El informe El potencial de las energías renovables y su industria asociada en Asturias, elaborado por Istas en colaboración con la European Climate Fundation (ECF), explica cuál debería ser la participación de las renovables en la transición energética que debe afrontar la región. “Fomentar el uso sostenible de la biomasa en la industria agroalimentaria e impulsar las redes de calor urbanas y el uso de biomasa térmica en el ámbito rural” están dentro de esa participación .
El trabajo de Istas, fundación autónoma de carácter técnico-sindical promovida por Comisiones Obreras (CCOO), también hace hincapié en el biogás. Afirma que “la Administración asturiana debería activar medidas para la recogida de residuos ganaderos y su valorización energética para solucionar un problema ambiental relevante dado el tamaño de la cabaña ganadera, y por otro lado mejorar la rentabilidad económica de esta actividad”.
También se menciona la necesidad de establecer un marco autonómico en coherencia con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que regule la conversión del biogás a biometano y su inyección en la red de gas. Por último, se añade que dentro de los proyectos actualmente en tramitación hay un planta de cien kilovatios.
Es necesario “un impulso decidido a la biomasa”
En el ámbito de la biomasa consideran necesario que haya “un impulso decidido” para su desarrollo, “teniendo en cuenta que la dimensión de los nuevos proyectos de plantas de biomasa eléctrica deben adecuarse a unos criterios de sostenibilidad y cercanía del recurso energético. Desde esta perspectiva es importante encaminar su aprovechamiento también a sus usos térmicos en el ámbito urbano e industrial y planificar la política forestal para el aprovechamiento de la biomasa forestal residual”.
A partir de datos de la Fundación Asturiana de la Energía, el informe recoge que, en cuanto a recursos asociados a la biomasa residual forestal hay una disponibilidad de 218.000 toneladas años que suponen 61.000 toneladas equivalente de petróleo anuales (tep/año). A esto habría que añadir 15.600 tep/año procedente de residuos ganaderos. “En menor medida, también existen recursos disponibles de biomasa agrícola y de la industria agroalimentaria o de residuos de jardinería, lodos de depuradoras, etcétera”, apostillan.
Producir pélets con biomasa forestal autóctona, no importada
A partir de aquí concretan dónde se desarrollaría más y mejor el sector, apuntando al Suroccidente asturiano, pero a la vez cuestionando que “a pesar de que la comarca presenta un gran potencial forestal, de que el sector produce recursos renovables y sostenibles (madera, biomasa, etc.) y existe demanda de productos forestales y potencial de producción en la región, Asturias importa tanto madera como materia prima para hacer pélets”.
El porqué de apuntar hacia el Suroccidente radica en que es donde se encuentran las minas de Cangas de Narcea, Ibais, Degaña y Tineo. “Esta es una zona rural y montañosa donde no existe el desarrollo industrial que sí existe en la zona central asturiana”, explican, y “cuenta con un importante recurso forestal y actualmente ya existen varias instalaciones tanto de generación de energía con biomasa (cogeneración y calor), como de fabricación de combustible biomásico”.
Megavatios eléctricos, nuevas redes de calor y Hunosa
También se citan proyectos en curso que habría que consolidar, como 27,4 megavatios eléctricos que “se encuentran a expensas de las próximos procesos de subasta de potencia renovable que convoca el Ministerio para la Transición Ecológica”. A ello añaden la ampliación de la red de calor del Ayuntamiento de Villayón, y la construcción de las del barrio residencial Ecojove en Gijón, Ibias, Laviana, Riosa y Caso.
Además, en el sentido de las informaciones que ha publicado Energías Renovables sobre la conversión de centrales de carbón en biomasa y la construcción de nuevas, el informe refleja que “Hunosa contempla abordar proyectos que permitan la utilización de la biomasa forestal”.
Especifican que existen tres líneas de negocio en Hunosa dirigidas a clientes industriales o institucionales: suministro de energía térmica en forma de calefacción y agua caliente sanitaria, suministro de energía térmica en forma de vapor saturado en industria, e instalación y gestión de redes de calor basadas en biomasa”. “Además, estudiará la posibilidad de construir una central de biomasa eléctrica en la cuenca central asturiana”, concluyen.
872.000 euros para biomasa, geotermia y auditorías energéticas
Unos días antes de la presentación del informe de Istas, el Gobierno de Asturias daba un paso en el sentido del primero. En concreto aprobó “una partida de 872.000 euros destinada a la convocatoria de subvenciones a empresas para favorecer, en todos los sectores, el tránsito hacia una economía baja en carbono mediante el desarrollo de proyectos de eficiencia energética”.
Las dos líneas de actuación que se financiarán serán: “implantación de sistemas de producción centralizada de calor y frío, como redes a partir de biomasa o geotermia de agua de minas para pequeñas y medianas comunidades locales” y “auditorías energéticas en pymes e implantación de medidas de ahorro, diversificación y eficiencia en compañías de cualquier tamaño”.
