York, en Nebraska (Estados Unidos), y Babilafuente, en Salamanca (España) son los dos puntos neurálgicos del bioetanol de segunda generación para Abengoa. En una nota de prensa difundida ayer por la compañía sevillana, recuerda que en ambas plantas se llevan a cabo estudios que en permitirán poner en marcha su primera instalación comercial de este biocarburante, la que construye en otro lugar de Estados Unidos: Hugoton (Kansas). Después de 5.500 horas de operación y obtener un rendimiento de 200 litros de bioetanol de segunda generación por tonelada de paja, con fermentación exclusiva a partir de celulosa, la central de Salamanca está a punto de completar su trabajo de demostración.
Según informa Abengoa, “el objetivo de la planta es alcanzar un rendimiento superior a los 300 litros por tonelada y fermentar adicionalmente los azúcares de cinco átomos de carbono, abriendo la puerta a la siguiente etapa en la evolución tecnológica del proceso”. La compañía recuerda la importancia de desarrollar enzimas optimizadas más efectivas (para romper la celulosa y convertirla en azúcares) que reduzcan el consumo y el impacto económico del proceso. De hecho, disponen de una línea de investigación específica (Programa Tecnológico de Desarrollo de Enzimas), por lo que parte de las enzimas que se utilizan en Babilafuente son de producción propia. Afirman que es la única compañía “con capacidad para demostrar su funcionamiento en condiciones industriales”.
Hugoton espera para producir el primer litro comercial
"Estos resultados han demostrado la viabilidad de la tecnología de la hidrólisis enzimática, en la que la compañía lleva trabajando mucho tiempo y haciendo grandes inversiones”, añaden en Abengoa. Por eso, cada vez se ve más cerca el salto comercial con la puesta en práctica de esta tecnología en la planta que construirá en Hugoton, con una capacidad de 100 Ml anuales y previsión de inaugurarla en 2013. Recuerdan que el proyecto se desarrolla conjuntamente con el Departamento de Energía de Estados Unidos y que se convertirá en la mayor planta comercial de producción de bioetanol a partir de biomasa hasta la fecha. En materia de emisiones, permitirá ahorrar aproximadamente 135.000 toneladas de CO2 anuales.
Pero la compañía quiere recordar que todo comenzó en Salamanca. “El conocimiento y la experiencia adquiridos desde la puesta en marcha en 2009 de la planta de Biocombustibles de Castilla y León (BCyL), en Babilafuente, ha situado a Abengoa en una posición de liderazgo en la producción de etanol lignocelulósico”, exponen en la nota de prensa. Recuerdan también que para impulsarla recibió financiación de la Comisión Europea a través del V Programa Marco, tiene una capacidad de producción de 5 Ml anuales y utiliza como materia prima paja de trigo y maíz.
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