Abengoa lleva varios años investigando en la obtención de enzimas optimizadas más efectivas (para romper la celulosa y convertirla en azúcares) que reduzcan el consumo y el impacto económico del proceso de producción de bioetanol. Con el anuncio de la puesta en marcha de la planta de demostración con tecnología W2B en Babilafuente, donde ya produce bioetanol de segunda generación de manera experimental, confirma el desarrollo positivo de sus investigaciones.
Según anuncia en una nota de prensa la multinacional sevillana, la planta tendrá una capacidad de procesamiento de 25.000 toneladas de RSU, de los que se obtendrán hasta 1,5 millones de litros de bioetanol apto como combustible. La tecnología W2B desarrollada por la compañía para obtener biocarburantes de segunda generación mediante un tratamiento de fermentación e hidrólisis enzimática se basa en un proceso de transformación en el que “la materia orgánica se somete a diversos tratamientos para producir fibra orgánica, rica en celulosa y hemicelulosa, que posteriormente será convertida a bioetanol”, explican en el comunicado de prensa.
Tecnología aplicable a Hugoton (Kansas), que producirá bioetanol 2G comercial a finales de año
La nueva instalación integra la infraestructura de la planta actual, “cuya operación continuada durante más de 6.000 horas ha permitido validar la viabilidad técnica y económica de la tecnología”, añaden desde Abengoa. Consideran que se trata de un sistema innovador y revolucionario dentro de la gestión integral de RSU, con un diseño que “permite operar la planta de manera flexible, y poder así evaluar los rendimientos y los costes de distintas configuraciones”. La planta incluye un proceso de separación y pre-tratamiento de residuos antes de entrar en la hidrólisis “mucho más severo y con un rendimiento más alto en separación de fibra orgánica que uno convencional de RSU, recuperando una cantidad mayor de materiales (plásticos, metales, etc.)”, destacan en Abengoa.
La compañía refuerza de esta manera su capacidad tecnológica para producir bioetanol a partir de biomasa de diferentes materias primas. Afirman que la tecnología W2B ha sido probada con éxito en su planta piloto de York (Nebraska, EEUU) y en la de demostración de Salamanca, y que “se está implantando en estos momentos en la planta industrial de Hugoton (Kansas, EEUU), una de las primeras a nivel comercial de bioetanol de segunda generación (utilizará paja de cereales), con capacidad para producir 100 millones de litros al año y que entrará en operación a finales de este año”.
Doble contabilidad: buena para el biodiésel y mala para el bioteanol
La noticia de este avance en la producción de bioetanol a partir de residuos se da pocos días después de que ePURE, la patronal europea de este biocarburante, y Novazynes, empresa biotecnológica líder en la investigación de enzimas, denunciaran la doble y hasta cuádruple contabilidad que la Comisión Europea estudia otorgar a los biocarburantes de segunda generación de cara al cumplimiento del objetivo del 10 % de energías renovables para el transporte en 2020. Lo consideran ineficaz para el desarrollo de estos nuevos carburantes y para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Estas conclusiones se derivan de un informe encargado por ePURE y Novozynes. El sistema de doble cómputo está pensado para compensar los costes de fabricación de los biocarburantes avanzados, pero la industria europea del bioetanol se queja de que solo beneficia a los productores de biodiésel. Critican que el elaborado a partir de aceites usados de cocina y grasas animales utiliza procesos que no requieren de nuevas tecnologías sosfisticadas. Por el contrario, subrayan que la doble contabilidad no ha conllevado un incremento en la inversión en nuevas tecnologías de conversión de materias primas lignocelulósicas en bioetanol.
El informe de ePURE y Novazynes también critica la dispersión de criterios entre los Estados miembros de la UE a la hora de poner en marcha este sistema. “No existe una lista común de los desechos y residuos que pueden optar a la doble contabilidad ni una aplicación armonizada respecto a los mecanismos de control, verificación y documentación”, denuncian. Consideran que de esta manera se produce una distorsión en el mercado de cara al comercio y disponibilidad de la materia prima. En España, APPA Biocarburantes tampoco ve con buenos ojos este tipo de contabilidad y su ampliación dentro de la reforma de la directiva sobre energías renovables que prepara la CE.