Con 40.000 toneladas anuales de pélets más de capacidad de producción con respecto a la última información que se tenía de la planta, las instalaciones de Arapellet en Erla están ya en funcionamiento para, en un incremento gradual en los próximo meses, llegar, según su propietaria, Forestalia, a las 140.000 toneladas de producción al año. La inauguración oficial tuvo lugar ayer con la presencia del presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán.
Arapellet se convierte así en la planta en activo con mayor capacidad de producción, por encima de las 75.000 toneladas de Biomasa Forestal en As Pontes de García Rodríguez (A Coruña), que hasta ahora ostentaba el primer puesto. Para toda España, los últimos datos aportados por la Asociación Española para la Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) contabilizan una capacidad de 1.870.000 toneladas y una producción de 684.000.
La mayor parte del pélet que salga de Erla se destinará a la exportación. Forestalia confirma a Energías Renovables que “este será el principal destino, en especial hacia Italia y Francia y a grandes consumidores, industriales sobre todo”. Por su parte, la biomasa forestal utilizada como materia prima procede de un radio de 250 kilómetros en torno a Erla y de siete comunidades autónomas.
Confirmadas las 50.000 toneladas anuales de Huerta de Rey
Según precisan desde Forestalia, “el suministro de madera y sus subproductos procede de la utilización de aprovechamientos forestales sostenibles, mediante trabajos tanto de desbroce, clareo y limpieza de montes, como a través de subastas o aprovechamientos”.
Otros datos dados a conocer por Forestalia son la inversión, de 17 millones de euros, sumando la planta y la línea eléctrica que da suministro al polígono industrial de Erla; y la creación de empleo, que “cuando esté a pleno rendimiento dará trabajo directo a unas treinta personas, distribuidas en turnos que permitirán producir durante las 24 horas del día, más otro centenar de empleos para el suministro y logística de la biomasa”.
Forestalia ha aprovechado para recordar que, tras la adquisición de la planta Ribpellet en Huerta de Rey (Burgos) se ha concretado su ampliación “para producir 50.000 toneladas anuales para el mercado nacional”. Además, añade que “se encuentra en plena construcción la planta de generación eléctrica mediante biomasa de Cubillos del Sil, en El Bierzo (León), en colaboración con la Junta de Castilla y León”.
¿175.000 o 300.000 toneladas en Extremadura?
Días atrás era la Junta de Extremadura quien anunciaba el nuevo paso para construir otras tres grandes plantas de producción de pélets. Tras un primer acuerdo en 2017, el visto bueno de la Comisión Europea a las ayudas para construirlas y la convocatoria de las mismas, el Gobierno extremeño asegura que ha recibido “catorce solicitudes de ayudas para la fabricación de biocombustibles sólidos y carbón vegetal, con una inversión que superará los 34 millones”.
“La mayor inversión –continúan en la nota de prensa– corresponde a tres proyectos para la fabricación de pellets, con un importe global de alrededor de 22 millones de euros”. Las tres fábricas a las que se refieren son dos en principio impulsadas por Pellex Energía en Moraleja (Cáceres) y Herrera del Duque (Badajoz); y otra asociada a la empresa Macorela en Caminomorisco (Cáceres).
La Junta asegura que entre las tres producirían alrededor de 175.000 toneladas de pellets anuales, aunque otras fuentes, como el Mapa de biocombustibles 2018 elaborado por Avebiom, otorga solo a las dos de Pellex Energía casi 200.000 toneladas, 96.000 por planta. En el mencionado primer acuerdo de 2017 también se hablaba de 300.000 toneladas entre las tres.
Bio-Wood por medio
Bio-Wood, una empresa que lleva tiempo aplazando la construcción de otra gran fábrica en Niebla (Huelva), de unas 80.000 toneladas de capacidad de producción, apareció también vinculada a las de Extremadura. Llegó a firmar un protocolo vinculado al aprovechamiento forestal para las tres plantas con la Junta de Extremadura, Extremadura Avante y las empresas Pellex Energía, Macorela y Ecovías. Tras varias llamadas y correos electrónicos, Bio-Wood aún no ha contestado para actualizar estas informaciones.
Lo que sí tiene claro la Junta de Extremadura es que las ayudas que se concederán a estas y otras plantas son “una muy buena opción”, de cara a gestionar las “grandes cantidades de biomasa residual procedente de cultivos agrícolas de arroz, tomate, frutales, olivos, viña, tabaco, etc., y de biomasa forestal de monte y dehesa, que hasta ahora no ha sido aprovechada, mientras supone un problema su eliminación”.