Para cumplir este ambicioso objetivo de descarbonización, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé, entre otras cosas, doblar la potencia eólica y solar ahora mismo desplegada en menos de cinco años. Como sabemos, esto plantea una serie de retos porque las renovables no son gestionables y aquí es donde entra en escena el almacenamiento. En concreto, el PNIEC cuenta con que España tenga 22,5 GW de almacenamiento para 2030. El objetivo de que las renovables aporten el 81% del consumo eléctrico español en 2030 depende de que encontremos ese Grial verde.
Es por ello que el veloz desarrollo de la generación renovable en España suscita un interés cada vez mayor en el almacenamiento en baterías. Los precios cero y negativos preocupan en el sector renovable nacional, que busca soluciones para almacenar los picos de producción solar de las horas centrales del día y emplearla en horas en las que el precio de la electricidad sea mayor. En definitiva, el almacenamiento es una tecnología de respaldo diseñada para sustituir a las centrales de gas, que son las que ahora mismo dan este servicio.
Ahora mismo hay entre 30 y 40 megavatios instalados de baterías, unos 10 gigas -aproximadamente- con permisos de acceso y otros 8 gigas que tienen el permiso solicitado ¿Es esto suficiente para alcanzar el objetivo del PNIEC?
El PNIEC establece el objetivo de alcanzar los 22,5 GW de potencia instalada de almacenamiento a 2030, lo cual incluye diversas tecnologías de almacenamiento. En España la potencia instalada de almacenamiento asciende actualmente a unos 7,6 GW, incluyendo centrales hidroeléctricas de bombeo puro y mixto, almacenamiento térmico y baterías, tanto conectadas a red como detrás del contador. Si consideramos la potencia instalada junto con los permisos de acceso a la red que han sido concedidos y solicitados se cumplirían con creces los objetivos marcados.
¿Cree que el objetivo de almacenamiento a 2030 es un objetivo realista?
El PNIEC se presenta como una herramienta de planificación energética y climática a nivel nacional y debe servir como guía para nuestras acciones futuras. La última actualización del PNIEC refuerza el compromiso con el almacenamiento energético y la flexibilidad como elementos esenciales para garantizar la integración efectiva de la generación renovable. El objetivo marcado en este plan representa nuestra referencia más sólida respecto a las necesidades de almacenamiento que tenemos como país. Sin duda nos encontramos ante un desafío significativo, dado que el objetivo a 2030 supone más que duplicar la potencia instalada de almacenamiento en la actualidad y debemos trabajar para conseguirlo.
El almacenamiento es una tecnología relativamente nueva. ¿Hasta qué punto cree que parte de estos proyectos que ya están en marcha pueden estar en manos de especuladores?
No sabemos cuántos de los GW de potencia de acceso concedida saldrán adelante, pero será algo que iremos viendo con el paso del tiempo. Es importante destacar que la aprobación del Real Decreto-ley 23/2020, de 23 de junio, ha proporcionado a los promotores un incentivo para presentar proyectos bien fundamentados, lo cual contribuye a mitigar la especulación en este sector. Este real decreto-ley introduce una serie de hitos de madurez que los proyectos deben cumplir en unos plazos desde la obtención del permiso de acceso y conexión, perdiendo dichos permisos en caso contrario, lo que conlleva la ejecución de garantías económicas.
¿Considera que hacen falta más megavatios en desarrollo?
Por la información que tenemos de proyectos de almacenamiento que han iniciado la tramitación o están en una fase previa a iniciar la misma, tanto en la Administración General del Estado como en las Comunidades Autónomas, el volumen de potencia que se está desarrollando sería suficiente para alcanzar los objetivos marcados.
¿Llegarán todos estos proyectos a término?
Como en otro tipo de proyectos, estos deberán obtener las distintas autorizaciones exigidas por la normativa, lo que implica que no se puede asegurar que todos ellos lleguen a construirse.
¿Qué papel van a desempeñar en el PNIEC tanto el almacenamiento puro –que permite construir proyectos más grandes– como el almacenamiento por hibridación con renovables -que tiene la ventaja de contar de antemano con el punto de acceso-?
Ambos tipos de almacenamiento son considerados relevantes dentro del marco del PNIEC. Por un lado, la hibridación de plantas existentes con instalaciones de almacenamiento, utilizando el mismo punto de conexión a la red, permite mejorar la gestionabilidad de las plantas originales, generalmente eólicas y fotovoltaicas, reduciendo los vertidos y siendo una oportunidad para mejorar la rentabilidad de las mismas. Por otro lado, el almacenamiento independiente o tand-alone permite desplazar la generación de las horas en las que hay un exceso de producción renovable a las horas de mayor demanda y ofrece servicios a la operación del sistema.
¿De las 110 medidas que incluye el PNIEC, cuáles están dirigidas al almacenamiento energético, a las necesidades de flexibilidad y a la respuesta de la demanda, respectivamente?
