La Unión Europea está enfrascada estos días en las negociaciones de las propuestas que articularán el paquete Fit for 55, cuyo objetivo es lograr que las emisiones de CO2 de la Unión caigan un 55% en 2030 (con respecto a las que se registraban en Europa en 1990). Ayer mismo, en la sesión plenaria del Parlamento Europeo, se aprobó un nuevo informe sobre la Estrategia europea para la energía renovable marina. Pues bien, en ese marco, el eurodiputado gallego Nicolás González Casares, del Grupo de la Alianza de Socialistas y Demócratas, ha llamado a tener en cuenta las especificidades de cada Estado miembro (en lo que se refiere a las energías marinas) y ha apelado a la colaboración entre todas las naciones de la Unión: “no es lo mismo el mar del Norte que el océano Atlántico -ha dicho Casares-, por lo que debemos dar un salto disruptivo para ser líderes en tecnología de plataforma flotante. Tenemos conocimientos técnicos, por ejemplo, en la industria naval, y contamos con una buena posición. Es una gran oportunidad industrial”.
Qué es la plataforma continental
La plataforma continental es la franja existente entre lo que sería la orilla misma del mar, o sea, tierra firme, y el talud, que es donde el lecho marino cae en picado hasta alcanzar grandes profundidades. Las aguas de cualquier plataforma continental van ganando hondura hasta alcanzar los 200 metros de profundidad, y, a partir de ahí, se considera que entramos en lo conocido como talud, que nos conduciría mar adentro hasta alcanzar, en algunos puntos del océano, las profundidades abisales. Las plataformas continentales de los mares Báltico y del Norte, donde han sido instalados muchos parques eólicos marinos, son mucho más anchas que la del Cantábrico, que en el mejor de los casos alcanza los 35 kilómetros mar adentro (para que nos hagamos una idea, la profundidad media de todo el mar Báltico ronda los 55 metros y prácticamente todas las aguas del mar del Norte tienen profundidades menores a los 200 metros). La industria eólica nacional está desarrollando ya plataformas flotantes (obre las que ubicar grandes aerogeneradores) que podrían ser instaladas mucho más mar adentro, o sea, más allá de los 35 kilómetros.
El paquete Fit for 55 es un conjunto de propuestas que buscan revisar y actualizar la legislación de la Unión Europea y poner en marcha nuevas iniciativas con el objetivo de garantizar que las políticas de la UE estén en consonancia con los objetivos climáticos acordados por el Consejo y el Parlamento Europeo.
El paquete de propuestas pretende proporcionar un marco coherente y equilibrado para alcanzar los objetivos climáticos de la UE para asegurar una transición socialmente justa, mantener y reforzar la innovación y la competitividad de la industria garantizando la igualdad de condiciones frente a los operadores económicos de terceros.