Acrenasl ha analizado el impacto de los aerogeneradores en dos sentidos: las colisiones con las palas y la pérdida de hábitats motivada por las molestias que podrían ocasionar los parques, y que se traduce en un mayor o menor éxito reproductivo de la especie. A lo largo de trece años se han analizado 291 instalaciones con 6.371 aerogeneradores en ocho provincias. Lo que representa en torno a una tercera parte de la potencia eólica total instalada en España.
De las 12.915 aves encontradas muertas desde el año 2000, solo 15 (un 0,11%) fueron águilas reales. La mayor parte ocurrió entre febrero y marzo (60%) y de octubre a diciembre (40%). Las colisiones se produjeron tanto en áreas de nidificación como de dispersión. “A gran escala no hay relación entre la mortalidad y la densidad reproductora del águila real con los parques eólicos”, explica Álvaro Camiña, de Acrenasl.
Las tasas medias de mortalidad varían entre 0,0001 y 0,004 águilas/turbina/año. Muy inferior, por ejemplo, a los datos de colisiones de la especie en Estados Unidos. Los investigadores también han analizado datos sobre la ocupación de nidos y el éxito reproductor antes y después de la construcción de los parques eólicos. Y los modelos utilizados no muestran diferencias significativas.
“Como conclusión, parece que los parques eólicos tienen un impacto limitado sobre el águila real en España. El hecho de que algunos de los ejemplares que han colisionado eran individuos jóvenes sugiere que las aves itinerantes (parejas no asentadas en un territorio) serían más susceptibles de chocar que las parejas reproductoras”, apunta Camiña. Acrenasl también señala que existe muy poca información sobre el impacto de los parques eólicos sobre esta especie en la mayor parte de los países europeos.
Los resultados serán presentados en el próximo Congreso Internacional de Interacciones entre Fauna y Parques Eólicos, que se celebrara en Berlín del 10 al 12 de marzo. En ese encuentro también presentarán datos sobre otra de las grandes rapaces africanas, el águila de Verreaux, y la posible afección de parques en Sudáfrica.
Para el estudio en España, Acrenasl ha contado con la colaboración de las administraciones de La Rioja, Soria, Guadalajara, Albacete y Cádiz. Y de los promotores a lo largo de los últimos trece años.
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