La planta de gas renovable, situada en el Parc de l’Alba de Cerdanyola del Vallés (Barcelona), junto al vertedero de residuos Elena, es la fuente del biometano inyectado en la red. Esta planta (foto) ha supuesto una inversión de 2,2 millones de euros, según Naturgy, que asegura que su red de gas "está preparada para poder distribuir gases renovables gracias a las inversiones realizadas en los últimos años". Naturgy declara en ese sentido como objetivo que en 2050 todo el gas que circule por sus redes sea de origen renovable.
Así, la compañía está digitalizando toda su infraestructura de distribución con la vista puesta en la entrada masiva de gases renovables, y ha presentado proyectos de biometano e hidrógeno por valor de 4.000 millones de euros al Gobierno para que sean subvencionados en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Naturgy informa
La planta de Cerdanyola del Vallès producirá doce gigavatios hora al año de biometano (12 GWh/año), lo que equivale al consumo anual de 3.200 hogares, y evitará la emisión a la atmósfera de 2.400 toneladas de CO2 al año, "una cantidad equivalente a plantar unos 5.000 árboles". Parte del biometano que se inyectará a la red -informa la empresa- se utilizará para ser suministrado como combustible a vehículos en las estaciones del grupo Naturgy.
Naturgy ya ha llevado a cabo otros proyectos similares al de Cerdanyola, como Methamorphosis, en Vilasana (Lleida), que cuenta con financiación de la Unión Europea, o como el ubicado en la estación depuradora de aguas residuales de Bens, en A Coruña, cofinanciado por la Xunta a través de fondos Feder para producir biometano procedente de aguas residuales con fines de movilidad.
Las virtudes del biometano, según Naturgy
El biometano está llamado a ser un agente activo como fuente de energía renovable, facilitando la integración de los sistemas gasistas y eléctricos, apoyando la gestión eficaz de residuos y contribuyendo a la economía circular. Ayuda a resolver el problema ambiental de las emisiones asociadas a la gestión de residuos, y valorizan tanto los residuos de origen urbano, como los de explotaciones agrícolas, ganaderas o de estaciones depuradoras de aguas residuales, creando modelos de economía circular donde el productor de los residuos también se ve beneficiado. Asimismo, contribuyen al desarrollo económico del medio rural y a la cohesión territorial en zonas con retos demográficos.
Según el informe Los gases renovables. Un vector energético emergente, publicado por Fundación Naturgy, el potencial máximo de producción de gases renovables en España podría ser equivalente al 65% de la demanda total actual de gas natural, si se impulsara de forma decidida su desarrollo. Los autores de este estudio sostienen que, si España desarrolla todo su potencial de producción, podría llegar a reducir unos 35 millones de toneladas de CO2, es decir, más del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero previstas para el año 2030. Este valor equivale al CO2 que emite todo su parque de turismos en un año o el que absorbió toda la superficie forestal de España en 2017.