Tras varias ediciones con cambios en el mes (de octubre a septiembre), de número de días (primero tres, luego cuatro y ahora de nuevo tres) y de periodicidad (de anual a bienal), además del cambio de nombre (de Expobioenergía a Expobiomasa) y de ampliación de la superficie expositiva (ya ocupa toda la de la feria de Valladolid), la feria se consolida en número de visitantes y repercusión en el mercado.
Este año se ha conseguido la cifra más alta de profesionales que la han visitado, con 16.540. Aunque el crecimiento ha sido muy inferior (no llega ni al uno por ciento) que el experimentado el año pasado (superó el nueve por ciento), Avebiom lo da por muy bueno teniendo en cuenta que este año era con un día menos y las previsiones eran llegar a las 16.000.
Para Javier Díaz, presidente de Avebiom, “esta ha sido la mejor de las doce ediciones celebradas hasta ahora, por la calidad de la oferta que han traído las empresas expositoras, por el número de profesionales que hemos recibido y por el volumen de negocio generado, que supera con creces la cifra de la edición anterior”.
Muy por encima de los diecisiete millones de euros de negocio
Al cierre de la edición, que este año tuvo lugar del 24 al 26 de septiembre, Avebiom reconoce que aún no hay una estimación del volumen de negocio generado, pero “los primeros datos apuntan a una cifra significativamente superior a la de 2017, que se situó por encima de los diecisiete millones de euros”.
A pesar de los claroscuros y el incierto invierno que se le pronostica al pélet, según se expresó en una de las citas más importantes de Expobiomasa, la Conferencia Internacional del Mercado de Pellet Doméstico, Díaz asegura que “el sector afronta esta temporada con optimismo, con unas expectativas de ventas relativamente altas”.
Confiar en la estabilidad del precio del pélet frente a la volatilidad de los de los combustibles fósiles
El presidente de Avebiom argumenta que “la alternativa de la biomasa ha calado en la sociedad como solución a las necesidades de calefacción, doméstica e industrial, con un combustible limpio, renovable, que aprovecha una materia prima local no deslocalizable y ofrece un precio más barato y estable”.
Díaz también expone como elemento para ser optimistas “la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles, que se han vuelto a disparar en estas últimas semanas”. El sector también confía en que el pélet y la astilla no sufran los incrementos de los precios del pasado invierno, ya que en ambos casos, especialmente en el primero, superaron ampliamente los precios que registra la propia Avebiom desde 2012.