– 100 GW, todo un hito. ¿Cuáles son las claves que han permitido a Isotrol llegar hasta aquí?
Por un lado, la experiencia: llevamos más de 37 años trabajando en energía. Fuimos pioneros en la monitorización y control de los primeros aerogeneradores, cuando todavía eran prototipos experimentales, hace cerca de 30 años. Todo el conocimiento que hemos ido acumulando está reflejado en nuestras soluciones y en nuestra plataforma Bluence, hasta alcanzar este logro, del que estamos muy orgullosos.
Por otro lado, esa experiencia no habría sido posible sin nuestros clientes, de los que nos consideramos sus compañeros tecnológicos de viaje. El origen de nuestro nombre proviene de Ingeniería, Software y Control, de manera que siempre hemos tenido un pie en la realidad del negocio de nuestros clientes, desde nuestra faceta de ingeniería, y otro en la transformación digital y la problemática tecnológica. Ello nos ha permitido, a medida que ellos iban evolucionando, adaptar nuestras soluciones a sus necesidades, incluir nuevas funcionalidades y servicios.
Nuestra plataforma cubre el ciclo completo: empezando por soluciones para optimizar la gestión y control de la generación de energía renovable, mejorando su eficiencia, siguiendo por módulos para integrar esa energía en la red eléctrica y terminando con soluciones para las transacciones de esa energía generada en los mercados eléctricos. Esta visión global unida a nuestra política de constante inversión en innovación son rasgos diferenciales de Isotrol en el sector.
– De esos 100 GW, ¿cuántos son renovables y dónde están, en qué países?
La gran mayoría son renovables. Bluence cubre distintas tecnologías: parques eólicos, plantas fotovoltaicas, plantas solares de concentración, hidráulicas y biomasa. En los últimos años estamos gestionando también almacenamiento en baterías, una tecnología clave para que las energías renovables participen en igualdad de condiciones en los mercados eléctricos, un aspecto crítico a su vez para conseguir la descarbonización en las ciudades y en el resto del planeta. Nuestras soluciones están integradas principalmente en Norteamérica, Europa y Latinoamérica, aunque también tenemos instalaciones en Australia y otras geografías. Hoy estamos presentes en más de 45 países.
– A raíz del debate en torno a la subida del precio de la electricidad de los últimos meses, ¿cree que el sistema marginalista que utiliza el mercado eléctrico es el mejor? ¿Hay otras alternativas?
Hay que considerar que los sistemas marginalistas han sido implementados en la inmensa mayoría de mercados de energía a nivel global, fundamentándose en la ventaja de una oferta basada en costes de oportunidad, cuyo objetivo y resultado habitual es trasladar al mercado unos precios de venta que favorezcan la generación y continúen las inversiones en el sector. Sin embargo, en coyunturas como la actual, al marcar el precio la tecnología más cara, la subida de la demanda y de los precios de gas ha provocado una fuerte distorsión en los resultados de fijación de precios. Los mercados de futuros indican, sin embargo, que la situación se irá regulando progresivamente, con los precios habituales y con un descenso continuado en los siguientes años. Creemos que la progresiva descarbonización del mix energético, en la que Isotrol participa con sus soluciones, producirá una reducción en los precios de la energía y una alta estabilización de los mismos en un futuro cada vez más cercano. En este futuro de generación fundamentalmente renovable, una situación como la actual no podría producirse, independientemente del sistema de fijación de precios.
– Estamos acostumbrados a oír que las renovables son hoy las energías más baratas. Pero su creciente implantación coincide con subidas del precio de la electricidad que no habíamos visto nunca. ¿Cuándo percibiremos esas cualidades de las energías limpias?
Sin duda, existe una compleja situación coyuntural en los precios de la electricidad, que está asociada directamente con la situación actual de los mercados gasísticos y su efecto en los precios marginales. Sin embargo, la contribución de las energías renovables a la reducción de precios de la electricidad ha sido innegable en los últimos años. Una contribución que seguirá incrementándose una vez se solucione la circunstancia actual. Una circunstancia que, por cierto, se hubiera visto claramente agravada de no contar con los porcentajes de generación renovable actuales.
Lo que sí se puede constatar ya es que, por ejemplo, los días en los que más viento hace, el precio se reduce en el mercado gracias al efecto de las renovables, en comparación con el que se hubiera alcanzado sin ellas. De forma similar se puede ver que los precios en las horas más soleadas del día tienden a bajar.
Hoy en día, las energías renovables representan aproximadamente un 26% del total generado a nivel mundial, mientras que se prevé una participación de más del 85% para 2050. Estamos convencidos de que el futuro mix energético –basado en energías renovables, sistemas de almacenamiento complementarios y gestión activa de la demanda– reducirá progresivamente los costes de la electricidad, y evitará situaciones como la actual, al desvincular precios y factores negativos, externos a los países productores.
