almacenamiento

De cuñados y mitos sobre el almacenamiento de energía en baterías

0
Los sistemas de almacenamiento energético han incrementado su despliegue en los últimos años. Aunque el número de instalaciones en funcionamiento aún es reducido en nuestro país, su adopción en Europa se encuentra al alza, y se prevé que su desarrollo continúe aumentando. Ante este incremento de los proyectos en desarrollo, ha surgido una serie de falsos mitos acerca de estas instalaciones, mitos que no solo han sido adoptados por parte de la población, sino que además afectan a cómo se está regulando su despliegue en algunas regiones, lo cual resulta especialmente preocupante. Our New Energy (ONE), compañía especializada en el análisis de mercados energéticos, ha publicado un informe en el que repasa algunos de estos mitos. Estos.
De cuñados y mitos sobre el almacenamiento de energía en baterías

Un inversor responsable entiende que el despliegue de las instalaciones (de cualquier instalación) debe acometerse desde el consenso social, que debe además asentarse sobre un debate razonable respecto del marco regulatorio que ha de amparar ese despliegue, debate que deberá atender al conocimiento científico y no a argumentos infundados o falsos. La regulación para el despliegue del almacenamiento energético, como solución necesaria para la transición energética, debe aportar seguridad jurídica y permitir la creación de valor a medio y largo plazo. Pues bien, desde ese marco, Our New Energy (ONE), compañía especializada en el análisis de mercados energéticos, ha elaborado un estudio en el que recoge algunos de los mitos más extendidos en la escena de las baterías, y en el que trata de rebatirlos con las evidencias técnicas y científicas disponibles. ¿Objetivo último? Obtener un diagnóstico más ajustado a la realidad y demostrar -sostienen los autores del informe- que

● Las baterías no tienen un impacto negativo sobre la salud

● El impacto ambiental de las baterías es muy reducido

● Las baterías se pueden integrar fácilmente en el paisaje

● Los incendios son muy poco frecuentes y fácilmente evitables

● Las baterías generan beneficios para la ciudadanía

Las baterías no tienen un impacto negativo sobre la salud
Se suele afirmar que la proximidad a las baterías conlleva contaminación electromagnética, que aumenta el riesgo de enfermedades. Se resalta incluso que este impacto se extiende también al ganado, afectando en mayor medida al estar los animales en contacto directo con el suelo. Sin embargo -apuntan los autores del informe-, no hay evidencias científicas concluyentes de que esto sea cierto, ni se ha podido comprobar que las baterías afecten negativamente a la salud.

De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, la exposición a campos electromagnéticos, incluso a largo plazo, no provoca efectos adversos para la salud. En los estudios realizados hasta la fecha no se han detectado aumentos del riesgo de ningún tipo de cáncer en niños o adultos.

Además, las baterías operan en corriente continua, por lo que generan muy poca contaminación electromagnética, y además cuentan con contenedores que las encapsulan, actuando como barreras a cualquier emisión.

Otros dispositivos como líneas de alta tensión, transformadores o subestaciones eléctricas, que se ubican cercanos a núcleos de población y que están completamente asumidos tienen mayores emisiones de este tipo.

De hecho, las evidencias disponibles demuestran que las líneas eléctricas de alta tensión provocan una exposición electromagnética 12 veces mayor a las de baja tensión, que son las que emplean las baterías. Además, cabe resaltar que en la mayoría de casos las líneas eléctricas de las instalaciones de almacenamiento están soterradas, y la exposición que generan los cables enterrados es prácticamente nula.

Además -apunta el estudio-, se estima que mientras que un transformador de 5 MW, a 100 metros de distancia, genera una radiación inferior a 0.5 µSv por hora, hablar por teléfono móvil o ver la televisión puede llegar a generar 1 µSv por hora, y esta radiación sigue siendo mucho menor a la que generan electrodomésticos como aspiradoras, o los vuelos en avión.

Con estas comparativas se observa claramente que la contaminación electromagnética que generan las baterías es muy inferior a la que generan otros dispositivos a los que estamos expuestos de forma diaria.

El impacto ambiental de las baterías es muy reducido
En ocasiones se afirma que las instalaciones de almacenamiento pueden suponer un impacto negativo para el medio ambiente, y más en concreto para la biodiversidad, al suponer una barrera artificial en el medio natural que impide el paso de fauna, o que puede actuar como trampa.

No obstante -recuerdan los autores del informe-, las instalaciones antes de ser autorizadas deben pasar procesos muy rigurosos de evaluación ambiental, que exigen la aplicación de medidas correctivas y compensatorias para mitigar los posibles impactos medioambientales negativos y asegurar el respeto al entorno.

Gracias a estos procesos, los proyectos que se llevan a cabo tienen un impacto mínimo a nivel ambiental. Además, los proyectos se instalan en zonas próximas a las subestaciones eléctricas o núcleos urbanos, lo que supone un menor impacto ambiental, al estar alejados del hábitat natural de la fauna local.

Cabe resaltar también -advierten desde ONE- que las baterías tienen una gran densidad energética, es decir, permiten almacenar grandes cantidades de energía en un espacio muy pequeño.

Mientras que una sola batería puede almacenar en la mayoría de los casos hasta cinco megavatios hora (5 MWh), para producir esta misma cantidad de energía se necesitan aproximadamente seis hectáreas (6 Has) de placas solares fotovoltaicas, o dos aerogeneradores de última generación. En este sentido -sostiene ONE-, el impacto ambiental de las baterías es muy reducido.

