Desde SURE, esquema de certificación impulsado y desarrollado por REDcert y Bioenergy Europe, explican que los trabajos de los proyectos piloto llevado a cabo en varios Estados miembro “tuvieron como objetivo considerar las características regionales en la definición de los principios del sistema”. La heterogeneidad de las biomasas europeas, de la madera de los bosques de coníferas de Escandinavia a los purines de las granjas de cerdos de España, hace necesario contar esas diferencias regionales.
“Varios operadores económicos han iniciado el proceso de certificación y se espera que sus certificados se emitan durante esta primavera de 2021”, explicaba a principio de abril la Asociación Española de la Biomasa (Avebiom), encargada de la difusión del sello en España, y añade que “ya existe una lista de organismos de certificación acreditados, entre los cuales se encuentran organizaciones en España”.
Hasta la fecha, en la lista de organismos certificadores publicada en la página web de SURE, aparece una entidad española, CGN, junto a otra de Polonia, Bureau Veritas Polska, y cinco de Alemania: QAL Umweltgutachter, Intechnica Cert, ELUcert, Control Union y Agrizert. Por otro lado, en abril SURE dio a conocer también la primera “entidad nacional de soporte del sello”, la lituana Litbioma. Con esta figura se abordan “las especificaciones regionales, centrándose particularmente en constatar la legalidad de la extracción de madera y el análisis del marco normativo”.
“Presentar la solicitud lo antes posible”
En Avebiom recuerdan que “se recomienda a las empresas que presenten su solicitud lo antes posible, ya que se espera una gran demanda a finales de año, cuando miles de operadores económicos podrían solicitar simultáneamente la certificación”. En la nota de prensa difundida por Avebiom se especifican los pasos a seguir para lograr la certificación de sostenibilidad.
Avebiom, como se expuso también en la puesta de largo del sello, remarca que “uno de los principales desafíos fue establecer un esquema de certificación para todos los agentes dentro del sector de la bioenergía y no solo para mercados concretos o grupos específicos”. SURE incluye productores de biomasa agrícola y forestal, de biocombustibles a partir de subproductos y residuos y de pélets, operadores logísticos, comercializadores de biocombustibles y plantas de biomasa y biogás.
En cuanto a las materias primas, abarca biomasa forestal (incluida la procedente de cultivos de rotación corta y de sistemas agroforestales), subproductos o residuos (madera reciclada, residuos de proceso como hueso de aceituna, press cake, cáscaras, etc.) y biomasa agrícola (paja, maíz y otros cultivos energéticos). Avebiom apostilla que “SURE está definiendo una solución específica para el mercado residencial de pélets que satisfaga la creciente demanda y los próximos requisitos legales”.
Avebiom se une al Foro de Bosques y Cambio Climático
Hace unos días Avebiom también hacía pública su incorporación al Foro de Bosques y Cambio Climático (FBYCC), al compartir “el compromiso de fomentar el desarrollo sostenible de los bosques españoles como medida indispensable para luchar contra el cambio climático”. El foro está activo desde 2004 y cuenta con un decálogo de propuestas que dieron a conocer como una petición a los partidos políticos de cara a las elecciones legislativas de abril de 2019.
Avebiom afirma apoyar especialmente el quinto punto de este decálogo que pide “fomentar la demanda de biomasa forestal como energía renovable en sustitución de combustibles fósiles para usos térmicos, eléctricos y cogeneración” e “instalar equipos de calefacción con biomasa en edificios de la Administración General del Estado”.
Javier Díaz, presidente de Avebiom, entiende como clave que “la sociedad y la administración apoyen al sector forestal en la gestión sostenible del mayor sumidero de CO2 que tenemos. Para ello, consideramos imprescindible impulsar medidas fiscales que ayuden en su labor a los responsables de los sistemas forestales, y también promover el consumo de los productos forestales sostenibles y sustitutivos de los basados en el petróleo dentro de un modelo de bioeconomía”.