En mayo de 2019, la Comisión Europea, a través de un reglamento, decidió eliminar los derechos antidumping existentes que gravaban con aranceles la importación de etanol desde Estados Unidos. La razón principal que esgrimió la CE fue que ni por calidad ni por capacidad este país se considera ya una amenaza para la industria europea, por lo que no aumentaría significativamente sus exportaciones. La realidad es que sí lo ha hecho.
Según los datos aportados por ePure, que tienen como fuente Eurostat, mientras que en todo 2018 entraron a la UE 115 millones de litros de etanol desde el país norteamericano, en 2019, con siete meses libres de aranceles, llegaron 383 millones de litros. Es decir, uno de cada tres litros de los 1.289 millones que se importaron en 2019 llegaron desde Estados Unidos. En ePure aseguran que, en total, se ha duplicado la importación de etanol de 2018.
Entre el resto de países que exportan etanol a la UE destaca el caso de Perú, que pasó de cinco escasos millones de litros en 2018 a 187 millones en 2019, convirtiéndose en el tercer principal exportador tras Pakistán (de 127 millones de litros en 2018 a 227 en 2019). En el cuarto lugar aparece Guatemala (155 millones en 2019), Rusia (110 millones), Bolivia (91) y Costa Rica (60).
La producción no se resiente y aumenta
Otro ejemplo que denota que tras la eliminación de los aranceles se ha incrementado sustancialmente la importación es que, también con datos de Eurostat, de los 352 millones de litros que llegaron a la UE sin dichos aranceles en 2018 se ha pasado a 862 millones en 2019. También hay que señalar que se incrementó la importación procedente de países con algún tipo impuesto: de 236 millones en 2018 a 422 en 2019.
Aparte de estos datos sobre la importación, ePure destaca también los de producción de sus socios, que alcanzó los 5.600 millones de litros sobre una capacidad instalada de 6.450 millones. Esto demuestra también que el incremento de la importación no restó fuerza a la producción. Países como España, aunque no lograron el crecimiento de 2018, incrementaron su fabricación en 2019 en un 5,4 por ciento
Etanol para la industria alimentaria y de bebidas y para fabricar desinfectantes
Según ePure, sus compañías asociadas producen, como esta asociación ha dicho en varias ocasiones, el 85 por ciento del etanol que sale del total de factorías europeas. A los 5.600 millones de etanol hay añadir 5,3 millones de toneladas de coproductos, principalmente piensos para la alimentación animal.
Desde la patronal europea concretan que de la producción de etanol de sus miembros, más del 82 por ciento (4.600 millones de litros) se destinó al uso como combustible. Del porcentaje restante, el 9,2 por ciento (510 millones de litros) fue a la industrial de alimentación y bebidas y un 8,5 por ciento (470 millones de litros) a diferentes aplicaciones industriales, incluido el desinfectante de manos. Durante los peores momentos de la pandemia por coronavirus, las fábricas europeas derivaron gran parte de su producción a esta aplicación.
Por otro lado, además del etanol, ePure asegura que “de las biorrefinerías salieron también 5,33 millones de toneladas de coproductos, incluidos 3,83 millones de toneladas de alimento para animales con alto contenido de proteínas y libre de organismos modificados genéticamente (OMG) y 0,8 millones de toneladas de CO2 capturado”. Porcentajes más testimoniales se destinaron a fabricar gluten y otros productos.
Maíz, la principal materia prima
La misma patronal añade que casi el cien por cien de la materia prima utilizada para producir etanol por sus miembros, incluidos cereales, azúcares, desechos y residuos, se cultivó u obtuvo en Europa. La principal materia prima usada fue el maíz, con el que se produjeron 2.220 millones de litros, seguida del trigo (1.180 millones) y con cultivos con azúcares (1.000 millones). Con los residuos se produjeron 240 millones de litros de etanol.
Para Emmanuel Desplechin, secretario general de ePure, “la industria europea del etanol renovable sigue aumentando su contribución a los objetivos del Pacto Verde de la Unión Europea: producir combustible bajo en carbono para reducir las emisiones del transporte por carretera y piensos para animales con alto contenido de proteínas y libre de OMG para reducir la necesidad de harina de soja importada".