Como comentan New Age y Greenbelt en sus notas de prensa, el aprovechamiento para fabricar bioetanol a partir del suero lácteo, o lactosuero, no es nuevo. Desde finales del siglo XX se trabaja en esta dirección. Hace justo diez años, este portal anunciaba los trabajos al respecto del Centro Tecnológico Agroalimentario de Lugo y del Centro de Competencia Científico Tecnológico de Productos Transformados de la Leche.
El problema, como en tantos casos de investigación y desarrollo en torno a biocarburantes de segunda generación, es hacer efectivo y rentable a escala industrial y comercial este trabajo de laboratorio. New Age y Greenbelt afirman estar en la senda de conseguirlo con un sistema modular diseñado por el segundo que “permite una red distribuida de desarrollo de procesos escalables, con controles inteligentes automatizados que permiten operaciones de bajo costo”.
El sistema, denominado ECOsystem, proporciona según Greenbelt “una plataforma ideal para incorporar la innovadora formulación de fermentación desarrollada por New Age. El resultado es una solución rentable, modular y de bajo consumo de energía, que ayuda a mejorar el perfil de sostenibilidad de un procesador de productos lácteos al tiempo que les ahorra dinero”.
Un sistema descentralizado para producir cuatro millones de litros de etanol en lugar de doscientos
Por su lado, New Age presenta su “fórmula única que facilita que los productores de desechos como el suero y otros derivados lácteos los conviertan en bioetanol y en un concentrado de proteínas de alta calidad”. Según sus cálculos, aprovechar solo los desechos de suero ácido (uno de esos subproductos) llevaría a producir cerca de 125 millones de litros de etanol y diez millones de kilogramos de nutrientes de levadura por año.
La estimación es que cada módulo ECOsystem de Greenbelt es capaz de generar entre 1,5 y casi cuatro millones de litros de etanol por año. Se trataría de potenciar así la producción descentralizada y a pequeña escala de este biocarburante. En comparación con una planta de etanol como las que tiene Vertex Bioenergy en España, estas tienen una capacidad de unos doscientos millones de litros al año.
Las empresas firmantes del acuerdo estiman que “en Estados Unidos menos del quince por ciento de los desechos de suero lácteo se desvían a digestores anaeróbicos, el resto se distribuye por tierra, liberando carbono cuando se descompone”. En la actualidad el principal aprovechamiento energético que se hace de estos subproductos de la industria láctea es la producción de biogás. Un ejemplo es la empresa Valbio, con doce plantas instaladas en queserías de Francia, Canadá y Bulgaria.