“La acción política se ha inspirado en el ‘deja para mañana lo que puedas hacer hoy, que no hay prisa’. Porque quienes pueden perder su cargo dentro de cuatro años tienen pocos alicientes para poner las luces largas y mirar más allá”. Es parte de la crónica que hacíamos el pasado domingo, tras la conclusión de la COP25.
Eso de la “acción política” y su relación con el cambio climático siempre ha sido motivo de análisis. Josep Borrell acaba de dejar su puesto de ministro de Exteriores para convertirse en Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Común, y vicepresidente de la Comisión Europea. Ya fue ministro de Fomento con Felipe González, así que su experiencia con importantes cargos de responsabilidad le acreditan de sobra para explicar cómo funcionan los políticos. Y no solo eso. También para entender cómo funciona la democracia.
El 14 de julio de 2015, Borrell participaba en un debate titulado “El papel de las empresas y la sociedad en la transición energética y la lucha contra el cambio climático”. La jornada estaba organizada por la Fundación Focus-Abengoa, de la que el propio Borrell era vicepresidente. Y entre los intervinientes estaba Teresa Ribera, entonces directora del Institute for Sustainable Development and International Relations (IDDRI), y hoy ministra para la Transición Ecológica. O Domingo Jiménez Beltrán, que dirigió durante años la Agencia Europea de Medio Ambiente y fue uno de los impulsores de la Fundación Renovables.
Este periodista asistió a la jornada y lo contó después así: “Acababa la jornada y Josep Borrell soltó una carga de profundidad: ‘Tal vez la democracia no es un sistema adecuado para regular problemas de futuro [como el cambio climático]”. Borrell siguió con sus reflexiones: “Porque eso implica que hemos de pedir a los ciudadanos que acepten hoy costes para evitar problemas en el futuro”. En todo caso, el propio Borrell respondía diciendo que “los políticos también deben tener una cierta capacidad de liderazgo, deben adelantarse a los problemas”.
Y parece evidente que no es nada fácil.