La Fundación Renovables ha difundido hoy un comunicado de valoración de la CoP27 en el que califica de "deprimentes" los resultados salidos de la vigésima séptima Conferencia de las Partes (Conference of Parties, CoP) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. "Como viene aconteciendo con todas las reuniones desde la CoP21 -explican desde la Fundación-, no se acaban de definir los acuerdos necesarios para la urgencia climática a la que nos enfrentamos. Tristemente, cada año que pasa volvemos a constatar que, en la carrera contra el cambio climático, no conseguimos pasar el relevo de las buenas intenciones a las acciones reales".
La decepción de la Fundación Renovables no es exclusiva. Antes al contrario: decenas de organizaciones han estado avisando en las semanas previas a la CoP, y durante la conferencia misma, de que el uso de combustibles fósiles es "incompatible con el escenario del Acuerdo de París" y de que los planes climáticos actuales son, sencillamente "insuficientes". Frente a esas voces de alerta -explican desde la Fundación-, se han alineado en la CoP "cientos de representantes de la industria fósil", que "campaban a sus anchas por los pasillos de las instalaciones en Sharm el Sheij". El resultado final salido de esta vigésima séptima Cumbre del Clima es "sin duda decepcionante", concluye la FR.
Los expertos de este think tank consideran "de extrema gravedad la poca implicación de algunos gobiernos en mantener el límite de aumento de temperatura por debajo de los 1,5ºC, ratificado en el Acuerdo de París" (en la 21ª Cumbre del Clima, que tuvo lugar en la capital de Francia, las naciones de todo el mundo acordaron "mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2°C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5°C con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático").
Pues bien, siete años después de suscrito el Acuerdo de París (CoP21, año 2015), eran muchos los actores del sector que esperaban que de Sharm el-Seij saliera un acuerdo más ambicioso, pero no ha sido así. "Hay algunos países -señalan desde la Fundación- que piensan que con seguir sentados ya es un avance, pero con la urgencia actual, eso no es una opción. Necesitamos líderes valientes -continúa la FR- que rompan con la industria del petróleo, no títeres que acaten todas sus demandas".
Lo positivo
La conclusión más destacada de Sharm el-Seij ha sido un acuerdo "no vinculante" para la creación de un fondo para financiar los daños producidos por el cambio climático en los países más vulnerables, una demanda que los países del hemisferio sur llevaban reclamando desde hacía décadas. Según la Fundación, este acuerdo es "un pequeño paso para alcanzar la justicia climática, pues los países del norte global hemos esquilmado recursos y emitido ingentes cantidades de Gases de Efecto Invernadero a la atmósfera durante nuestro desarrollo y los que más sufrirán serán los países más desfavorecidos". Eso sí -matizan desde la FR-, es necesario "muchísimo más" para recorrer esta senda "y esperamos que este acuerdo se traduzca en acciones reales que nos hagan transitar hacia un planeta más justo".
Lo negativo
Uno de los aspectos que se quedaron pendientes en la CoP26, en Glasgow, y que vuelve a pasar nuevamente sin levantar revuelo, fue concretar un acuerdo para la eliminación progresiva de todos los combustibles fósiles. "Si no queremos ir de cabeza hacia las peores consecuencias del cambio climático, la única vía es dar un impulso a las energías renovables y lograr eliminar la dependencia de las energías fósiles de nuestras economías cuanto antes", explican tajantes desde la Fundación.
Por lo demás, la FR destaca "la fuerte posición que ha demostrado la Unión Europea en la búsqueda de ambición para la lucha contra el cambio climático y en mantener el objetivo del Acuerdo de París, aunque haya sido con un lenguaje demasiado débil".