“Los olores predominantemente percibidos en el área de estudio (zona parcial de la Villa de Vallecas y El Ensanche)… se corresponden a basura y biogás, siendo este último el olor identificado de forma predominante. Este olor ha sido identificado a distancias de 3 a 7,7 km del Parque Tecnológico”.
Esta es una de las conclusiones de un estudio de 2015 encargado por el consistorio sobre los olores procedentes del denominado Parque Tecnológico de Valdemingómez, complejo que reúne vertederos, plantas de biogás e incineradora, entre otras instalaciones de tratamiento de residuos.
El estudio, unido a las quejas vecinales, ha podido más que el escaso aprovechamiento energético del biogás y los millones dilapidados en su puesta en marcha y desarrollo. El anuncio ahora es que “se va a comenzar a aprovechar energéticamente el cien por cien del biogás generado en las plantas de biometanización”, porque “hasta ahora solo se aprovechaba el 51 por cien, que era inyectado en la red de Enagás”.
“Se evitarán posibles fugas de biogás”
La nota de prensa del Ayuntamiento de Madrid prosigue que “de esta manera, Valdemingómez será más eficiente energéticamente y también tendrá menor impacto en los barrios más cercanos, pues el funcionamiento será mejor y se evitarán posibles fugas de biogás, que genera malos olores”.
Para conseguirlo van a modificar el contrato de explotación del antiguo vertedero, adjudicado a la UTE Valdemingómez 2000. “El nuevo contrato, con un presupuesto plurianual de 13,6 millones de euros para los próximos trece años, incluye terminar la desgasificación, que aún no ha concluido, aunque la extracción es menor”, puntualizan.
El consistorio reconoce que “seis de los ocho motores que se utilizaban para generar electricidad con ese biogás procedente del vertedero ahora están en desuso”. La intención es ponerlos en funcionamiento a partir de marzo para valorizar el total del biogás, que hasta la fecha ha conseguido llevar a la red (gasista y eléctrica) solo la mitad de la producción a la red.
Más megavatios hora anuales si se cuentan los térmicos
En la nota de prensa afirman que ese porcentaje se ha incrementado en un 40 por ciento en los dos últimos años gracias a mejoras en la operativa de la planta, hasta llegar a los 250.000 megavatios/hora (MWh) anuales.
En la memoria de 2016, si se suman los 74.958 MWh térmicos de las plantas de biometanización (Las Dehesas y La Paloma) y los 245.314 eléctricos de la planta de valorización energética de Las Lomas y las de biogás del vertedero antiguo (La Galiana) y del de Las Dehesas, la cifra llega a los 320.272 MWh.
Aparte de otras actuaciones destinadas a combatir la contaminación odorífera, el Ayuntamiento pronostica que hacia el segundo semestre de este año comenzarán las obras en las tres plantas que producen más olores: las dos de biometanización y la de tratamiento del biogás.
Un Valdemingómez más sostenible, y sin incineradora
El comunicado de prensa añade que el vecindario “también notará mejoras en unos meses cuando se empiece a verter en la sexta celda del actual vertedero, pues será la primera vez que se extraerá el biogás a la vez que se usa”. Explican que “hasta ahora había que concluir el llenado para comenzar la extracción del biogás, que produce olores”.
Para ahondar más en la sostenibilidad de este gran complejo, y tras la incipiente implantación del contenedor marrón para la recogida doméstica de basura orgánica, el Ayuntamiento de Madrid anuncia un futuro plan de reducción de residuos para una mejor gestión y un menor impacto ambiental, un estudio epidemiológico y una auditoría de Valdemingómez.
Precisamente, dentro de esos planes también se juega el futuro de la incineradora, muy cuestionada por asociaciones vecinales, que el próximo 3 de febrero se manifestarán por diferentes barrios de Vallecas para pedir su cierre.
La Alianza Incineradora de Valdemingómez No teme que a través de un nuevo plan de residuos el contrato que permite su explotación se renueve “otros 25 años; 25 nuevos años de emisiones contaminantes a la atmósfera y de generación de residuos peligrosos; 25 años extra para seguir envenenando a la población del sureste madrileño”.