Jorge Herrero, director de Proyectos de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), presentó ayer en el Club Antares de Sevilla los datos referidos a Andalucía del informe anual del Observatorio de Calderas. En él se mantiene la constante de hace años: Andalucía es la comunidad líder en el uso de la biomasa como combustible de calefacción en estufas y calderas tecnológicamente avanzadas, tanto en número de instalaciones como en empleo generado.
Más de una cuarta parte de las instalaciones que hay en España se ubican en Andalucía: 64.306 de 244.197. Sin embargo, sin parar de sumar, la región frenó un poco, ya que en 2017 entraron en operación un 22,5 por ciento, incremento ligeramente por debajo de la media nacional (23 por ciento).
Como se apunta desde el observatorio, donde sí se ha restado es en la cifra de negocio generado (145,89 millones de euros), que “descendió un 13,8 por ciento en 2017 debido a los crecimientos negativos, en comparación con el ejercicio anterior, registrados en cinco de las ocho provincias andaluzas (Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva y Jaén)”.
Tendencia positiva en el primer semestre de 2018
También desde el observatorio achacan este descenso fundamentalmente “a las suaves temperaturas registradas durante el invierno de 2016-2017 y a los bajos precios del petróleo”. Pero añaden que “son causas de carácter coyuntural, que han cambiado por completo en este ejercicio, marcando una tendencia muy positiva para el sector durante el primer semestre de 2018”.
Herrero asegura que "la evolución del sector durante los últimos años pone de manifiesto que la biomasa térmica es ya una realidad imparable en Andalucía y prácticamente en toda España". En Andalucía el mayor número de equipos de biomasa se sitúa en Granada (11.000), seguida de Sevilla (10.173); y en términos de negocio, sigue en cabeza Granada, con una cifra de 316 millones de euros en 2017, seguida en este caso por Jaén, con 290 millones.
Hacia arriba en empleos y megavatios
En cuanto al empleo, la actividad productiva que despliega el sector en torno a los equipos de biomasa tecnológicamente más avanzados suma 1.677 personas, “sobre todo en las líneas de venta e instalación de estufas y calderas de mayor eficiencia, mantenimiento de equipos y suministro de combustibles (astilla de madera, pellet y otros tipos de biomasa)”, explican desde el observatorio.
En este caso sí se ha producido un incremento, ya que representa un 10,4 por ciento de empleados y empleadas más con respecto a 2016, pero por debajo de la media estatal de los últimos años, que crece a tasas del 15 por ciento. Avebiom estima que, además, la biomasa emplea en Andalucía a un millar de personas más, vinculadas a la actividad tradicional (aprovechamiento de la leña) y a la generación de electricidad.
En potencia instalada total, con 2.029 megavatios, Andalucía no saca tantos cuerpos de ventaja a Castilla y León (1.396 megavatios). Durante 2017 sumó un doce por ciento más que en 2016. “Esta mayor sustitución de la biomasa por el consumo de gasóleo de calefacción (193,2 millones de litros) ha permitido también una menor emisión de gases de efecto invernadero, que se estima en 512.693 de toneladas de CO2”, apostillan en Avebiom.