WindEurope publicó ayer un comunicado en el que sostiene que mantener el tejido industrial eólico arraigado en el Viejo Continente solo es posible si el mercado eólico doméstico es atractivo para los inversores. Y para ello -para lograr que Europa siga atrayendo inversiones-, "es vital que el Parlamento Europeo respalde el Objetivo UE 2030 del 35%" (o sea, que la Unión Europea se comprometa mediante la futura Directiva de Energías Renovables a alcanzar una cuota del 35% de peso renovable en su mix energético del año 2030).
El presidente ejecutivo de WindEurope, Giles Dickson, estima que los costes de mantener la poco ambiciosa propuesta de la Comisión (27%), rondarían "los 92.000 millones de euros en inversiones perdidas y los 132.000 puestos de trabajo no creados". Dickson, que ha alertado sobre la creciente competencia internacional, ha sido muy explícito en sus manifestaciones sobre la votación de hoy: "la competitividad de la industria eólica europea realmente depende de esta votación" (la nueva Directiva de Energías Renovables está llamada a marcar el devenir del sector industrial europeo a lo largo de la próxima década: 2020-2030).
Los datos de un sector que tiene un peso creciente en la economía europea
La Unión Europea (UE28) tiene más de 160.000 megavatios de potencia eólica instalados. WindEurope calcula que la electricidad producida por los aerogeneradores del Viejo Continente ha evitado importaciones de combustibles fósiles por valor de 32.000 millones de euros (M€) en los últimos seis años (2011-2016) y la emisión de 166 millones de toneladas de CO2 solo en 2016. La asociación estima que el sector contribuyó el año pasado con 36.000 M€ al producto interior bruto del Viejo Continente y exportó allende Europa bienes y servicios por valor 8.000 M€. El sector ha pagado en la UE en 2016 impuestos por valor de 4.900 M€. El 4,9% de los retornos, el sector lo invierte en I+D.
Según WindEurope, "cada 1.000 euros que retornan al sector genera 250 euros de actividad económica en otros sectores, como el del metal, el químico, el de equipamiento eléctrico y maquinaria, la construcción y la ingeniería". Una buena parte de la industria y de la cadena de suministro eólicos se encuentra localizada además en territorios desfavorecidos (áreas rurales, o despobladas, o con tasas de desempleo más elevadas, o con menos oportunidades laborales). Además, el empleo que produce la eólica en esas áreas es empleo de calidad. Según la asociación de la industria eólica europea, hasta el 82% de los 263.000 empleos registrados en Europa a día de hoy es empleo altamente cualificado (high-skilled).
Informe «Impacto local, liderazgo global»