El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) abrió el pasado 29 de julio el periodo de información pública de la “Hoja de Ruta del Hidrógeno: una apuesta por el hidrógeno renovable”, un documento que tiene por objeto “proporcionar las señales adecuadas para fomentar el desarrollo de estas tecnologías en España, con gran potencial para la cadena de valor industrial del país y consolidar un sistema eléctrico 100% renovable antes de la mitad de siglo”. El borrador incluye 57 medidas para, entre otras cuestiones, preparar el marco regulatorio y favorecer la investigación e innovación, y marca objetivos a 2030, entre ellos, “alcanzar una capacidad instalada de electrolizadores, el sistema para obtener hidrógeno renovable empleando agua y electricidad de origen renovable como materias primas, de al menos cuatro gigavatios (4 GW)”.
El documento en cuestión -informa el Ministerio- es coherente con la Estrategia Europea del Hidrógeno, que aprobó la Comisión Europea el 8 de julio, con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 y la Estrategia a Largo Plazo 2050. Pues bien, durante las reuniones mantenidas entre la Asociación Empresarial Eólica y sus asociados para elaborar las alegaciones se presentaron los puntos principales y los objetivos del borrador del documento del Miteco y se compararon con los mensajes principales del documento de posición del hidrógeno de AEE. Además, se analizaron algunas de las medidas incluidas en el documento por su similitud con las peticiones de la AEE, o por generar dudas sobre su eficacia económica en este momento. Habida cuenta de ese análisis, la AEE ha presentado estas alegaciones. [Abajo, una propuesta de definición de los hidrógenos, de Redexis].
1. La electrificación con energías renovables como prioridad
La electrificación basada en renovables es el enfoque más rentable para alcanzar la neutralidad climática para 2050 y el objetivo intermedio a 2030 del Plan Nacional Integrado (PNI) de Energía y Clima. Esto significa la conversión de la mayoría de los usos energéticos en la industria y el transporte de combustibles fósiles a electricidad generada por fuentes de energía renovables, como la eólica.
Por una parte, el uso directo de la electricidad renovable siempre que esté disponible y donde sea posible en todos los sectores de la economía será la forma más eficaz para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Por otra, el uso de esta electricidad renovable para producir gases y combustibles con cero CO2 se deberá contemplar solo cuando sea necesario para aquellas actividades que de otra manera no pueden reducir las emisiones de CO2 (electrificación indirecta), y complementará el uso directo de la electricidad renovable.
La Hoja de Ruta del H2 renovable debe estar totalmente sincronizada con una Estrategia de Electrificación, con 2 enfoques:
• Corto plazo = electrificación directa con energías renovables, = eficiencia
• Medio/largo plazo = electrificación indirecta con hidrógeno (H2). Estrategia para la incorporación del H2 renovable en la generación gestionable de Electricidad, en el transporte pesado y en sectores industriales (Plan, objetivos, métricas, responsables): el despliegue del H2 como combustible/energía final deberá ser coste eficiente para evitar posibles costes excesivos, pérdida de eficiencia y coste de oportunidad (por no utilizar la electricidad en su dimensión óptima)
2. Tener una visión clara del punto de partida y los objetivos a alcanzar mediante la Hoja de Ruta
Con anterioridad a la propuesta de medidas concretas, la Hoja de Ruta del Hidrógeno debería contener los siguientes elementos para poder ajustar las medidas a la situación actual y futura del sector:
- Evaluación de la situación actual de la cadena de valor del hidrógeno en España. Instalaciones existentes y planificadas a corto plazo. Cadena de valor industrial actual en España de estas tecnologías. Demanda actual de este gas y sectores en los que se utiliza. Análisis de coste actual de generación de hidrógeno en España con las tecnologías disponibles.
