Estas particulares “cimas de los ocho miles” de la biomasa forman una petición que viene de largo, aunque este año, antes y después del establecimiento del Ministerio para la Transición Ecológica y el nombramiento como ministra de Teresa Ribera, ha vuelto a la palestra. Así lo ha hecho la sección de Biomasa de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA) a lo largo de estos primeros siete meses.
En un nota de prensa en marzo advertía que si a las plantas de biomasa eléctrica se les permitiera llegar a las 8.000 horas de funcionamiento, y romper el límite actual de 6.500 horas, su producción aumentaría un 23 por ciento. Y recordaba que “España cuenta con un potencial de, al menos, 8.000 megavatios que podrían aportar electricidad renovable” a partir de biomasa. En junio, Unión por la Biomasa, de la que forma parte APPA Biomasa, cuantificaba el dinero que dejaba de ganar España por este tipo de limitaciones: 824 millones de euros al año.
La “aberración” de “capar” a la biomasa eléctrica con 6.500 horas
Ahora es Avebiom, y más concretamente su presidente Javier Díaz en un artículo en Bioenergy International, quien entre las cinco medidas concretas que pide implementar al nuevo Gobierno aparecen los ocho miles. De hecho, para Díaz, la primera medida es que “desaparezca la limitación de funcionamiento a 6.500 horas anuales para las centrales eléctricas con biomasa”
“Es una aberración capar la posibilidad de generación de instalaciones tecnológicamente avanzadas, capacitadas para operar más de 8.000 horas al año sin problema”, expone Díaz, quien también recuerda que “suprimiendo la limitación horaria, se incrementaría la producción eléctrica en más de un veinte por ciento”.
En la segunda medida se reclama llegar a esos 8.000 megavatios eléctricos instalados. A la vista de los 518 MW actuales, que como mucho llegarán a los 718 a corto plazo con los 200 asignados en la subasta de renovables de 2016, se antoja una cifra inalcanzable, pero en la que insiste continuamente la industria, incluido el principal productor de electricidad con biomasa en España, Ence.
Programa de desarrollo de plantas y remuneración razonable
Para lograr este objetivo, Díaz pide la puesta poner en marcha de “un programa de desarrollo de plantas de generación eléctrica con biomasa, con una remuneración al kilovatio hora razonable. Y cuando digo razonable me refiero a un valor tal que permita el despegue definitivo de esta tecnología, la única de las renovables realmente gestionable y capaz de sustituir con garantías muchos megavatios generados con carbón y energía nuclear”.
El máximo responsable de Avebiom centra las medidas restantes en otras peticiones largamente solicitadas por esta y otras asociaciones afines: reducir el IVA de los biocombustibles sólidos (pélets, astillas y otros) y de los equipos para su combustión (del 21 al 7 por ciento); aplicar un impuesto al CO2; y que la Administración del Estado apoye de forma decidida el cambio a biomasa para calefacción en los edificios públicos que dependen de ella.
Javier Díaz afirma que “la ministra Teresa Ribera ha realizado en los últimos años una gran labor en la lucha contra el cambio climático desde los puestos de responsabilidad que ha ocupado, pero ahora tiene la oportunidad de revisar y reenfocar toda la política energética de nuestro país”. Y le pide “valentía para tomar decisiones que impulsen definitivamente las energías renovables, y que seguro que no gustarán a los poderosos lobbies de las energías fósiles”,