Según la nota de prensa del Ayuntamiento de Madrid que anuncia la instalación de los primeros contenedores marrones, “además de cumplir con los objetivos de la Unión Europea, la recogida selectiva de la materia orgánica pone a Madrid a la altura de otras ciudades europeas y tiene beneficios medioambientales: el biorresiduo se aprovecha como material fertilizante y como generador de energía”.
Inciden desde el Consistorio en que con la recuperación de esa materia orgánica “se evita la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero y de malos olores; se reduce la cantidad de residuos que llegan al vertedero, aumentando su vida útil, y se mejora la recogida selectiva del resto de los residuos reciclables”.
¿Qué va al contenedor marrón?
Esta recogida comenzará el 1 de noviembre en 17 barrios de diez distritos de la capital y en 50 grandes generadores de residuos. Tiene como objetivo “implantar progresivamente en toda la ciudad la separación en origen de los biorresiduos para cumplir con el objetivo europeo de alcanzar el 50 por ciento de residuos preparados para la reutilización y el reciclado antes de 2020”.
Se precisa que los biorresiduros que deben ir al contenedor marrón son restos de fruta y verdura, restos cocinados de carne, pescado y marisco, frutos secos, infusiones, posos de café, cáscaras de huevo y otros restos de comida, tapones de corcho, cerillas, serrín, servilletas usadas, papel de cocina sucio y papel y cartón sucios de aceite o restos de alimentos, así como pequeños restos de jardinería tales como plantas, hojarasca o ramos de flores.
Campaña de información y cubo marrón para cada hogar
Para acertar con el mensaje y el compromiso ciudadano, el Ayuntamiento ha puesto en marcha una campaña de información y sensibilización dirigida a hogares, colegios, comercios, restaurantes y grandes generadores de residuos.
Además, hasta el 7 de diciembre un equipo de informadores ambientales visitará puerta a puerta todas las viviendas de las zonas participantes, para explicarles personalmente cómo separar la materia orgánica y los beneficios de su reciclado.
Por último, explican que “a todas las viviendas de los ámbitos pioneros se les entregará un kit formado por un cubo aireado de material plástico y diez litros de capacidad para que depositen en él sus restos orgánicos, un folleto informativo, un imán de nevera recordatorio de los residuos que se consideran orgánicos y una bola de semillas lista para sembrarse”.
¿Mejorará la producción de biogás de Valdemingómez?
Es de esperar que con esta separación en origen de la materia orgánica se optimice mejor el uso y la capacidad de producción de las plantas de tratamiento de biogás y de biometanización instaladas en Valdemingómez. El año pasado volvió a incrementarse el biogás que se quema y desperdicia en antorchas (817.000 metros cúbicos) y se mantienen las quejas por malos olores, que motivaron la elaboración de un informe por parte del Ayuntamiento.
Las plantas de bioemetanización de La Paloma y Las Dehesas tienen una capacidad conjunta de generación de 33,4 millones de metros cúbicos al año (Nm3/año). Sin embargo, la memoria de actividades de 2016 de la Dirección General del Parque Tecnológico de Valdemingomez confirma que sólo 6,7 millones de Nm3 acabaron en la red gasista, equivalentes a 74.958 MWh térmicos.
No obstante, el Ayuntamiento pone en valor la generación de electricidad. Según la misma memoria, la planta de valorización energética de Las Lomas y las de biogás del vertedero antiguo (La Galiana) y del vertedero de Las Dehesas produjeron durante 2016 245.314 MWh de energía eléctrica. Detallan que el 75 por ciento se exportó a la red y el resto se destinó al autoconsumo de las instalaciones.