- Modelización de escenarios sobre la demanda de hidrógeno renovable en España en base a la transición energética hasta 2050, e implicaciones para el sector eléctrico español y el despliegue de renovables. Se tendrá que tener en cuenta también la posibilidad de que España en el futuro se convierta en un exportador neto de hidrógeno verde. En el borrador de la Hoja de Ruta de Hidrógeno Renovable se establece como objetivo para España en 2030 una capacidad instalada de electrolizadores de 4 GW. Pero este objetivo no parece estar basado en una estimación de la demanda de hidrogeno para ese año. En cualquier caso, se trata de un objetivo ambicioso teniendo en cuenta que España aún no dispone de ningún electrolizador de escala megavatio (escala MW) instalado (solo existen a nivel de kilovatio, kW). Por ello, plantear el despliegue de 4 GW en 10 años es muy exigente, razón por la que debería estar basado en una sólida evaluación de la evolución de la demanda de hidrógeno para consumo interno y/o exportación.
- Identificación de vectores de desarrollo de la cadena de valor del hidrógeno verde para España, basados en los escenarios modelizados y en la evaluación del estado actual del sector. Establecer y financiar actividades de I+D+i para impulsar estos vectores.
- Diseño de un posicionamiento y Estrategia de España en Europa en relación al H2 (renovable vs azul). Futuro rol de España en un mercado europeo de hidrógeno renovable, forma de exportar el abundante recurso renovable español (viento, sol, etcétera). Avance en mecanismos de Border Tax para el H2 no renovable.
3. Establecer un marco regulatorio que permita el desarrollo de las diferentes aplicaciones del hidrógeno renovable
Una vez desarrollados los puntos anteriores. la principal medida a adoptar será el establecimiento de un marco regulatorio para el hidrógeno renovable que ponga las bases para su futuro. Principalmente:
• Definición del hidrógeno verde. Una clasificación clara, simple y transparente para el hidrógeno y los derivados del hidrógeno en la que el hidrógeno generado por electrolisis con electricidad 100% renovable sin CO2 es la referencia, evitando definiciones complejas para mantener una información confiable e íntegra para las personas.
• Otorgamiento de garantías de origen específicas para el hidrógeno verde. Las Garantías de Origen (GdOs) para las energías renovables desempeñan un papel importante para estimular la demanda de energía renovable del cliente final. Para preservar este valor, debe garantizarse una distinción clara entre las GdOs para energía renovable (electricidad e hidrógeno) y, en su caso, las GdOs para energías no renovables. Las GdOs de energía renovable solo deben emitirse para energías 100% renovables
• Propiedad de las instalaciones de hidrógeno. Los TSO (operadores de redes de transporte, como Red Eléctrica de España) y DSO (operadores de redes de distribución, como Iberdrola, Endesa o Naturgy) no deben participar en actividades competitivas como Power-to-Gas, ya que podrían tener un posible conflicto de intereses al planificar, otorgar el acceso y operar/despachar infraestructuras.
• Normativa técnica necesaria para la integración a la red de instalaciones híbridas (energías renovables + H2), códigos de red para conexión, mecanismos de operación (competencias).
• Fiscalidad verde que favorezca la implantación de instalaciones de electricidad renovable y de electrolizadores (no del hidrógeno verde en sí, que es un subproducto de la generación eléctrica renovable).
La forma directa de reducir los costes de la transición energética es reducir la fiscalidad sobre la electricidad verde y de las tecnologías (como los electrolizadores) necesarias para llevarla a cabo.
4. Priorizar las propuestas de medidas en función de su coste/eficiencia y desarrollar un calendario para la puesta en marcha de las medidas con fechas/responsables:
Las medidas que se propongan en la Hoja de Ruta tienen que estar priorizadas en función del análisis hecho sobre la situación actual del sector del hidrógeno y de los objetivos modelizados de demanda de H2 a 2030 y 2050 y en función de su coste/eficiencia.
En este sentido habrá que establecer una línea temporal en la que integrar cada una de las medidas que se propongan, de manera que se complementen estableciendo sinergias, y no se creen efectos indeseados, como por ejemplo sería la incentivación del consumo de hidrógeno antes de haber construido plantas de fabricación de hidrógeno renovable, lo cual redundaría en un aumento del consumo de hidrógeno gris y de las emisiones de CO2.
Además de los hitos temporales de las medidas será conveniente establecer las administraciones responsables de que se alcance cada una de ellas.