La francesa EDF ha contratado al fabricante Vestas en Brasil para que le suministre e instale en Folha Larga II casi medio centenar de aerogeneradores y para que le preste así mismo -por un período de veinte años- servicios de mantenimiento (en concreto, el servicio contratado es Active Output Management -AOM- 4000). Según el comunicado que difundió ayer la firma escandinava, con este acuerdo, Vestas supera los 2.000 megavatios (en máquinas V150 de cuatro megas) colocados en el gran país del cono sur americano. Lo hace apenas nueve meses después de que este modelo concreto debutase en territorio brasileño. Vestas, que producirá estas máquinas en el propio Brasil (tiene fábrica en Ceará y oficinas en São Paulo), prevé entregar las máquinas durante la segunda mitad del año 2020 y concluir la conexión del parque en el primer trimestre del año siguiente. Folha Larga II es una extensión del proyecto Folha Larga (de 147 megavatios). Una vez concluidas las obras, el parque habrá alcanzado los 344 megavatios de potencia.
Rogerio S. Zampronha, director gerente de Vestas en Brasil y Suramérica: "estamos realmente orgullosos de haber alcanzado el hito de los dos gigavatios en tiempo récord, y del hecho de haberlo logrado además de la mano de nuestro fiel cliente EDF, con el que esperamos seguir caminando juntos"
Por otra parte, y también ayer, la multinacional escandinava anunció el debut de su plataforma de cuatro megavatios (4 MW) en el mercado de "generación eólica distribuida" chino. El comunicado difundido desde Beijing por la compañía danesa señala concretamente que Vestas se ha asegurado la venta de su primera plataforma de cuatro megas (Vestas has secured its first 4 MW platform order in China’s distributed wind market). El pedido llega en un momento -explica el fabricante- en el que "el mayor mercado mundial de energía eólica en tierra [por China] está experimentando un cambio en la demanda eólica, desde los parques predominantemente grandes y centralizados en áreas remotas, a proyectos eólicos distribuidos más pequeños".
La compañía danesa asocia esa transición a las nuevas políticas estatales de ayudas, que están favoreciendo ahora estas soluciones distribuidas, que son ubicadas en zonas más pobladas y con una elevada demanda de electricidad (la generación distribuida -recuerda Vestas- evita las pérdidas que se producen en el transporte de electricidad a larga distancia e incrementa, consecuentemente la eficiencia).
Eso sí -matiza el fabricante-, el regulador chino está formulando restricciones en tierra más estrictas y exigiendo el cumplimiento de requisitos de red y ambientales cada vez más complejos, a los que Vestas está siendo capaz de responder -explican desde la compañía- gracias a la amplia experiencia global que la compañía ha ido adquiriendo a lo largo de los años en materia de "desarrollo de pequeños proyectos eólicos conectados a redes locales". Según la consultora Wood Mackenzie -señalan desde Vestas-, el mercado eólico de generación distribuida chino va a crecer a razón de 1.500 megavatios de potencia cada año de aquí a 2027.
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