La creación del Foro de Transporte Sostenible surge de la aplicación de la directiva 2014/94 sobre la implantación en la Unión Europea de una infraestructura para los combustibles alternativos. Dentro de ella existe un Subgrupo de Biocarburantes Avanzados que es quien elaboró en marzo de este año un documento de posición sobre el desarrollo del sector según su estado actual y proyección de futuro y a partir de los objetivos energéticos fijados por la UE hasta 2030, REDII incluida. El pasado mes de junio la CE publicó dicho documento.
La máxima de la que se parte es que “la industria de los biocarburantes renovables y avanzados es el único actor en la UE que puede garantizar el despliegue de combustibles sostenibles para la descarbonización del sector del transporte”. Se quejan del cambio continuo de la legislación comunitaria y más aún de las diferentes normativas promovidas por los Estados miembros en el campo de los biocarburantes, lo que les lleva a afirmar que en este sector no existe actualmente un mercado único.
Avanzados: 6-9 por ciento; electricidad: 0,5-0,7 por ciento
Aparte de una armonización y seguridad en el tiempo de esas normativas, el documento explicita los porcentajes de contribución de los biocarburantes avanzados que debe contener la REDII. Esta habla de un 6,8 por ciento conjunto para avanzados, electricidad y fósiles bajos en carbono en el transporte para 2030, con “al menos” un 3,6 por ciento para los primeros. El sector pide el doble.
Exactamente, en el documento se menciona que “la industria de combustibles avanzados puede contribuir entre el 7,2 y el 10,7 por ciento”, y pide que se establezcan obligaciones separadas. A partir de aquí, detalla que los biocarburantes avanzados proporcionarían entre el 6 y el 9 por ciento, la electricidad entre el 0,5 y el 0,7 por ciento y los combustibles fósiles de bajas emisiones entre el 0,7 y el 1 por ciento.
Del 12 al 15 por ciento de toda la energía del transporte para 2030
Transport & Environment, la ONG más activa y crítica con el desarrollo de los biocarburantes en la UE, ya adelantó en sus documentos de posición ante la REDII la exigencia de un mayor protagonismo para los vehículos eléctricos y rebajar el “al menos” 3,6 por ciento para los avanzados hasta el 2,3. La limitada disponibilidad de materias primas y la jerarquía en la utilización de residuos forman parte de los argumentos para este “recorte”.
El documento publicado por la CE, que también cuestiona y desestima la intención de la REDII de ir eliminando poco a poco hasta 2030 los biocarburantes convencionales, señala que, según publicaciones fiables, “hay suficientes cantidades de biomasa, corrientes de desechos, subproductos de procesos y residuos para cumplir con los objetivos para 2030 propuestos sin efectos adversos sobre el medio ambiente u otros sectores económicos”.
Por último, sostienen que “una estimación conservadora” sobre todos los combustibles renovables a utilizar más los fósiles con bajas emisiones de carbono “podría proporcionar del 12 al 15 por ciento de la energía total utilizada en los transportes en la UE y conducir al ahorro de 85 a 110 millones de toneladas de CO2 o el 7-9 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del sector del transporte para 2030”.