Ayer, 9 de febrero, concluyó el período de consultas abierto por la Comisión Europea (CE) para que cualquier persona o colectivo se pronuncie sobre la modificación de la directiva de energías renovables para adaptarla a las nuevas ambiciones climáticas de la Unión Europea. Una de las opciones es la modificación de los criterios de sostenibilidad de la bioenergía. Avebiom recoge las principales conclusiones de dos estudios de 2019 de BEST y Ademe para destacar por dónde debe transitar la biomasa para asegurar esa sostenibilidad.
“La renovación masiva de equipos obsoletos de calefacción doméstica y su sustitución por sistemas modernos de biomasa reduciría de forma drástica las emisiones de partículas PM10 en Europa”, afirman desde Avebiom basándose en los trabajos de BEST y Ademe. Añaden que “también es fundamental utilizar biocombustibles de calidad y llevar a cabo una operación y un mantenimiento correctos de las instalaciones”.
En el caso del estudio de Ademe, se enmarca en un proyecto (Carve) que evaluó durante cuatro años (entre 2015 y 2019) las emisiones de equipos obsoletos comparándolas con otros modernos, tanto de leña como de pélets, en condiciones reales de operación. Los resultados arrojan una mejora en los parámetros estudiados al reemplazar un equipo antiguo por otro de tecnología avanzada: mejora del rendimiento entre un 16 y un 34 por ciento; reducción de emisiones de CO entre el 41 y el 87 por ciento; y reducción en la emisión de partículas entre el 44 y el 57 por ciento.
Reducción también de emisiones de CO2: más de un setenta por ciento
Avebiom destaca que en el trabajo de investigación de BEST en Austria se recogieron datos de consumos y emisiones de cincuenta casos de reemplazo de equipos antiguos por calderas de biomasa, antes y después de la sustitución. Aquí la reducción de emisiones de partículas llegó al cincuenta por ciento y además se redujeron en más de un setenta por ciento las de CO2, incluyendo las derivadas de la cadena logística de los biocombustibles.
“Los investigadores de BEST concluyen que en 2050 el país alpino podría reducir las emisiones de partículas en un noventa por ciento en un escenario de climatización cien por cien renovable en el que se incrementara la participación de la biomasa moderna utilizando la tecnología actual”, resumen desde Avebiom.
Contabilización errónea en las emisiones de partículas derivadas de la biomasa
Otro de los aspectos destacables del estudio de este centro tecnológico es la revisión del método de inventario de contaminantes del aire de Austria llevado a cabo por la Agencia Federal de Medio Ambiente. Su principal conclusión es que “las emisiones de partículas PM10 debidas a los sistemas de calefacción por biomasa se han sobreestimado por un reparto erróneo entre las tecnologías obsoletas y modernas”, ya que estas últimas “generan muchas menos emisiones que las que se asignan de forma global a la calefacción con biocombustibles de origen leñoso”.
Esto último ha llevado a Avebiom a organizar un seminario digital para el 23 de febrero titulado Emisiones de la biomasa. ¿Se están contabilizando bien? En la cita participará precisamente un investigador del centro tecnológico BEST, Christoph Schmidl, que lleva quince años investigando el uso energético de la biomasa y representa a Austria en un grupo de trabajo del Programa de Colaboración Tecnológica de la Agencia Internacional de la Energía.
“Los sistemas tecnificados de biomasa cumplen sobradamente con la normativa europea”
Para Javier Díaz, presidente de Avebiom, “la imagen de la biomasa térmica se ve perjudicada en algunos casos por una adjudicación errónea de las emisiones de partículas. Con este webinar pretendemos mostrar que la metodología que se utiliza para estimar las emisiones a nivel nacional debe distinguir con claridad los equipos obsoletos e ineficientes de los sistemas tecnificados de biomasa, que cumplen sobradamente con la normativa europea de Ecodiseño.”
Uno de los casos más recientes de contaminación por partículas asociados a equipos antiguos de biomasa ocurrió el pasado año en Villanueva del Arzobispo, en Jaén. El Ayuntamiento prohibió la quema de leña y pélets en chimeneas, estufas y calderas si no cumplían con los requisitos de las normativas europeas más estrictas. La excesiva emisión de partículas contaminantes llevó a tomar esta decisión.
Por el contrario, Finlandia, uno de los países de la UE que depende en mayor medida de la producción de energía con biomasa, es uno de los Estados miembro de la UE que registra concentraciones de partículas finas (PM 2,5) por debajo de los valores guía más estrictos de la OMS, según el último informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (Aema): La calidad del aire en Europa. Informe de 2020.