El acuerdo especifica que Elia y Energinet realizarán, antes de finales de 2021, análisis técnicos y de coste-beneficio del proyecto de interconexión y a principios de 2022, si esta evaluación es positiva, establecerán un acuerdo más vinculante en el periodo previo al establecimiento de la conexión. Energinet tiene acuerdos similares para posibles interconexiones con Alemania y Holanda.
Si la interconexión eléctrica entre Dinamarca y Bélgica se hace realidad, pasará por las aguas marinas de cuatro naciones diferentes y, probablemente, será el cable de alta tensión de corriente continua más largo del mundo.
Bélgica va a eliminar toda su generación con energía nuclear en 2025, y a partir de entonces basará su sistema energético en las energías renovables, fundamentalmente en eólica y solar. Pero el país tiene un litoral relativamente pequeño y un acceso limitado a la eólica marina en la parte belga del Mar del Norte, por lo que necesita importar energía verde a gran escala. De este modo, el plan de Dinamarca de construir una isla energética en el Mar del Norte encaja bien con su necesidad de hacer la transición a la energía verde.
"La realización del cable belga-danés sería un paso importante para hacer más sostenible nuestro sistema eléctrico", ha declarado Chris Peeters, director general de Elia. "Sería la primera vez que nuestro país se conecta a un nuevo mercado eléctrico que está más lejos que nuestros vecinos", añadió. Bélgica también tendrá acceso directo a los grandes parques eólicos del extremo norte del Mar del Norte, que cuentan con una dinámica meteorológica diferente a la de la cosa belga. "Esto garantizará un mayor nivel de seguridad en el suministro y ayudará a nuestra industria de alto consumo energético a seguir descarbonizándose", señaló Peeters.
La isla artificial de energía que Dinamarca va a construir a 80 km mar adentro, al oeste de la península de Jutlandia, tendrá inicialmente una superficie de 120.000 metros cuadrados -el tamaño de 18 campos de fútbol- y recogerá la energía de cientos de aerogeneradores marinos, capaces, en una primera fase, de suministrar energía verde a tres millones de hogares.