El biometano, el gas renovable con un presente y un futuro cercano más viable y prometedor para inyectarlo en la red de gas y/o utilizarlo como combustible en el transporte, sigue sin arrancar del todo en España. En el informe de la EBA (siglas en inglés de la Asociación Europea del Biogás), se vuelve a confiar en políticas españolas por desarrollar para que el coche arranque por fin y llegue a la meta en la que ya están otros países. En 2020 se calcula que Francia ha incorporado doscientas plantas más.
La situación actual, que no difiere mucho de la planteada en ediciones anteriores del mismo informe o en otros estudios y foros, es que España es antepenúltima, solo por delante de Bélgica y República Checa, en producción de biometano por habitante entre los dieciocho países con plantas de este tipo. Produjimos 97 gigavatios hora (GWh) en 2019 frente a los 2.192 de Francia, 2.667 de Dinamarca o 10.167 de Alemania. Aunque Italia no esté entre estos tres primeros, en 2019 incrementó en 521 GWh su producción.
Mientras en la mayoría de los países de nuestro entorno se habla en presente de más plantas y GWh en marcha o en ciernes (Italia ya añadió al menos ocho nuevas plantas de biometano en 2020), en la ficha correspondiente a España del informe de la EBA todo se encomienda al futuro porque “en la actualidad no existen incentivos para apoyar nuevas plantas de biometano”.
Todo confiado a la ley de cambio climático y las garantías de origen
La aprobación y desarrollo de la ley de cambio climático y transición energética, donde se establecerán objetivos anuales de penetración de los gases renovables en la venta o consumo de gas, da “motivos para el optimismo”, se afirma en el informe. A ello se añade la futura aprobación también por el Gobierno del registro de las garantías de origen de los gases renovables, algo en lo que se está trabajando desde el proyecto Regatrace del programa Horizonte 2020.
“Cuando se apliquen las medidas mencionadas anteriormente, se espera que se lancen varios proyectos nuevos de biometano”, apostillan en el informe, que se basa esencialmente en los datos aportados por la Asociación Española de Biogás (Aebig). Estos datos reflejan que en 2019 había en España 210 plantas comerciales de biogás y dos de biometano, además de otras de estas últimas asociadas a proyectos piloto e iniciativas de I+D financiadas con fondos comunitarios de programas LIFE, H2020 y CEF (Connecting Europe Facility).
El biogás estancado y el biometano disparado
En cuanto a los números generales de Europa, el informe concluye que “nuestro sector produjo en 2019 167 TWh (teravatios hora) o 15,8 bcm (15.800 millones de metros cúbicos) de biogás y 26 TWh o 2,43 bcm de biometano y alcanzamos un total de 18.943 plantas de biogás y 725 de biometano en toda Europa”. La producción de biogás sigue estancada y lleva así tres años, debido principalmente a la derivación de la producción hacia biometano.
“El mercado del biometano sigue creciendo de forma significativa y la producción en 2019 aumentó un quince por ciento en relación con el año anterior, con el mayor crecimiento en plantas hasta la fecha”, señalan desde la EBA. Recuerdan que Francia lidera ahora mismo el impulso al mercado con más de mil proyectos de inyección de biometano en diferentes etapas de desarrollo.
Más BioGNL y BioGNC en el transporte
También sube la capacidad de producción “y no muestra signos de desaceleración”, aseguran. En 2019, se registró el mayor aumento desde 2014, con 0,39 GW adicionales y apuntan una tendencia cada vez más clara: “en 2013 se dio el comienzo de un alejamiento de los cultivos energéticos como materia prima principal hacia los residuos agrícolas, residuos urbanos orgánicos y lodos de depuradora”.
Se confía mucho en la implementación del Pacto Verde de la Unión Europea, a través de estrategias y desarrollos normativos, para consolidar este crecimiento y fortalecerlo en nichos como el del BioGNL (gas natural licuado) y BioGNC (gas natural comprimido) aplicado al transporte. El informe estadístico de la EBA le dedica una apartado especial a ambas formas de biometano porque lo considera vital en la descarbonización del transporte, en este especial en el de mercancías por carretera y mar.
Por último, el informe hace un pronóstico de la penetración del biogás y el biometano en el mix energético europeo. Se afirma que “existe un fuerte consenso que predice que para 2030 se duplicará casi la actual producción y en 2050 se cuadriplicará”. La producción potencial de biogás y biometano calculada para 2030 podría alcanzar hasta 44 bcm, equivalente a 467 TWh.