Las baterías se pueden integrar fácilmente en el paisaje
Se denuncia que las instalaciones, de carácter industrial, ocasionan un gran deterioro en el entorno rural y producen un elevado impacto paisajístico, derivado de la pérdida de naturalidad. Se argumenta además que esto genera una disminución de la calidad visual del entorno, que devalúa las viviendas.

Pues bien, según ONE, este impacto se puede atenuar e incluso eliminar por completo a través de la instalación de pantallas vegetales, que contribuyen a integrar las instalaciones paisajísticamente y respetar la cohesión del medio rural.

Muchos de los proyectos ya cuentan con estas pantallas vegetales de forma natural, y en otros casos se pueden implementar fácilmente, dado el reducido tamaño de las instalaciones (véase infografía).

Por otro lado, como ya se ha mencionado, los proyectos se instalan en zonas próximas a las subestaciones eléctricas o donde ya hay líneas eléctricas, con lo que el impacto es en zonas que ya tienen esa afección por equipos similares, con un impacto visual mínimo.

Los incendios son muy poco frecuentes y fácilmente evitables
Otro argumento contrario a las baterías que se suele emplear es que pueden dar lugar a fugas térmicas, que pueden provocar un incendio o incluso una explosión. Los incendios en baterías de este tipo no son comunes, y cuando ocurren, se deben a errores cometidos durante la instalación, con lo que son fácilmente evitables a través de controles de calidad rigurosos.

Estos controles de calidad están muy presentes en España, donde los equipos cuentan con garantías como la etiqueta europea CE, que acredita que tras llevar a cabo un procedimiento de evaluación, el equipo ha cumplido con los requisitos esenciales de seguridad y salud que vienen recogidos en el reglamento correspondiente.

Además, las instalaciones deben acreditar en los procesos de autorización para su comercialización que cuentan con medidas propias antiincendios para mitigar el riesgo, como sistemas de gestión para supervisar, controlar y optimizar el rendimiento y permitir la desconexión en cualquier momento, o sistemas de extinción automáticos.

Existen incluso tecnologías en las cuales, además de contar con sus propios sistemas de extinción, la batería se encuentra sumergida en líquido, mejorando su refrigeración y reduciendo aún más la probabilidad de incendio.

Las baterías sí generan beneficios para la ciudadanía
Se critica que las baterías son puramente especulativas y solo generan beneficios económicos a sus propietarios, pero no aportan ningún servicio a la ciudadanía o al sistema.

Ante esto, es importante tener en cuenta el papel esencial de los sistemas de almacenamiento energético en la transición energética. Permiten integrar la energía renovable de forma segura y sirven de tecnología de respaldo, desplazando a las centrales de gas, que son las que ahora mismo dan este servicio, y por tanto reduciendo las emisiones del sistema, con todo lo que ello conlleva: mejor calidad del aire, menores afecciones respiratorias, menores costes por baja laboral, menores costes para el sistema sanitario, etcétera, etc.

También repercuten positivamente en el coste de la energía para los ciudadanos, que pueden beneficiarse de la energía almacenada a precios baratos en momentos en los que se dan picos de precios.

Además -añaden los autores del informe-, las baterías tienen la capacidad de almacenar la energía y cederla ante fallos o desconexiones del sistema eléctrico, lo cual es especialmente útil en casos de catástrofes naturales como incendios, riadas o grandes nevadas. De hecho, el estado de California (Estados Unidos) ya promueve la instalación de baterías como solución para garantizar el acceso a energía en caso de incendios, que son muy frecuentes en la región.

Tras los recientes eventos de la DANA en Valencia, donde muchas zonas afectadas perdieron la conexión al sistema eléctrico durante días, la relevancia de estas instalaciones es evidente. Si bien existen otras alternativas como la tecnología nuclear, los ciclos combinados de gas, o el bombeo hidráulico, que se han empleado en Valencia, las baterías son la alternativa con un menor impacto ambiental, por lo que se debe priorizar su instalación.

Es esencial que la regulación de estos sistemas se base en la ciencia
En definitiva -concluye el informe-, los sistemas de almacenamiento energético en baterías juegan un rol clave para la transición energética. Permiten almacenar energía renovable, aportando flexibilidad al sistema y consolidando la sustitución de combustibles fósiles, reduciendo las emisiones del sistema energético. También proporcionan una fuente de respaldo durante cortes eléctricos o en situaciones de emergencia, y ayudan a abordar cuestiones como la volatilidad de los precios de la energía.

Además, se trata de una tecnología que ya se ha desplegado en otros países de nuestro entorno, y se ha podido comprobar que no representan riesgos para la salud y la seguridad, ni tampoco impactos negativos a nivel de biodiversidad e integración paisajística.

A la hora de desarrollar un modelo de despliegue para estas instalaciones, es esencial que la regulación para su despliegue se desarrolle teniendo en cuenta las evidencias científicas disponibles, sin atender a falsos mitos acerca de las instalaciones. De lo contrario, se corre el riesgo de comprometer el desarrollo de esta tecnología y desaprovechar todo el potencial que representa.

Añadir un comentario
Baterías con premio en la gran feria europea del almacenamiento de energía
El jurado de la feria ees (la gran feria europea de las baterías y los sistemas acumuladores de energía) ya ha seleccionado los productos y soluciones innovadoras que aspiran, como finalistas, al gran premio ees 2021. Independientemente de cuál o cuáles sean las candidaturas ganadoras, la sola inclusión en este exquisito grupo VIP constituye todo un éxito para las empresas. A continuación, los diez finalistas 2021 de los ees Award (ees es una de las cuatro ferias que integran el gran evento anual europeo del sector de la energía, The smarter E).