– La gestión de activos está cada vez más ligada a la digitalización. ¿Queda mucho por hacer en este sentido? ¿Hay margen de mejora? Póngale una nota a la gestión de los activos renovables que se hace en nuestro país.
El sector de las renovables es un sector joven, que vive un fuerte proceso tanto de expansión como de maduración. Este momento supone un reto relevante para todos los actores, ya que permite innovar con gran agilidad, siendo la digitalización uno de los principales campos de actuación. El camino por recorrer es amplio, tanto en la estandarización de procesos, como en las normas de calidad y la digitalización de los mismos, que permitan incrementar la eficiencia operativa de las mismas. Lo que percibimos es que se han dado grandes pasos en esta dirección, lo que lleva a una mayor disponibilidad de las plantas y de los elementos de generación y, por tanto, a una mayor eficiencia operativa de las mismas.
Hay una tendencia a una creciente profesionalización de los equipos de gestión, y a contar con herramientas de última generación con las que los gestores puedan sacar el máximo partido a las plantas. Los gestores tienen el reto de incrementar su eficiencia operativa, puesto que se ha pasado de contar con varios de ellos en cada planta, a tener varias plantas por gestor. Algo que, sin duda, es un reto. Nosotros vemos el principal margen de mejora en la capacidad de sacarle el máximo partido a la información disponible, que es mucha, para incrementar así la eficiencia de los activos. En este sentido, ya estamos ayudando a nuestros clientes con herramientas basadas en inteligencia artificial y en gemelos digitales.
– La progresiva implantación de renovables hace más compleja la gestión del sistema eléctrico. ¿Qué necesitamos para que siga siendo fiable técnicamente? ¿Qué tipo de inversiones habría que acometer? ¿Se están haciendo?
Sin duda. Principalmente porque, a día de hoy, las plantas renovables tienen una buena capacidad de predecir su producción, pero no de gestionarla. A esto hay que añadir que la estabilidad del sistema eléctrico –en lo referente, por ejemplo, a la regulación en tensión y frecuencia, o a la cobertura de demandas inesperadas de energía– descansa sobre tecnologías tradicionales que cada vez tendrán menos peso en el sistema eléctrico.
Hay dos grandes actuaciones. Por una parte está la mayor gestionabilidad en la generación de las plantas renovables, que se consigue combinando el almacenamiento con la provisión de servicios a la red. Por otra parte, la red debe estar preparada para cambios bruscos en la producción incorporando una gestión inteligente a través de diversas palancas para conseguir que sea más flexible Dichas palancas serían, entre otras, el almacenamiento incorporado en puntos críticos, o la gestión activa de la demanda con el vehículo eléctrico. Herramientas que son básicas para facilitar la integración en la red de la energía. Por poner un símil: sería como un director de orquesta, que consigue que cada instrumento se combine con el resto, consiguiendo la armonía.
– ¿Hay diferencias entre la gestión de un parque eólico y una planta fotovoltaica? ¿Resulta más fácil una que otra? ¿Por qué?
En los aspectos técnicos son claramente diferentes, son tecnologías complementarias que tienen características específicas. En el sector eólico nos enfrentamos a la problemática de mantener un sistema de generación complejo, con múltiples elementos mecánicos en altura y con dificultades de acceso (tanto en onshore como en offshore). Este mantenimiento requiere de una gestión óptima del conocimiento, la planificación, la logística y los procesos para llevar a cabo las reparaciones de grandes correctivos. Aquí son necesarios medios predictivos y/o de detección precoz que nos permitan anticiparnos a las incidencias, y planificar adecuadamente las gamas de mantenimiento a llevar a cabo.
En la fotovoltaica la problemática es bien distinta, ya que no tenemos la dificultad de la altura o el acceso, o de los elementos mecánicos (salvo los seguidores), pero sí una infinidad de elementos de generación distribuidos en un vasto territorio, hecho que conlleva que los árboles no dejen ver el bosque. Es por ello que necesitamos disponer de sistemas que permitan optimizar la gestión del mantenimiento, sacando el máximo retorno (en reducción de la energía perdida) a los recursos dedicados al mantenimiento. En este caso, la categorización, la detección precoz y la gestión integral son los pilares que permiten mejorar la eficiencia operativa.
En general la tendencia en eólica es tener parques con menos aerogeneradores cada vez mayores, de más de 10 MW. Mientras que en fotovoltaica, la tendencia es a incrementar el número de elementos iguales para conseguir parques de mayor potencia. En resumen, se presenta ante nosotros un escenario muy ilusionante, en el que las energías renovables y las soluciones para la transición energética van a marcar una diferencia. Nosotros, además, tenemos el lujo de poder competir a nivel internacional principalmente desde Sevilla, gracias a un equipo de profesionales con gran experiencia en un sector que está en plena expansión y que genera empleo de valor.