De las 110 medidas, es importante señalar que varias de ellas están orientadas al fomento del almacenamiento energético, la flexibilidad y la respuesta de la demanda. En particular, destacaría las siguientes medidas específicas: la medida 1.5. se centra en el almacenamiento energético, donde se abordan aspectos esenciales como el marco normativo o el acceso a los mercados; la medida 1.6. que aborda la gestión de demanda y flexibilidad, destaca el impulso dado por la reforma del mercado eléctrico al incorporar un análisis de necesidades de flexibilidad, el acceso flexible o los mercados locales de electricidad; la medida 1.9 dedicada al desarrollo de nueva capacidad de almacenamiento hidroeléctrico, propone la revisión del marco regulatorio y el aprovechamiento de los embalses de titularidad estatal, y la medida 1.22, en la que se aborda la estrategia para la energía sostenible en las islas, donde el almacenamiento energético es una pieza clave para la descarbonización.
Vistos desde el ámbito normativo, de participación en los mercados, y desde el punto de vista económico y tecnológico ¿cuáles son los principales beneficios y desafíos del almacenamiento para un mercado eléctrico como el español?
Uno de los principales beneficios del almacenamiento es la capacidad de integración de la generación renovable, trasladando el exceso de producción en momentos de alta disponibilidad de recurso a periodos de escasez, lo que además contribuye a una mayor estabilidad y fiabilidad del sistema eléctrico. Además, proporciona servicios a las redes, como el control de frecuencia y tensión o la reducción de congestiones locales. Sin embargo, también existen desafíos que deben ser abordados. Desde un punto de vista económico, si bien se está observando una reducción del coste en los últimos años, hay que asegurar que el almacenamiento pueda participar en todos los mercados, incluyendo mercados de energía, de balance y el mercado de capacidad, y así facilitar su viabilidad económica.
Asimismo, conviene destacar que se han concedido más de 600 M€ de ayudas a la inversión a proyectos de almacenamiento con los fondos procedentes del Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia. A esto se añaden los casi 700 M€ del marco de ayudas recientemente autorizado por la Comisión Europea, financiados parcialmente por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Por otro lado, en el ámbito normativo, es necesario seguir avanzando para tener en cuenta las particularidades del almacenamiento, tanto como instalación de generación como de demanda.
¿Tener más almacenamiento permitiría reducir la inversión en renovables y en redes al aumentar la optimización de recursos?
El almacenamiento energético permite aprovechar de manera más eficiente el recurso renovable, por lo que no viene a sustituir la inversión en renovables sino a acompañarla para aprovechar mejor el recurso, contribuyendo a la reducción de emisiones del sistema en su conjunto. Por otro lado, el almacenamiento energético sí que puede llevar a una menor necesidad de inversión en nueva infraestructura de red o el aplazamiento en el tiempo, ya que permite un mejor aprovechamiento de las redes, disminuyendo las congestiones y suavizando la variabilidad de la generación de renovables.
¿Qué se podría hacer (o qué se está haciendo ya) para agilizar la tramitación administrativa de los proyectos de almacenamiento?
En la actualidad los proyectos de almacenamiento son tratados de manera similar a otras instalaciones de generación a efectos de tramitación. Sin embargo, desde un punto de vista ambiental, los proyectos de almacenamiento energético stand-alone de tipo electroquímico así como la hibridación están sometidos a una evaluación de impacto ambiental simplificada. Estamos trabajando para que la normativa facilite la tramitación y construcción de proyectos, tanto en la hibridación como en instalaciones independientes.
¿Ha detectado el Ministerio problemas de aceptación social?
Estamos detectando inquietudes en algunos territorios que abarcan aspectos ambientales, paisajísticos y de seguridad en relación con las baterías. Hay que reconocer que este tipo de proyectos son relativamente nuevos por lo que resulta fundamental que los promotores expliquen el alcance y los posibles impactos de sus iniciativas con información clara y detallada para facilitar la aceptación de los proyectos. En todo caso, es importante recalcar que estas instalaciones
deben obtener las autorizaciones que exige la normativa energética y ambiental al igual que cualquier otra instalación de generación eléctrica.
¿Cómo cree que la nueva circular de acceso y conexión puede ayudar a resolver los problemas que hay de integración en relación al almacenamiento?
La Circular 1/2024, de 27 de septiembre, de la CNMC, regula las condiciones para la evaluación de la capacidad de acceso y conexión de las instalaciones de almacenamiento desde un punto de vista de demanda. Si bien está pendiente aún el desarrollo de las especificaciones de detalle, con esta circular se ha definido un nuevo tipo de permiso de acceso a la red, el acceso flexible, lo que representa un avance. Este tipo de permiso tiene el potencial de facilitar y acelerar la concesión de permisos de acceso a instalaciones de almacenamiento, mejorando a su vez la coexistencia con otros tipos de demandas. Asimismo, esta circular introduce la obligación para los gestores de las redes de publicar la información relativa a la capacidad de acceso disponible para instalaciones de almacenamiento stand-alone, siendo una medida que mejora la transparencia y permite la toma de decisiones informada de los promotores.
Esta entrevista está incluida en la edición en papel ER240 que puedes descargar gratis en PDF
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