“En 2010 comenzaron los trabajos forestales en los montes de la Mancomunidad Forestal de Ansó-Fago y se empezó a limpiar el terreno de los mismos; en la primavera de 2011 comenzaron las obras de la central; en noviembre de 2011 se ‘inauguró’ la red de calor municipal, que fue cuando asistió Roque Vicente por parte del Gobierno de Aragón; en mayo de 2012 culminaron las obras de la central (la fase que se ha puesto en marcha); entre mayo y junio de 2012 comenzaron las pruebas de producción de pélet en la central; y en noviembre de 2012 comienza la actividad de la planta de pelets a pleno rendimiento”.
Esta es la explicación que desde Dalkia dan al malentendido surgido al constatar que la inauguración que presidió ayer Luisa Fernanda Rudí de la planta de pelets de Ansó, en Huesca, correspondía a una instalación que había comenzado a funcionar más de dos años atrás, con la presencia del director general de Gestión Forestal del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Roque Vicente. Parece ser que el “ha empezado a funcionar estos días”, que reflejaba entonces el Ejecutivo aragonés en una nota de prensa no era tal, a pesar de presentarla como ya acabada y aportar exactamente los mismos datos básicos que el comunicado de Dalkia de ayer por la mañana.
Llegar a 15.000 toneladas de biocombustibles sólidos al año
Estos datos hacen referencia a la sociedad constituida para la explotación de la fábrica, Afpurna, que ha realizado una inversión de cuatro millones de euros. La planta produce actualmente 10.500 toneladas de pelets y astillas al año derivados de la transformación de los recursos forestales de los bosques de la Mancomunidad Forestal de Ansó-Fago, en el Pirineo oscense. Las instalaciones están equipadas para llegar a producir 15.000 toneladas de biocombustible al año, “sustituyendo así el combustible importado por combustible local”, afirman en la nota de prensa.
Algo que no reflejaba el comunicado actual era la continuidad o no de la tercera parte del proyecto, iniciado con la pequeña red de calor municipal en Ansó, continuado con la propia fábrica de pelets y astillas y concluido con una planta de gasificación de biomasa. “Esto sigue pendiente, pero no se ha desechado”, afirman desde Dalkia España. Además de esta compañía y la mancomunidad forestal citada (propietaria de las 24.424 de hectáreas de monte donde se extrae la biomasa), en Afpurna participan Aspurnas Ecoenergía (responsable de los trabajos forestales y suministradora de la materia prima) y Geoforesta (que presta asesoramiento y servicios de ingeniería), por lo que lo consideran “un referente de colaboración público-privada en nuestro país” .
Según sus promotores, Afpurna se encuentra a pleno funcionamiento desde noviembre de 2012 y cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad. Por otro lado, añaden que los montes de los que se obtienen la madera y la biomasa resultante poseen desde el pasado mes de enero la certificación forestal PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification), siendo los primeros de Aragón en obtener el sello.