La CE recuerda que en abril 2015 el Reino Unido notificó que, dentro de su programa de incentivo al desarrollo de energías renovables (Final Investment Decision Enabling for Renewables), incluía la subvención de la conversión de una unidad de 645 MW de la central eléctrica de carbón de Drax (condado inglés de North Yorkshire) para operar exclusivamente con biomasa. La subvención pública se basa en garantizar un precio fijo para la electricidad producida por este tipo de centrales, sobre todo en el caso de que bajen los precios de mercado.
Al igual que en las investigaciones abiertas a las centrales de Teeside (en construcción y con ejecución en el aire al estar otorgada a Abengoa) y Lynemouth (conversión a biomasa), también en Inglaterra, la CE quiere asegurarse de que “los fondos públicos utilizados para apoyar el proyecto de Drax se limitan a lo estrictamente necesario y no dan lugar a un exceso de compensación”. En los casos mencionados se dio vía libre definitiva al sistema de subvención.
Otra de las conclusiones que busca la CE es que los efectos positivos del proyecto en la consecución de los objetivos ambientales y energéticos de la UE sean mayores que las posibles alteraciones de la competencia en el mercado de la biomasa. Hay que tener en cuenta que la planta de Drax necesitará anualmente 2,4 millones de toneladas de pélets de madera que se importarán desde Estados Unidos y América del Sur, de ahí los temores de incentivar una operación que altere el mercado de los biocombustibles sólidos.
• Drax enters domestic wood fuel heating market with acquisition of Billington Bioenergy
• Grandes eléctricas consumen la mayoría del pélet en Europa
• Las claves de la biomasa europea