizadas. Así, estas líneas distribuirán energía de origen renovable al sistema eléctrico general. Sin embargo, la función principal de Bimep no es la productiva, sino ser un foco de conocimiento tecnológico de alto valor añadido a través de la prueba, la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías de producción mediante el aprovechamiento de las energías marinas. Nuevos dispositivos flotantes que, con diferente forma, aspecto, tamaño y tecnología persiguen un mismo fin: aprovechar la energía renovable contenida en los océanos.
En pos de la maduración
El objetivo último de Bimep es que "la transformación de la energía de las olas del mar en energía eléctrica alcance el grado de madurez de otras tecnologías renovables, como, por ejemplo, la eólica". Con este fin -explica el gobierno vasco-, los cables submarinos trasladarán hasta las oficinas de Bimep, en Armintza, todos los datos y parámetros de los dispositivos en prueba que permitirán conocer su valía en condiciones marinas reales. Según el ejecutivo, "a día de hoy, ninguna tecnología de aprovechamiento de las olas se ha impuesto sobre otras, por lo que la investigación tecnológica desarrollada en Bimep resultará de gran importancia para valorar el rendimiento, la fiabilidad y operatividad en cuanto a los costes de explotación y mantenimiento, imprescindibles para alcanzar un grado de madurez tecnológica comercial".
La entente vasco-cántabra
El mar Cantábrico ofrece unas condiciones que el gobierno vasco califica de "óptimas" para probar dispositivos, "ya que se trata de un mar enérgico pero no excesivamente agresivo". Además, las características de dirección y fuerza del oleaje de Armintza son "idóneas para la prueba e investigación de los captadores de olas", ya que el potencial energético "es excelente, con un mínimo porcentaje de días/año en los que el oleaje es excesivamente agresivo". Por fin -apunta el comunicado difundido por el ejecutivo vasco-, "antes de llegar a Bimep es pertinente realizar ensayos en tanques con prototipos a escala reducida que permitan corregir diseños y así llegar a escalas más cercanas a la realidad en Bimep". Pues bien -concluye el gobierno vasco-, "el acuerdo estratégico con la Fundación Instituto Hidráulico de Cantabria permitirá ofrecer servicios en toda la cadena de valor en el ámbito investigador, al ofrecer el testado en tanque para escalas reducidas y ensayos en mar abierto para prototipos a gran escala o escala real en Bimep".