En más de una ocasión hemos expuesto la versatilidad energética de los posos de café, capaces se servir para producir biocombustibles líquidos y sólidos y biogás. E incluso su uso como abono, como carbón activo para absorber gases y como aditivo alimenticio. También recogimos en mayo de 2019 la intención de Nestlé de instalar en la fábrica de Nescafé de Girona una caldera para obtener vapor de proceso a partir de los posos de café.
La caldera es una realidad y está ya en funcionamiento, según una nota de prensa emitida ayer por Nestlé. “La nueva instalación proporcionará al año 125.000 toneladas de vapor, que supone una reducción de un veinticinco por ciento del consumo de gas natural en la fábrica”, detallan como uno de los logros más importantes de dicho equipamiento.
El resto de la información confirma los datos que se dieron a conocer hace casi año y medio: la inversión asciende a 17,2 millones de euros y se prevé que la caldera utilice al año el ochenta por ciento de las 45.000 toneladas de posos de café que genera la planta anualmente. Debido a la pandemia por Covid-19, los plazos de puesta en marcha se han alargado un poco, al estar previsto que tuviera lugar en junio de este año.
Camino de las veintiséis plantas de Nescafé con producción de energía con posos de café
La fábrica de Nescafé en Girona, que produce café soluble y cápsulas monodosis, se une al resto de plantas de estas características de la multinacional suiza que en diversas partes del mundo ya emplean los posos de café para producir parte de la energía que necesitan. En el informe de 2013 sobre la huella de carbón de la compañía, ya aseguraban que “en 2012, veinte fábricas de Nescafé utilizan posos de café como fuente de energía renovable”.
En 2016, en uno de los informes conmemorativos de los 150 años de la compañía, las fábricas de Nescafé que aprovechaban energéticamente estos desechos eran veintidós y destacaban el caso de la de Orbe (Suiza). En el informe de huella de carbono de 2019 no especifica el tipo de producción alimentaria de las plantas, pero aseguran que cuentan “con veintitrés fábricas que generan energía directa a partir de biomasa, ya sea leña o posos de café".
En la nota de prensa actual de Nestlé añaden que, acorde con el “Nescafé Plan, el mayor programa de sostenibilidad de café del mundo, todas las fábricas de café soluble de Nestlé utilizarán los posos como biocombustible”. En dicho programa explican que Nescafé tiene veintiséis plantas de producción, doce de las cuales se encuentran en países productores de café, como México, Islas Filipinas o Costa de Marfil.
Vapor de agua con bagazo y biogás con posos
Según la división de Nestlé en México, la fábrica de Nescafé Toluca, la más grande del mundo, utiliza bagazo procedente de los restos de planta del café para “generar parte de los requerimientos de vapor del complejo y reducir la demanda de gas en un treinta por ciento, mitigando de esta forma la emisión de más de 23.000 toneladas de CO2 equivalente cada año”.
Hay fábricas que no son de producción de café que también utilizan los posos. Es el caso de la embotelladora ubicada en Henniez, en Suiza, que en 2016 informaban que había reducido a la mitad sus emisiones de CO2 desde que abrieron una planta de biogás alimentada con “estiércol de granjas lecheras locales mezclado con residuos de café de nuestras fábricas Nespresso y Nescafé cercanas”.
En la página web corporativa inciden en que Nuestras plantas “queman los posos de café de desecho que solían tirarse, lo que nos proporciona todo el combustible necesario para producir vapor”. Añaden que además están instalando sistemas más eficientes que dejarán a la mitad las necesidades actuales de vapor, reduciendo así el consumo de energía.