“El hallazgo clave del informe es que si todas las corrientes de materias primas se capturan de forma sostenible existe un potencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de 3.290 a 4.360 millones de toneladas equivalentes de CO2 (MtCO2eq), lo que equivale al 10-13 por ciento de las emisiones actuales de GEI”.
Esta conclusión, derivada del informe de la Asociación Mundial de Biogás (WBA, en sus siglas en inglés), está en sintonía con muchas de las intervenciones que tuvieron lugar en la Cumbre Mundial del Biogás, celebrada en Birmingham del 3 al 4 de julio. Niclas Svenningsen, responsable de Acción Climática Global del Convenio sobre Cambio Climático de la ONU, fue una de las personas que expresaron la necesidad de apostar por metas más ambiciosas de biogás para cumplir con los compromisos mundiales.
Svenningsen afirmó que “con las políticas e incentivos correctos y el apoyo adecuado el biogás ofrecerá oportunidades claves para que muchos países consigan implementar el Acuerdo de París, al mismo tiempo que aborden varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: energía limpia, agua limpia y saneamiento, buena salud, consumo y producción responsables, ciudades habitables y transporte sostenible".
Más de cincuenta millones de digestores
La apuesta por el biogás que expuso el representante del Convenio sobre Cambio Climático y otros ponentes debería ayudar a superar la situación actual. Según el informe, los cincuenta millones de microdigestores, 132.000 digestores de pequeña, mediana y gran escala y 700 plantas de biometano que operan a nivel mundial aprovechan solo entre el 1.6 y el 2.2 por ciento del potencial global de biogás.
También se tiene en cuenta el valor del otro producto derivado de la digestión anaerobia para producir biogás: el digestato o fertilizante natural. “Puede reemplazar hasta el siete por ciento del fertilizante inorgánico que se usa actualmente y fertilizar 82 millones de hectáreas de tierra, equivalente a la tierra cultivable que suman Brasil e Indonesia”, apostillan los autores del informe.
Los cálculos del informe exponen un potencial mundial para generar energía a partir de materias primas disponibles y de forma sostenible (estiércol, desperdicios de alimentos, aguas residuales, residuos de cultivos y cultivos energéticos) de 10.100 a 14.000 TWh. “Con este potencial se puede cubrir del seis al nueve por ciento del consumo de energía primaria del mundo”, afirman.
Capaz de cubrir más de la tercera parte del gas que se consume en la actualidad
Si dicho potencial se usa para producir electricidad, cubriría entre el 16 y el 22 por ciento de la consumida a nivel mundial. Por último, añaden que si se utilizara en forma de biometano, estaría en condiciones de sustituir a un equivalente al 26-37 por ciento del gas actual consumido en el planeta”.
Pero para llegar a explotar ese potencial hacen faltan que lleven a cabo diversas medidas políticas, económicas, sociales y ambientales que el informe resume en catorce. La primera de todas es contundente: “eliminar todos los subsidios a los combustibles fósiles para crear un campo de juego nivelado”.
La segunda medida tiene que ver con la principal idea expuesta durante la Cumbre Mundial del Biogás: “compromisos nacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero neto para 2050”. A partir de aquí son varias las medidas enfocadas a que se tenga en cuenta de manera preferente al biogás en todas las políticas de fomento y apoyo a las energías renovables.
Economía circular y la nula o escasa presencia de España
Otras medidas tienen que ver con la inclusión del biogás en las estrategias de economía circular, la mejora de la infraestructura de saneamiento en todo el mundo, la extensión generalizada de la recogida separada de desechos de alimentos y planes para grandes granjas de ganado para la recuperación de estiércol. Por último, y en relación al biometano, se pide incentivar la inversión en redes de repostaje para vehículos y en infraestructuras para la inyección en la red de gas.
El informe de la WBA culmina con varios ejemplos de medidas y políticas llevadas a cabo en varios países, entre los que no se encuentra España, que no es citada en ningún momento en el texto. La cita de Birmingham en la que se presentó el documento no contó con ningún representante de la Asociación Europea de Biogás, que en su día criticó el sesgo empresarial de la WBA, y mostró también el poco peso de nuestro país, con un ponente español entre treinta y uno.
